𝐀𝐌𝐀𝐃𝐄𝐔𝐒
𝐄𝐏𝐈𝐒𝐎𝐃𝐈𝐎: #𝟎𝟑𝟓
"𝐋𝐚 𝐜𝐚𝐥𝐦𝐚 𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐭𝐨𝐫𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚."' Belleza manipuladora. '
𝐎𝐜𝐭𝐮𝐛𝐫𝐞 𝟓𝟕𝟒𝟏
Un nuevo día comenzaba a levantarse en el mundo de piedra, la acuarela concentrada de negro se levantaba con el sol detrás del horizonte preparándose para desfilar por el cielo nuevamente. Y dos de los Grandes Generales unían su fuerza contra todo pronóstico para una causa en común de la cual dependía la misión entera; separar a Galatea de la bebé.
— ¡EYRA! ¡EYRA! —Ryusui y Senkuu sujetaban a la albina, uno al lado de cada brazo mientras la joven peleaba por ir a despedirse de la bebé por vigésima vez—. ¡No es justo, ustedes no lo entienden! —Por unos segundos Galatea logró apartarlos con un gran empujón, pero fue levantada y cargada por Ryusui mientras ella pataleaba y le extendía la mano a Eyra quien le veía confundida en brazos de su mamá bien abrigada entre mantas que le duplicaban el tamaño—. ¡Cuando regrese ya no me reconocerá, me perderé todos sus cumpleaños! ¡Dia, asegúrate de enseñarle mis fotografías todos los días!
— Dragona, ya nos has retrasado dos horas enteras. —El Ishigami que iba detrás de Ryusui quien llevaba a la científica sobre sus hombros como un costal, le colocó uno de sus sombreros para protegerla del sol emergente. Galatea solo pudo apretar sus labios y dejarse caer sobre el rubio dramáticamente—. Créeme que con veintidós despedidas esa mocosa... quiero decir, Eyra ya sabe cuanto la quieres.
— ¡Ni siquiera de Ruri te despediste tantas veces! —Habló el Nanami desde el frente y Galatea respondió con un leve golpe en su espalda—. Además, Dia y su esposo ya han recibido tus libros acerca de todos los cuidados de Eyra hasta los diez años.
— Siento que debí anexarle más años al manual. —Galatea se cruzó de brazos y levantó la vista para ver tristemente como la bebita en brazos de su madre desaparecía mientras más se acercaban al barco.
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𝐀𝐌𝐀𝐃𝐄𝐔𝐒【Dr. STONE】𝑺𝒆𝒏𝒌𝒖𝒖 𝑰𝒔𝒉𝒊𝒈𝒂𝒎𝒊
Fanfiction🌕 𝑺𝑬𝑵𝑲𝑼𝑼 𝑰𝑺𝑯𝑰𝑮𝑨𝑴𝑰 𝒙 𝑶𝑪 𝑪𝑰𝑬𝑵𝑻𝑰𝑭𝑰𝑪𝑨 ── Las manecillas del reloj al dar el medio día, siguieron moviéndose a pesar de que la humanidad se detuvo. Ella esperaba pacientemente pagando su sentencia con el sueño de cien mil mill...