Un cambio de vida

Ultima noche. (26)

Últimamente lo único que hago es tomar malas decisiones pero... ¿Qué mas puedo hacer? desde que las niñas se fueron de mi vida la historia que cree en mi cabeza se borro, tan rápido como un rayo cayendo a la tierra. 

Subí al auto de Nicolás, ya no había sillitas de niñas en la parte de atrás ¿Cómo nuestra historia pudo cambiar tan rápido?  Aunque me haga la fuerte, no puedo dejar de pensar en ello. 

Vamos a un bar, pedimos unos tragos y comenzamos a hablar, primero fue difícil, pero luego todo comenzó a fluir, ¿Podría odiarlo? Claro que no, lo ame demasiado como para poder sentir rencor alguno.

Nicolás: ¿Las extrañaste?

Emilia: pff... ni te imaginas cuanto —tomo un poco de mi trago—  Pero el tiempo hizo que las cosas comiencen a cambiar.

Nicolás: Digamos que estoy en la misma, ya nada es lo mismo sin ti.

Emilia: ¿Por que? 

Nicolás: Porque desde que te fuiste las niñas cuando me ven preguntan por ti ¿Qué puedo decirle? no me sale mentirles, no puedo romperle su corazón, ¿Por que dejaste de llamarlas Emilia? ¿Por que? 

Emilia: -bajo mi mirada-

Nicolás: Esas niñas te extrañan, fuiste capaz de dar la vida por cada una de ellas, y un día desapareciste así como si nunca hubiesen existido en tu vida.

Emilia: No lo entenderías.

Nicolás: Necesito que me lo expliques.

Emilia: No, a ti no.

Nicolás: -bufa, y mira hacia un costado- Me acoste con Yanina.

Emilia: -cierro mis ojos y miro hacia un costado-

Nicolás: -me mira- Lo se fui un estúpido, lo arruine todo pero... siempre fui esto Emilia, no iba a cambiar ni aunque hubiera tenido tres niñas a mi lado.

Emilia: -limpio las lagrimas que caen-

Nicolás: Sin embargo, desde que te fuiste no hubo un solo día en que no este arrepentido de lo que hice, por eso mismo te deje ir, porque no te merezco. 

Emilia: -lo miro en silencio-

Nicolás: Desde hace un año que no tengo citas, que no veo a una mujer, porque solo vos estas en mi corazón -Acaricia mi rostro- 

Emilia: -apoyo mi cabeza en mi mano-

Nicolás: Quiero que me perdones por el daño que te cause, por todo eso que te proyecte en la cabeza, pero créeme que todo ese sueño que tu creaste, comenzó a ser mío desde que te fuiste.

Emilia: Ya te perdone hace mucho.

Nicolás: ¿Mañana iremos a ver a las niñas juntos?

Emilia: -asiento con la cabeza-

Nicolás: Ni te imaginas lo felices que van a ser.

Emilia: ¿Me llevas a casa?

Nicolás: ¿Dónde estas ahora?

Emilia: Cerca de aquí, mi hermano me dejo el departamento.

Nicolás: Esta bien, vamos si quieres.

Emilia: Por favor.

Nicolás: -me sonríe- Gracias.

Emilia: Ya no puedo hacer nada contigo, toda la vida nos odiamos -nos reímos juntos-

Nicolás: Estas errada, pero vamos. 

Salimos del bar, ya eran alrededor de las 2AM las primeras horas de la madrugada, así que maneja hasta el edificio donde se encontraba el departamento de mi hermano, entro su auto al estacionamiento para que pudiera ingresar sin miedo allí, pero nos quedamos sentamos en silencio.