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┆┆❝[8]➝☔;; Aftercare [luego de hablar de un tema sensible]❞┆┆

░⃠Aftercare [luego de hablar de un tema sensible]

Los días pasaban y Tn había empezado a vivir con Canadá.

La de ojos pantano era bastante cariñosa, pero seguía siendo demasiado tímida.

Mientras que el de ojos rubí era bastante atento y protector con la menor.

La menor por ahora debía utilizar la ropa del canadiense, pues tan solo poseía parte de aquella lencería blanca semitransparente.

Era un día de lluvia y se encontraba utilizando el suéter del canadiense el cuál le quedaba sumamente grande. Abajo tan solo llevaba las bragas blancas que habían sido arrancadas de las mencionadas prendas eróticas por el mayor.

Canadá se encontraba en el trabajo, mientras que Tn estaba durmiendo en la cama del mismo. Había estado viendo la lluvia y en cierto momento cayó dormida

Pasado un tiempo. El canadiense volvió. Abrió la puerta y le habló a la ojiverdoso indicándole que ya había llegado. Sin embargo lo raro fue cuando la menor no respondió.

Decidió buscarla y al entrar a su cuarto se encontró con la tierna escena de la de pálida piel durmiendo. Se acercó más para verla de frente.

Algo así

Cómo tenía sus rodillas pegadas al pecho eso facilitó que el suéter que llevaba se levantara dejando ver sus bragas. El mayor rió silenciosamente y se agachó hasta quedar a la altura de la cama —peque~ oye pequeña, despierta— dijo el mayor con una voz grave acariciando los cabellos de la mas jóven.

—¿Uh...?— pronunció recién despertándose. Procedió a disculparse por haberse dormido en la cama del canadiense.

—no te disculpes, yo también venía a dormir. Vengo muy cansado del trabajo— declaró con voz de pereza empezando a sacarse el chaleco que llevaba junto a los zapatos. Tn al notar que el canadiense se estaba por cambiar se tapó los ojos con el cuello del suéter que llevaba puesto.

El mayor solo se sacó algo de ropa para dormir más cómodo pero no dejaba ver nada obsceno pues se estaba cambiando frente a Tn y no quería incomodarla, aunque inevitablemente ya lo había logrado. En fin. Se acercó a la cama y corrió las frazadas procediendo a recostarse en la misma tapándose con la colchas.

—¿Canadá?— llamó la menor que seguía sentada a un costado.

—¿Yes, honey?— respondió viendo a los ojos a la de pálida piel.

—¿p-puedo dormir con usted?— cuestionó con vergüenza.

El mayor rió y afirmó. La de cabello castaño claro gateó hasta la otra punta de la cama (que era donde el canadiense estaba recostado) e hizo lo mismo que su contrario segundos atrás y se acostó junto a el.

Era un momento agradable. La lluvia sonaba afuera y ambos estaban calentitos bajo las frazadas. En cierto momento, a la menor se le ocurrió preguntarle algo al mayor.

—Canadá— llamó tal y como hace un rato.

—¿Yes?— respondió sin más.

—¿Que es el amor?— cuestionó confundida. El canadiense no sabía cómo responderle exactamente, hasta que se le ocurrió algo.

—verás, para mí el amor es aceptar a la persona tal como es, con sus luces y sus sombras. Su rabia, enfados, risas, diferencias y contradicciones. Sin que se intente cambiar ni poseer a la otra persona, tan solo eso. Aceptar tal como sea cada uno, fuera de los romanticismos y pasiones del primer momento. Y también creo que es la confianza plena hacia otra persona. Dormir tranquilo sin preocupaciones, estar trabajando y desear que llegue la noche para ver a la persona que quieres— respondió —Aunque para cada persona es diferente supongo ¿Que es el amor para tí?— le preguntó viendo a la menor algo fascinada por la contestación.

—no tengo idea— contesto con suma franqueza —Tuve novio por un tiempo, pero la relación que teníamos era bastante... Cómo decirlo... Es lo que usted definió el otro día como tóxico— habían estado viendo una serie entre ambos y el mayor en su momento había resaltado como la misma romantizaba una pareja tóxica, para seguido de esto explicar el porqué.

En fin. La de ojos verdosos empezó contarle como era todo en aquella tóxica relación. Acabó llorando, pues habían varias cosas que nunca pudo hablar con nadie y solo se las guardaba para si misma por vergüenza o miedo, pero ya no se sentía así estando junto al canadiense. Seguido de eso, comenzó a comentarle sobre las manipulaciones que había sufrido en la casa de aquel hombre al cuál había sido vendida. Canadá suspiró algo entristecido por lo relatado por Tn, mientras esta lloraba acarició su cabello y ella más por un impulso que por otra cosa, lo abrazó ocultando su cara en su pecho. Odiaba recordar esos momentos, le hacían bastante mal. El canadiense empezó a sobar la espalda de la menor en un intento de calmar su llanto —pero, ¿Que decían tus padres?— le preguntó a la menor mientras esta le contaba la parte de su exnovio.

—N-nada, no les importaba— respondió entre lágrimas —Nunca les importó nada sobre mi—

Desde un primer comienzo, al canadiense le importaba tener una relación con la menor basada en el Daddy king Pero ahora al saber por todo lo que la menor había pasado, sentía ese deseo por protegerla y cuidarla, para que nunca más tuviera que pasar por eso.

Le hacía mimos y la tranquilizaba como podía, mientras que la menor seguía abrazada a él como un koala.

Empezó a hablar con ella tratando de calmarla, pero en cierto punto se dió cuenta como la menor no contestaba, miró mejor y notó como luego de llorar por tanto rato, cayó dormida en su pecho.

Le besó la frente y la dejó dormir para luego, el hacer lo mismo.