🌕 𝑺𝑬𝑵𝑲𝑼𝑼 𝑰𝑺𝑯𝑰𝑮𝑨𝑴𝑰 𝒙 𝑶𝑪 𝑪𝑰𝑬𝑵𝑻𝑰𝑭𝑰𝑪𝑨
── Las manecillas del reloj al dar el medio día, siguieron moviéndose a pesar de que la humanidad se detuvo. Ella esperaba pacientemente pagando su sentencia con el sueño de cien mil mill...
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'Me gustaría que desaparecieras, porque sigues recordándome que esto no es un sueño. Y yo quisiera dormir para siempre, pero sigo despertando.'
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𝐒𝐞𝐩𝐭𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 𝟓𝟕𝟒𝟏
Galatea jamás había entendido a Senkuu tanto como ahora, siempre tonteando de aquí hacia allá, siendo el pilar auxiliar del Reino Científico mientras el Ishigami cargaba gran parte del peso sobre su adolorida espalda. Sosteniéndola y tolerando su lento progreso, su inmadurez e intentando comprender su mal actuar. La científica no se estaba menospreciando, es sólo que no sabía que tipo de responsabilidades tenía el joven hasta que ella tomó lugar a su lado para, en verdad, compartir la carga. Hace que los días de discusiones y risas parezcan lejanas décadas y que ella apenas haya tomado consciencia de lo que tiene entre manos.
Sin embargo, Galatea también es piadosa consigo misma y se muestra compasión. Ella entiende que los traumas causan un bloqueo temporal en las personas y no pueden desarrollarse perfectamente debido a que están muy ocupados intentando sobrevivir. El Ishigami tampoco fue un terrón de azúcar, pero él lo intentó por un momento. Casi se arrepentía por no poder estar en una condición recuperada para poder tener ese tipo de interacciones saludables con él que tanto anhelaba, pero no toda la culpa era de ella. La forma en que le hacía saber al joven que estaba cambiando era la actitud que mostraba ante las situaciones a continúa.
Y, ahora; el hecho de que Senkuu llegase sano y salvo con todos a bordo para esperar oír acerca de su pasado dejó de ser un miedo y se terminó volviéndose su más grande deseo.
Los días han pasado con una preocupante rapidez para darle la bienvenida a un nuevo mes, pero las cosas se han vuelto pacíficas en el Reino Científico. Desde que la Hoshikawa tomó el liderazgo en serio, hay una especie de tranquilidad en todas las personas de ahí; como si se sintieran a salvo. Aunque, el silencio tras la otra línea solamente formaba un hueco de incomodidad que nadie podía ignorar.
