Contra el tiempo

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DEBE SER INVIERNO

Capítulo 10: Contra el tiempo

Por Okashira Janet/Janet Gaspar

Había cosas que Sasuke no podía controlar, cosas molestas como sus sentimientos, pero también había cosas que a pesar de querer controlar no era posible hacerlo a pesar de parecer fácil.

—Escucha anciano, —el Uchiha llevo una mano a la empuñadura de su espada—, dinos ahora a dónde se fue Itachi.

—Ya he dicho que no te lo diré. —El hombre usaba un enorme sombrero de paja, su aspecto era risueño, afable.

—Si no me lo dices te lo sacare a la fuerza. —Sasuke entrecerró los ojos, unos pasos atrás Karin lucía nerviosa intentando localizar el chakra de Itachi, Juugo veía la escena sin saber muy bien qué hacer y Suigetsu mantenía el ceño fruncido; esa mañana apenas despertarse las chicas habían gritado al mismo tiempo: "¡Lo encontré!", habían sido unos minutos de gloria en los que todos habían salido corriendo hacía el lugar donde se sentía la presencia solo para que, cuando estaban a punto de llegar, el rastro de Itachi se difuminara como humo, ¿su única pista?, aquel viejo sonriente.

—Aunque me mates lo cierto es que no te diré nada. —A pesar de que su vida se encontraba en peligro el hombre no dejaba de sonreír y en la vasta experiencia de Sasuke eso solo significaba dos cosas, o no le tenía miedo o era lo suficientemente fuerte para reírse de la situación y no parecía que fuera lo segundo.

—¡Escucha tú...! —Suigetsu intervino preparándose para decir algo amenazante pero el viejo giró a verlo arqueando las cejas.

—Pero si hacen otra cosa quizás se los diga.

—¿Qué otra cosa? —Hinata preguntó cautelosa.

—Son ninjas, unos muy buenos por lo que veo. —El hombre hablaba con tal calma que Sasuke procedió a soltarlo, al parecer el acto no le intimidaba en nada.

—¿Exactamente qué quieres? —Sopesando sus opciones Sasuke observó al viejo fijamente.

—Hace tiempo que no me divierto, si ustedes me divierten yo podría... sí, yo podría decirles donde se encuentra quien buscan.

—No tenemos tiempo para divertirte. —Los ojos negros de Sasuke taladraron al hombre, pero él pareció no notarlo.

—Si no tienes tiempo para divertirme entonces no te diré nada.

—Tengo otros métodos para hacerte hablar viejo. —Sasuke frunció un poco el ceño, astas rojas empezaron a girar lentamente en la profundidad de sus ojos.

—¿El Sharingan? —Pero el hombre, que parecía no asombrarse con nada, se encogió de hombros—. Tengo un sello que no me permite hablar ni con genjutsu.

—¿Entonces cómo diablos planeas decirnos a donde se fue Itachi? —Karin se cruzó de brazos molesta.

—Porque el sello solo se rompe cuando alguien me divierte.

—No tiene caso ni siquiera matarte, —viéndolo con desprecio Sasuke retiró la mano de la empuñadura de su espada—, nos vamos.

—Itachi sabe que lo siguen. —El hombre observó a Sasuke, la sonrisa aún divertida en su rostro de tal manera que al Uchiha le recordó la falsa sonrisa de un payaso—. Por eso tus rastreadores no pueden encontrarlo, porque él crea una esfera de energía, pero está débil, si yo te dijera a donde se dirige seguramente lo atraparías pronto.

—¿Qué es exactamente lo que quieres? —Tuvo que admitir para sí mismo que si tenía que ver con Itachi podría hacer cosas que normalmente no haría.

Debe ser inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora