19 - Solo

396 20 2
                                    


~• Jack •~

Han pasado dos meses desde que huyó de mí y todavía no sé qué es lo que buscaba. No me dio una explicación y tampoco se la pedí; no soy tan cínico como para hacerlo, y en ese momento estaba tan ebria que apenas podía caminar. Han sido dos meses de dormir separados, de hablarnos forzosamente cuando Brandon está cerca, porque ella se empeña en fingir que todo está bien y yo le sigo la corriente. Me evita. No me mira a los ojos cuando intercambiamos los buenos días al coincidir en la cocina y si intento hablarle me dice que "Después", huyendo para recluirse en la alcoba que por tantos años compartimos.

Tengo dudas, pero sé que separarme de ella es lo mejor que puedo hacer.

Liberarla del yugo del engaño, dejarla hacer su vida con alguien que no sea un hijo de puta y sí la valore. Maggie es la mujer perfecta. Desde ahora extraño su cariño, su atención y su devoción absoluta, pero he llegado a la difícil conclusión de que nunca me sentí tan conectado a ella como a Krista. Y sé que la situación con Krista no es idónea, o al menos no como yo imaginaba que una relación de pareja sería. Eric es parte de esta y lo quiere tanto como a mí, por lo que es imposible imaginarlo de otra manera. No puedo cambiar a Krista, así como no puedo cambiar las cosas que me separaron de Maggie.

Su obsesión con la perfección.

Su puritanismo.

Su personalidad conformista.

Su falta de atención.

Su idea de que tenía que dejar de ser una esposa al convertirse en madre.

La observo desde la sala mientras hace té, dos tazas porque es lo suficientemente cordial como para ofrecerme una, que por supuesto aceptaré por educación. Siento que ha llegado el momento de hablar de verdad, no solo saludarnos y que ella me evite antes de que abra la boca siquiera, de decirle que tramitaré el divorcio, aunque no quiera escucharlo. Creo que por eso me evita, como si lo fuera a olvidar o como si fuera a cambiar de parecer. Lo he hecho un par de veces, debo admitirlo. Bien podría contentarla, insistir en que sólo exageró todo y lograr que se lo crea. Bien podría seguir fingiendo que la amo pero ya no... Ya no lo siento.

¿No sería más cruel eso? ¿Dejarla pensar que nada ha cambiado a pesar de que Krista llegó a desmoronar mi existencia y a reconstruirla de nuevo?

Termina de hacer el té y yo bajo la mirada a mi libro para fingir que no la estaba viendo. De soslayo veo que camina hacia mí y la encaro cuando me ofrece la taza de porcelana blanca, cierro el libro sobre mi regazo y la tomo, dándole una sonrisa mesurada que no dura: Apenas la veo, descubro que algo está muy mal. No la había visto así en un tiempo. Siempre me evita, se voltea, agacha la cabeza, pero ahora que la veo, frente a mí, me doy cuenta de lo mal que luce. Está ojerosa, pálida. Ha bajado de peso y su cara tiende a verse demacrada cuando pierde unos kilos, el rosa de sus labios está desvaído. Me preocupo enseguida y ella lo sabe. Me da una pequeña sonrisa incómoda mientras se sienta en el mismo sillón, aunque en el otro extremo. Le da un traguito a su té, mientras que yo no puedo.

—Maggie, ¿Estás bien? —pregunto antes de pensar siquiera en contenerme.

Maggie levanta sus ojos de la taza y después me mira, su mirada llena de miseria y lágrimas que no tarda mucho en derramar. Siento que algo me atraviesa el pecho con violencia y me apresuro a dejar mi taza y el libro en la mesa de centro.

—Estoy embarazada —exclama y estalla en llanto.

La sensación de pesadez en mi pecho se agrava, me siento conmocionado, confundido, incrédulo ante una vida que se empeña en poner obstáculos en mi camino. Sin embargo, actúo rápido y en lugar de paralizarme me acerco a mi esposa, quitándole la taza de las temblorosas manos para ponerla en la mesita y después abrazarla. Ella se aferra a mí con necesidad, llorando desconsolada y entiendo el por qué. Las cosas no han estado bien, es obvio que aún sospecha de Krista pero... Pensé que otro bebé la haría feliz, ya que desde hace un par de años ha estado dándome indirectas sobre eso. La aprieto contra mi cuerpo. Si no me equivoco, debe tener un poco más de dos meses de gestación, ¿Eric lo sabe y es por eso que actúan tan extraño últimamente? Mierda, esto complica todo.

DollyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora