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La golpeó de igual manera sin importarle mucho si hablaba o no.

Y ahí se encontraba Tn un par de minutos después, limpiando el piso donde había caído la comida que había preparado. El mayor también había tirado el plato de la castaña así que se quedaría sin comer esa noche, pues en su casa le habían hecho lo mismo horas atrás.

—¡Tn! Cuando acabes ven aquí— le ordenó con tono autoritario.

—S-si amo— afirmó con algo de vergüenza por haberlo llamado de esa manera.

Acabó de limpiar y fue a la oficina del susodicho.

—ten esto, no voy a dejar que andes con toda la ropa pegoteada— le entregó otra prenda con cierto parecido a la primera.

—ve a bañarte y ahí te cambias— le dijo tomándola de la mano llevándola al baño

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—ve a bañarte y ahí te cambias— le dijo tomándola de la mano llevándola al baño. En el camino, empezó a insultar el cuerpo de la menor junto a sus cicatrices, diciendo que tenía suerte de que la hubiera elegido a ella para estar con el. Que la amaba y por eso se lo decía.

En fin, cuando Tn llegó al mencionado cuarto, su contrario se fue cerrando la puerta detrás de sí.

La de dientes separados se miró al espejo viendo sus cicatrices y cuerpo. Estaba huesuda (aunque eso ya era algo genético), era pálida como la porcelana misma exceptuando su nariz; mejillas; rodillas; codos y partes íntimas que eran más bien de un color rojizo (aunque en esas últimas era de un color algo más oscuro), no poseía curva alguna; tenía el cuerpo de una niña en las propias palabras de su "amo", y un largo etc.

Su cara cambió a una de desánimo repentinamente.

Se desvistió tocandose un pecho; nada. Dejó su ropa sucia y la limpia en un lugar donde no se fuera a ensuciar más ni a mojar (claramente ambos conjuntos en distintos lugares).

Abrió la regadera y se metió bajo la lluvia. Soltó un par de quejidos pues las heridas recibidas en la casa de sus padres no habían sanado y ardían como cual infierno.

Se quedó por unos segundos mirando a un punto fijo en la pared ¿Que debía hacer? ¿Llorar acaso? No arreglaría nada, y por otro lado tampoco podía, estaba paralizada por algún motivo.

Volvió a la realidad, debería acostumbrarse, pelear no serviría de nada. No sabía dónde se encontraba, como para escapar, no sabía de nadie que pudiera ayudarla, su teléfono había quedado en el bolsillo de su pantalón como para poder llamar a alguien. Que triste, era impotente, solitaria, triste...

Se terminó de bañar y salió. Todo con la misma cara de desinterés, ya nada le importaba, pues claro; nada le quedaba.

Salió de bañarse y su "amo" le indicó dónde dejar la ropa sucia. Le dijo que por ahora no la lavara, que antes fuera con el. Ella fue.

Aquel hombre la sentó en sus piernas abriendo las de su contraria. Empezó a toquetear todo su cuerpo, haciendo comentarios acerca del mismo.

—¿Pero sabes que?— le preguntó tocando uno de sus pechos luego de haberla insultado de todas maneras posibles.

—¿Que?— Le preguntó la menor de manera seca.

—te amo... Por muy fea, inútil e idiota que seas, aún así te amo mucho pequeña— respondió besándole la mejilla. Ella se sentía falsamente completa con aquel beso. Nunca nadie se lo había dado realmente. Sonrió con levedad. "Pequeña" era el mismo apodo que había ocupado Canadá con ella...

¿Que tan malo podría ser aguantar a aquel impredecible hombre a cambio de un poco de cariño y afecto? Empezó a reconsiderar Tn. Era conciente de que algo no cuadraba. Si tanto la amaba entonces: ¿Por qué la trataba así? ¿Por qué la golpeaba? Supuso que así de crudo era el amor realmente y dejó pasar aquellas preguntas.

Claramente aquel "afecto" y "cariño" eran falsos, pero la más joven no era capaz de ver eso. Nadie nunca le enseñó lo que era el amor ni como debía ser dado. Todas las "muestras de amor" que había presenciado en toda su vida eran tóxicas y destructivas.

El mayor la apoyó contra su pecho y empezó a hacerle mimos. La menor simplemente se dejó hacer quedándose quieta con sus ojitos cerrados.

Si, se dejaría maltratar y todo por un poco de "amor" y "afecto" por parte de alguien.

—oye corazón— la llamó.

—¿Si?— respondió ya sin tanta mala gana.

—mañana vendrá mi hijo de la casa de mi exesposa junto a ella, ya no podré darte cariño como ahora y mientras ellos estén aquí, dormirás en una habitación para invitados para que no le digan a nadie sobre lo nuestro, ya te daré ropa un poco más normal para que estés así hasta que mi hijo vuelva a irse— le advirtió de manera calmada. No quería que su hijo y exesposa vieran que tenía a una adolescente como "novia" (y esclava) y el como la trataba de aquella manera tan impredecible pero al mismo tiempo cariñosa de mala manera por lo que sería indiferente con la menor mientras estuviesen los antes mencionados. Lo malo del trato era que debería dormir en el sótano de ser el caso que hiciera algo mal.

—está bien— afirmó con normalidad.

El la volvió a besar —buena chica— eso quería, que la menor pensara que tenían alguna relación para hacerla más manipulable.

Al día siguiente

El mayor le había entregado nuevamente su ropa común a Tn y la había dejado dormir en el cuarto de invitados.

Al día siguiente fue despertada por su "amo" avisándole que la familia del mismo había llegado y que fuera a saludar. Todo con un tono serio y condescendiente.

 ᬽ⃠ᭃᬺ↝[мυñєqυιтα ;;🍒] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora