16: Abertura

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Jaula: Kago no Tori no Juin

16: Abertura

Hinata estaba impuesta a levantarse antes de que el sol saliera, a pesar de haber perdido el titulo de Heredera tiempo atrás, su padre jamás permitió que sus entrenamientos fueran descuidados.

―Buenos días, Hinata-sama. ―entró a su habitación Naoko, quien años atrás se convirtió en la encargada de la pequeña hija mayor de la familia principal. ―Ya tengo su ropa del día lista.

―No necesitas ocuparte de cada detalle, Naoko-san, seguro Midori-san la necesita más en la cocina o algún otro lugar.

Agradeció no haber tomado más de un trago de sake la noche anterior, levantándose para ponerse las prendas que estaban colgadas frente a ella, si dudaba un poco seguro la otra Hyuuga empezaría a sacarle el pijama como cuando era una niña.

―Mi tarea principal es usted, Hinata-sama. ―declaró segura. ―Y el desayuno ya esta listo para ser servido. No olvidé que hoy tendremos la clase de cocina que me pidió la semana pasada, estoy segura que Uzumaki-san quedará encantado con los platillos que le enseñaré a hacer.

―¡Naoko-san! ―se quejó, sonrojándose hasta el cuello ante la ultima declaración de la mujer. ―Yo... yo...

―No tiene porqué avergonzarse, Hinata-sama. ―sonrió. ―Es lo más natural del mundo que una chica quiera sorprender a su ser amado con una buena comida, después de todo, a un hombre se le enamora desde el estómago.

―¿Sakura-san ya esta despierta? ―cambió el tema, pensando en que quizá la pelirosa pudiera tener una idea sobre la sorpresa que estaba planeando para el rubio, de algo tenía que servir ser compañeros de equipo.

―Sakura-sama se despertó muy temprano junto a Hiashi-sama y Neji-sama para entrenar. ―informó, comenzando a peinar la larga melena negra de la menor.

―Hmm... ―asintió, quedando en silencio y perdiéndose en sus propios pensamientos.

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Sakura crujió los dientes, ajustando su mandíbula después de recibir un golpe directo, había sido muy lenta, demasiado. También fue soberbia al pensar que Neji mantendría el mismo patrón en sus ataques y sería la región de su cuello el punto diana y no su cara.

―Ni siquiera necesito remarcar tu error, Sakura. ―mencionó el jefe Hyuuga con una sonrisa sorna. ―Si te sigues moviendo de esa forma nunca podrás llegar a utilizar el puño suave de manera correcta.

―Te voy a destrozar, Hyuuga. ― vociferó entre dientes, haciendo circular chakra en sus pies para preparar un salto rápido.

―En tus sueños, Haruno. ―regresó, utilizando también su apellido para seguirle el juego, aunque habían dejado las formalidades mucho tiempo tiempo atrás.

―No quiero que vuelvas a destrozar el bosque, Sakura. ―los interrumpió Hiashi, sabiendo que cuando la pelirosa comenzaba a molestarse, sus ataques se convertían en una combinación de estilos, creando ataques fuertes y salvajes que pasaban a ser suaves como una hoja siendo arrastrada por las olas de viento. ―Necesitas controlar más ese temperamento.

―Mi temperamento es tranquilo. ―se quejó, cayendo de nuevo al suelo sin hacer ningún ruido. ―Fue Neji quien inició ese ataque burdo.

―Los dos son demasiado infantiles. ―los señaló, listo para emprender viaje hacia la mansión principal.

―No lo soy.

―Por cierto, Sakura. ―se giró Hiashi, para quedar de frente a la pelirosa. ―Reserva tu tarde para una clase con Katsuro, al parecer tu maestro no te instruyó en la forma correcta de dirigirte a otras personas dentro de la aldea.

―Él si me enseñó. ―dijo Sakura, defendiendo a su maestro, no sabía si recibiría un regaño por parte del líder de su clan por un error de ella, a pesar de que no veía nada de malo en utilizar el sufijo "-sama" para referirse al padre de Shikamaru.

― ¿Entonces el error fue completamente tuyo? ―preguntó, mirándola con unos ojos frios como el hielo.

Después de la convivencia que había mantenido con el hombre y lo fácil que era hablar con él sobre cientos de temas, podía olvidar que el ninja no dejaba de ser el líder de uno de los clanes más poderosos del País del Fuego, ni la reputación que cargaba sobre su espalda.

―Si. ―respondió, esperando que hubiera sonado tan segura como esperaba.

―Las palabras tiene poder, Sakura. ―añadió, volviendo a emprender paso a la casa. ―Por eso existen muchos sufijos, cada uno debe ser usado de forma correcta para expresar el rango, no solo ninja, sino social, de cada persona.

―Mi rango...

―Tu rango es de Jounnin de Konoha, agregada y tratada como Heredera del Clan Hyuuga.

El resto del camino se hizo en silencio, cuando pasaron las puertas de la mansión ya los esperaba uno de los guardias que custodiaba la seguridad dentro del complejo, Sakura lo reconoció, dando un pequeño asentimiento con la cabeza cuando el hombre hizo una reverencia ante el jefe de la familia y posteriormente le entregó un pergamino a ella.

―Sakura-sama, de parte de Hokage-sama.

―Puedes retirarte. ―lo despidió Hiashi.

La Haruno abrió el pergamino, rompiendo el sello de chakra que Kakashi había puesto, estiró el papel y comenzó a leer el contenido de forma rápida.

―¿Te vas a una misión, Sakura-san? ―interrumpió Hinata, que llegó poco después de ver que le entregaran el rollo de papel.

―Dentro de tres días salgo de misión junto a Sasuke al norte. ―susurró, aún leyendo los detalles.

―¿De nuevo? ¿Otra misión tan pronto? ―preguntó Neji extrañado, Sakura no solía recibir misiones lejos de la aldea tan seguido, su presencia como ninja medico dentro del hospital era muy importante como para desplegarla por una misión que cualquiera pudiera realizar.

―Kakashi ya esta aprendiendo. ―soltó, emocionada mientras realizaba un movimiento de puños por su victoria personal.

―Rokudaime Hokage es de las pocas personas en quien si se requiere el sufijo "-sama" y no utilizas ninguno. ―se rindió Hiashi, suspirando cansado mientras se dirigía al comedor.

―Entre más pronto acepte que soy un caso perdido, más rápido lo superaremos, Hiashi-san. ―se rio, guardando entre sus ropas el pergamino para seguir al hombre mayor y poder desayunar, sus tripas comenzaban a rugir después de todo ese entrenamiento matutino.

―¿Están libres esta tarde? ―quiso saber Hinata, uniéndose a la comitiva que marchaba a por sus alimentos.

―¿Libres para qué, Hinata-san? ―preguntó Neji, aun sabiéndole amargo el "-san" en el nombre de su prima.

―Bueno... yo quería...

―¿si?

―Jugar cartas.

―¿Jugar cartas? ―repitió Neji, no estando seguro si había escuchado bien.

―Naruto me dijo que era divertido, que Sasuke-san, Sakura-san y él jugaban cuando iban de misiones y se quedaban en un hostal.

Jaula (NejiSaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora