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«Hola admirador... No, ¿Sabe qué?  Por primera vez le diré por el nombre con el que usted se presentó. Hola, príncipe de mis sueños.

Merece ese nombre, porque lo que lo que estoy próximo a decir puede lastimarlo. Usted tiene razón, no estoy bien. No me encuentro bien en ninguno de los aspectos. Y soy complicado, ¿Lo sabe? 

Quiero que alguien se preocupe por mí, alguien que me diga " SeokJin no te preocupe, yo estoy aquí" Pero cuando veo a mis amigos, siento que soy una carga. Me jode todo, lo hace desde hace mucho, desde que todo inicio. No quiero preocupar a nadie, porque, como siempre dicen, mi dolor en mínimo. No puedo hacerme un mundo por esto. No sé dónde leí eso, pero un joven un día lo dijo. Tal vez por eso pensé igual, por eso reducir todo el daño que me hicieron. No hay que mirar muy lejos, uno de mis mejores amigos tiene una enfermedad terminal. El dolor que debe tener toda su familia es indescriptible. 

Dígame, ¿eso se compara con que alguien se burle de mí? 

Pero, ¿Usted crees que no me duele los golpes en el alma que causan? ¿Tú crees que no tengo pesadillas con las cosas que me hacen? 

Te contare, estas semanas, estas últimas semanas... Todo se fue a la mierda. Lo que me esforcé en conseguir por tanto tiempo, como el típico castillo de cartas cae. La felicidad es momentánea, por eso tienes que aprovecharla mientras dure. Lo digo por ti, lo digo por mí, lo digo por todos. Siempre todo lo que yo llego a disfrutar de otra manera se esfuma. 

JungKook me hablo, aunque no lo quería, lo hizo y me hizo acordar de algo. Él tiene razón y esta es la razón por la que escribo esto. Me duele tener que admitirlo, pero es la verdad. No quiero crear falsas esperanzas, no más de las que ya he estado creando. No quiero lastimarlo, es una gran persona, con un hermoso corazón y alguien que ama de una manera maravillosa. 

Tristemente no puedo corresponderle, lo lamento. En una ocasión tú me dijiste que no te tenía que dar mi corazón, que únicamente debía extender mis manos y aceptar el tuyo. Créeme que lo hice, lo he cuidado lo mejor que puedo... Pero no puedo hacerlo más. Debo devolvértelo. 

A mí me gusta otra persona. 

Pero nunca lo había dicho, ni aceptado, pero es la verdad. Es cierto. Y.... siento que lo he ilusionado por las puras. 

Es verdad que por un tiempo no fue así. Yo pensé que ese alguien era inalcanzable, pero últimamente no fue así. Él me miro a mí, y no sabes lo especial que me siento cada vez que tengo la oportunidad de hablar con él. Es algo mágico y maravilloso. Lo juro, hasta creo que puedo gustarle yo. 

Por esas razones... quisiera pedirte que acabemos con las cartas. Si quieres decirme quién eres, acércate con el valor y dímelo en la cara. Yo te escuchare atentamente, podemos ser amigos. Pero se acabaron las cartas.

No volveré a abrir un sobre que le pertenezca, duele. Pero es mejor cortarlo de una vez. 

Que tenga buena vida y espero que consiga alguien que si lo pueda corresponder. Lo aprecio y quiero mucho. »

Att: Kim SeokJin 

NamJoon bajo el papel, agradeciendo que había tenido que esperar a que acaben todas sus actividades de la academia. Con el inglés no se preocupaba, pues justo el día de ayer lo había acabado y el únicamente fue a recoger su nota que mostraba un perfecto noventa seis sobre cien. El día había sido sumamente positivo para él, hasta ese momento. 

Supuestamente él debía de cambiarse para que salgan a comer en familia, festejando su logro, pero todas esas energías acababan de abandonarlo, únicamente dejando un profundo dolor. Con su diestra doblo la carta, repitiéndose que no podía llorar, aun así, no lo aguanto. Las primeras lagrimas cayeron, acabando en un profundo llanto ahorrado por la mordida en su mano. 

Se lanzo en su cama, tomando una almohada para ahogar su llanto. No podía dejar que alguien lo escuche porque sus padres preguntarían, lo que le harían sentir peor. Mordió su labio, mientras recordaba aquella bella sonrisa que SeokJin siempre mostro mientras el mostraba cuando leía la carta. Sonrisa que ya no vería. 

Unas pequeñas pisadas se escucharon, empujando la puerta con habilidad y así tirándose a la cama junto a su dueño, quien apenas noto su presencia. Kim abrió ligeramente sus ojos, notando las lamidas que le daba el can a su rostro. Aquello le hizo reír ligeramente, pero el profundo dolor permanecía ahí. 

Se sentó en posición de flor de loto, observando al perrito que ladeaba su cola de derecha a izquierda, girando su cabeza en modo de confusión. Extendió su mano, acariciando el pelaje alvino de su mascota. Este se acercó, echando su parte superior entre las piernas del joven. No ladraba ni hacia nada, solo lo acompañaba, porque él creía firmemente que los animares podían entenderte cuando algo no iba bien. Sentían sus vibras. 

— Estaré bien. Solo es un pequeño bache. — abrazo al canino, buscando tranquilidad. 

Fue un trascurso de media hora, cuando la familia se reunió en la planta baja dispuestos a salir a comer al restaurante. El hermano mayor de NamJoon, JunHoe, por una rápida mirada por su hermano, quien únicamente le sonrió, haciendo un gesto para que no le preste atención. Caro que el mayor de los hermanos no iba a pasar por alto los ojos rojos y ligeramente hinchados que el menor tenía. Sin embargo, no le dijo nada porque sabía lo mucho que le incomodaba a NamJoon que hablen de sus problemas frente a sus padres. Sabía que no le iban a preguntar, muy probablemente, por lo que no mostro interés. 

Los cuatro subieron al auto, manteniendo un silencio frio. Nadie interrumpía, nadie hablaba. Aquellos no eran muy positivos por el lado del adolescente, pues al estar en constante silencio únicamente le hacía caer en un profundo mar de pensamiento, donde trataba de ver que es lo que pudo haber hecho mal. En qué parte fallo. ¿Por qué no logro enamorar a SeokJin? ¿Quién era la persona que a SeokJin le gustaba? 

No estaba seguro, pues no sabía mucho, dudaba que alguien del colegio, pues no era del todo aceptado. Por lo cual se convenció en que podía ser de su barrio o círculo cercano. Sea quien sea, únicamente podía sentir una envidia y dolor. No obstante, no podía hacer nada. Había peleado todo lo que pudo, ahora aceptaría que es lo que había pasado. No forzaría a SeokJin. Si él tomo una decisión, él lo respetaría porque no quería hacerlo sentir agobiado. 

NamJoon seco una lágrima que se escapó mientras sorbia su nariz observaba el exterior. Únicamente faltaba que regresen a su hogar para que pueda tratar de arreglar todo. 

𝐓𝐇𝐄 𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄 𝐎𝐅 𝐘𝐎𝐔 𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌𝐒 || 𝐍𝐉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora