Dolly

9 - Culpa

~• Jack •~

No puedo mirarla a los ojos al contestar sus cuestionamientos. Me sigue hasta el baño y mientras me lavo la cara sigue preguntando, porque todavía después de tantos años, tiene el don de saber cuando algo está mal. Le digo la verdad a medias, mentiras acarameladas. Le digo que estábamos en un bar, tomando una copa, cuando Eric comenzó a ponerse mal. Le digo que mencioné algo sobre asfixia, un chiste, algo insignificante. Que Eric estaba muy alterado por algo que no tenía nada que ver conmigo pero fui yo el receptáculo de su ira.

—Ay Jack... —exclama, cubriéndose la cara con una mano.

Solo me enfurece más.

—¿Yo? No es mi puto problema que esté mal de la cabeza —bramo mientras me seco la cara con una toalla—. Creo que las drogas lo afectaron más de lo que creíamos. No entiendo su comportamiento, Maggie, no lo entiendo y no puedo aceptar que se ponga así, que me trate así —salgo del baño y ella junto conmigo. Comienzo a desnudarme—... ¿Y podrías dejar de abogar por él como si fuera un niño indefenso? Por eso es como es.

Me quito los pantalones para dejarlos en el banquillo al pie de la cama y busco a Maggie, ya que ha decidido guardar silencio. Sus enormes ojos brillan más de lo normal mientras se abraza con un brazo y sostiene la otra mano contra su boca en una expresión de preocupación.

—No te acuerdas, ¿Verdad?

Cuatro simples palabras parecen revivir algo muerto, convocar una memorias que decidí olvidar y enterrar en esa parte de recuerdos intocables. Estábamos en servicio, descansando después de un largo día de entrenamiento. Habíamos tenido un enfrentamiento unos días antes y ya todos sabíamos que había sido especialmente duro para Jones, quien tenía un par de semanas mostrando signos de depresión. Hacía el más terrible calor aquel día que salí de la tienda de Eric para cambiar una revista pornográfica por cigarrillos. Lo dejé con Jones, quien había estado durmiendo, pero los fulgores que anunciaban la tormenta que estaba por llegar, debieron despertarlo.

Regresé para ver a Eric arrodillado junto a su cadáver.

"Quiso matarme" dijo al verme, con los ojos llenos de lágrimas y marcas de dedos alrededor de su cuello.

—Mierda —mascullo, sintiendo una punzada de dolor que humedece mis ojos ante la luminosidad de un recuerdo que debería haber muerto.

—Sí, mierda —confirma Maggie. Me desplomo en la cama y me cubro la cara, avergonzado y más molesto. Conmigo mismo esta vez—. ¿Cómo pudiste olvidar eso, Jack?

—Lo olvidé junto con todo lo demás, Maggie, todo lo que no sirve recordar ahora que ya estamos lejos —bramo, ahogado por la presión de mis manos.

—Sabes que todo eso fue mucho más difícil para él que para ti...

—Fue un error, ¿Bien? —chillo, descubriéndome la cara para echarle una mirada iracunda—. ¡Fue un error y nada más!

Debe ver la desesperación en mis ojos, escucharla en mi voz. Debe percibir la angustia que me carcome, porque sabe que bajo ninguna circunstancia heriría a Eric a propósito. Baja la guardia enseguida y se sienta a la orilla de la cama, acariciando mi pierna mientras yo observo el techo, recordando la reacción de Eric ante el requerimiento de Krista; estando la caliente apenas puedo pensar coherentemente, recordar algo de hace años es tarea imposible. Cierro los ojos y resuello, buscando la calma para decidir qué hacer a continuación. Fue un error, uno honesto pero de igual manera vil.

—Mañana me disculparé en persona. Lo llevaré a cenar o algo —exclamo y abro los ojos para ver a mi esposa asentir, con una sonrisa tenue.

—Es lo menos que merece.