18.

1.3K 244 4
                                    

«Hola Ahora soy yo. Por fin regrese. Te extrañaba mucho. Enserio.

Disfrute mucho tus cartas, cada palabra, cada mensaje. Muy lindo todo, mostrabas como eras y perdón por responderte. No lo pude evitar. Enserio.

Con respecto lo de la semana pasada. Siéndote sincero, no pensé que lo harías. Pero cuando te vi acercarte a NamJoon y al otro animal para golpearlo fue impresionante. Además, que no creas que pase por alto como golpeabas al equipo de básquet "accidentalmente" Eres todo un caso. Pero te veías muy contento.

Por cierto. ¿Cómo te encuentras?

¿Te está yendo bien el día?

Te quiero, sé que te puede llegar a agobiar, pero necesito decírtelo. También me gusto cuando me abrazaste. Puedo decir esto libremente porque te viste obligado abrazar a algunas personas por el taller de psicología. El punto es que hace tiempo que no lo hacías.

Me gusto que te acercaras. Que me hablaras y te abrirás un poco. Fue bonito estar contigo. Ayer, hoy, todas las veces que puedo verte es todo un cielo. Ósea, que es hermoso.

Gracias por darme un poco de tu tiempo, tan solo pensar que tal vez, en un mañana, podremos estar juntos. Tu y yo, amándonos. Prometo, que, si me das una oportunidad, te acortejare como nadie en tu vida lo ha hecho.

Porque yo no quiero alguien más en mi vida. Yo no quiero pensar en otra persona estando conmigo, otra persona que me de cariño o comprensión. Si no eres tú, prefiero estar solo sin que nadie me acompañe.

Quiero que esa persona seas tú, claro si quieres... siempre me pregunto ¿Tu querrás quedarte conmigo? Porque yo a tu lado, una vida entera me quedaría.

Muchos amigos me preguntan, que somos. O que siento. Muchos dicen que es muy raro esto que estoy haciendo, todo porque tú y yo, como siempre digo, casi nunca nos hemos hablado. Me preguntan ¿Qué sientes por él?

Algunos dicen que es un simple gusto y pronto se me pasara. Otros dices que si estoy enamorado. Pero otros me dicen que es una obsesión.

Yo no concuerdo con ninguna de las opiniones que ellos me dan. Yo digo que tú eres mi todo y mi nada. Mi salvación y perdición.

Ay no, eso sonó muy turbio. No me gusta. Pero lo que quiero decir es que eres mi mundo. Yo soy tu luna. ¿Quieres saber por qué? Porque siempre. A pesar de los golpes que quieran causar, yo estaré ahí, girando a tu al rededor. Tal vez estemos a muchos kilómetros, pero ahí estaré para cuidarte, te lo prometo.

Pero por ahora lo dejare en lo que sea. Que seamos lo que desees. Si alguien te hace esa pregunta, somo lo que tú quieres.

Luz y oscuridad. Dia y noche. tu y yo... porque no necesito que todo el mundo diga que me quieres para que yo pueda quererte. no necesito la aprobación de todo para saber que eres lo mejor para mí, porque ya lo sé.

A la hora de salida, ve al salón de cosas perdidas. Encontraras un pequeño presente a tu nombre.»

Att: El príncipe de tus sueños.

- Así que por fin regresaste Señor príncipe. - murmuro SeokJin sacando un marcador de su cartuchera y colocándole su número correspondiente.

Acomodo sus gafas que parecían querer caerse y metió la carta a su mochila. Volvió a colgarse su bolso y salió camino al salón de los objetos perdidos tal y como se lo habia indicado la carta. Dio algunos brincos mientras andaba, llegando el rostro de su amigo a su mente. Siempre JiMin solía caminar de esa manera tan aniñada que tenía. Sus mejillas regordetas junto a su hermosa sonrisa llego a su mente. Tan lindo y adorable.

Y hablando del Rey de Roma...

- ¡Hyung! - chillo el peli rosa corriendo detrás del antes nombrado.

- Jiminie. ¿Qué sucede? - pregunto SeokJin cesando su andar y sobando la hermosa cabellera del adolescente frente a él.

- Te vi caminando muy solo así que vine para estar aqui. ¿A dónde ibas? - pregunto mientras se separaba del abrazo y empezaba a caminar nuevamente.

- Me entregaron esto. - paso su mochila para delante de su pecho para poder abrir el cierre y mover algunos cuadernos.

Separo las hojas del cuaderno con adornos rosados y saco un sobre coral. Lo mostro unos segundo antes de que este le sea arrebatado por el pequeño algodón de azúcar enfrente de él. Dejo la mochila abierta mientras caminaba, siéndole similar a un "carga bebes". Tomo el antebrazo de Park mientras lo guiaba a la zona que le habia especificadas.

- ¡ÑIIIIIII! PERO QUE LINDO. - chillo de la nada causando un dolor en los oídos de SeokJin. - Vamos rápido.

Kim volvió a ordenar todas sus cosas en su lugar, siendo jalado hasta el salón de cosas extraviadas o abandonadas. Saludaron cordialmente a la joven recepcionista mientras iban buscando la repisa correspondiente a su nivel estudiantil. Paso por los estantes, observando todo tipo de cosas. Había poleras, loncheras, cubierto y tenedores.

Aun un lado, al costado de una caja de lo que parecían chocolates se encontraba un pequeño mapache. Tenía un pequeño gorro sobre su cabeza y un moño rojo en el cuello. En sus patitas estaban unos pequeños corazones. Su pelaje era un gris suave a la par que tenía manchas de un color azabache.

Estiro sus manos para poder alcanzarlo y dejarlo en un nivel más bajo, realizo lo mismo movimientos con la caja de chocolates. Observo el moño junto a la tarjeta que estaba amarrada.

«Espero que te guste. Trate de buscar el más lindo, pero todos eran sumamente adorables. Te amo.»

Volvió a abrazar al animal de peluche, acercándolo a su nariz y aspirando profundamente. El aroma de alguna colonia masculina llego a su sentido olfativo. Era el, era su aroma. Tan masculino, no era tan fuerte como creía. Se sentía ligero y seguramente podría desaparecer entre la siguiente semana.

Ese admirador suyo era demasiado adorable para su corazón. Tal vez podría hacer que girara a ver a otra persona. Alguien que también lo quería. Debía cambiar su gusto. Pero desde muy joven estaba aquella atracción por quien lideraba el equipo de básquet ese último año. 

𝐓𝐇𝐄 𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄 𝐎𝐅 𝐘𝐎𝐔 𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌𝐒 || 𝐍𝐉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora