🌕 𝑺𝑬𝑵𝑲𝑼𝑼 𝑰𝑺𝑯𝑰𝑮𝑨𝑴𝑰 𝒙 𝑶𝑪 𝑪𝑰𝑬𝑵𝑻𝑰𝑭𝑰𝑪𝑨
── Las manecillas del reloj al dar el medio día, siguieron moviéndose a pesar de que la humanidad se detuvo. Ella esperaba pacientemente pagando su sentencia con el sueño de cien mil mill...
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Desde el día en que los tres hombres emprendieron su viaje en globo hacia la aldea Ishigami para explorar el territorio y crear un mapa del nuevo mundo, las cosas han ido sorprendentemente rápido.
Galatea ni siquiera tiene tiempo de sentir el cansancio bajo las plantas de sus pies. Con ella a cargo, ha tenido que involucrarse en todas las tareas en el reino de la ciencia, desde ejercer como profesora en la Academia Científica, trabajar en la embarcación, recolectar y unir piezas de estatuas que anteriormente destruyó Tsukasa, entrenar al lado del equipo de fuerza y en sus tiempos libres, restaurar obras literarias y escribir cuentos infantiles para ayudar a los niños pequeños con su lectura y escritura.
Todos ahí sabían que tanto Senku como Galatea habían asumido una carga magistral igualitaria. Que, aunque la carga se haya dividido, no quiere decir que sea menos trabajo para ellos. Y justo ahora, con el Ishigami fuera, la chica ha sacado a relucir sus habilidades, conocimiento y liderazgo para llevar a todos hacia adelante.
Es por eso que todos los presentes trataban de satisfacer los caprichos de la albina lo mejor que pudiesen. Yuzuriha solía confeccionarle algunas prendas para cubrirla del sol más eficazmente, muchos se encargaban de su alimentación y protección, Ruri le brindaba compañía en las largas noches de trabajo hablando acerca de las 100 historias y Galatea retroalimentando dicha información. Taiju se encargaba del trabajo pesado y Gen era el segundo juicio de la científica mientras le ayudaba en la mayoría de las tareas.
Y, aunque no se lo dijera a nadie, las jarras de vino reposando en el fondo del laboratorio se acumulaban a un ritmo que no le gustaría admitir. No es que fuese una alcohólica empedernida, pero al paso del verano; aquél primer vaso de vino se convirtió en dos vasos y eso dos vasos se volvieron tres. Galatea no lo consideraba algo alarmante, podía dejarlo de lado semanas como si nada; deduciendo que aún no ha desarrollado algún tipo de adicción. De todas formas, la cantidad y el tiempo aún no dan para hacer caer a su organismo en la dependencia. No es tonta, sabe que si rebasa ciertos límites las consecuencias le joderán a futuro; así que ella se dedica a bailar entre la línea amarilla de los límites para poder tolerar su aburrida vida ahora que sabe que será dejada de lado por los que irán en la embarcación una vez esta sea terminada.
Estos meses sola la albina se ha dado cuenta de lo irritante y complicada que es ella misma. Puede parecer una estupidez que no se conociera así misma, pero era la realidad. En su anterior vida no se le permitió descubrirse ni adentrarse en el centro de su ser para estar en paz y en equilibrio con ella misma. Todo el tiempo siempre era estudio y trabajo.
La científica no era un mundo, era un universo caótico, intenso y emocional. Puede que su rutina diaria esté llena de esfuerzo y diversión, pero no puede evitar aburrirse a veces. Necesita estar expuesta constantemente a emociones fuertes, diferentes y alternadas para tener un desarrollo óptimo. Y en ausencia de estos estímulos, inconscientemente se lastima así misma reviviendo sus lúcidos recuerdos del pasado una y otra vez.
