Familia (18)

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¿Por qué el tiempo pasa tan rápido? Hace un año que estoy junto a Nicolás, sin embargo a veces no somos tan sinceros, ni siquiera nos decimos TE AMO, ¿Hace falta? pues... si, pero lo estoy esperando de su parte.

Lo demás, algunas cosas cambiaron, las mellizas ya tienen dos años, pueden entrar a la guardería por la mañana, Matilda ya comenzó su segundo grado y Nicolás se esta dedicando mas a su trabajo en el estudio de abogacía, mientras tanto yo, gracias a los trabajos que Ana Parker abandono por su fallecimiento y yo los finalice comencé a hacerme conocida, puedo trabajar en paz por la mañana al menos cuatro horas, seguir con otros proyectos, también comencé a dedicarme un poco mas a mi. Comencé a hacer una hora de deporte, salgo con un grupo de corredores y me desvía de todo el caos que a veces es la casa con tres niñas.

Las cosas se fueron amoldando, estamos mejorando, intentando de que las mellizas finalmente dejen los pañales. En cambio Matilda esta creciendo a pasos agigantados, es una hermana de fierro me ayuda en la casa todo el tiempo, es una excelente hija, aunque reniego un poco con los deberes de clases.

El lunes comienza, soy la primera en levantarme, preparar el desayuno para todos. Luego Nicolás despierta solo, y se dedica a levantar a las niñas para prepararse, las mellizas a la guardería y Matilda a clases.

Emilia: Buen día mis amores -besando a las mellizas-

Lola: tengo sueño.

Emilia: Lo se mi amor pero mamá tiene que trabajar.

Lola: -se sube a la silla-

Emma: -rascándose los ojitos-

Emilia: Mi otra princesa -la lleno de besos- 

Emma: -se ríe- Mamita.

Emilia: -la ayudo subirse a la silla-  Ya les alcanzo las mamaderas -les doy a cada una- Coman algo de galletitas.

Matilda: -arrastrando las pantuflas- Buen día mamá.

Emilia: Buen día Hija -le doy un beso- ¿Dormiste bien?

Matilda: Si mamita -se sienta en la silla-

Emilia: -le alcanzo la taza de café con leche- Acá tenes mi amor.

Nicolás: Buen día mis amores -bostezando- 

Emilia: Buen día ¿Pudiste dormir algo anoche? te note preocupado.

Nicolás: Estoy bien -me abraza por atrás y me da un beso en la mejilla- ¿Vos mi amor?

Emilia: -sonrió- Bien.

Nicolás: Mi amor -vuelve a arrepentirlo- Estaba pensando podemos salir el viernes a comer los cinco, las niñas ya están preparadas -sentándose-

Emilia: -sin dejar de sonreír- Me parece bien -le entrego la taza de café y me siento junto a ellos-

Nicolás: Otra cosa mas, paso a buscar las niñas yo mi amor.

Emilia: -lo miro- Basta.

Nicolás: -se ríe- ¿Qué pasa mi amor?

Emilia: -me rio un poco y tomo un sorbo de mi té- Hija -miro a Matilda- No te olvides de ponerte las medias nuevas que te compre ayer para el colegio.

Matilda: Si mamá.

Termine con el caos, peine a las mellizas, las cambie y luego seguí con Matilda, todas preparadas, Nicolás ya en el auto esperándolas y yo despidiéndolas.

La mañana libre arranca, me cambio, me voy a correr con mi grupo a la primera hora, sin embargo no dejo de sonreír recordando los "mi amor" de Nicolás que hoy me regalo. Si puede ser una locura, pero los dos éramos tal para cual, un poco tercos, con una vida de pendejos que de pronto cambio, sin un noviazgo oficial por mucho tiempo, con pensamientos de ¡HIJOS NO!  y acá estábamos siendo padres de tres niñas.

Un cambio de vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora