MIRRIAUS

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Todo en la mansión era un total caos, los de la servidumbre salían y entraban con mucha prisa ya que por decisión de el señor Zee, Saint y él se mudarian al campo por un año y medio, algo que los hermanos de Zee entendieron debido al asunto de Saint.

No crees que estas exagerado - dijo Saint sentado en el asiento trasero - digo, entiendo que nos mudemos pero tiene que ser tan rápido - le hizo ojitos a Zee.

Es mejor no correr ningún riesgo - acarició los caché ticos de Saint para luego besar su naricita - un lindo gatito embarazado como tu, tiene que estar muy protegido - junto sus frentes y cerro sus ojos - estuve esperando mucho por ti, no quiero que un maldito te lastime a ti o a mis bebés - susurro y luego se separó con una sonrisa.

Saint estaba más que contento por lo que le había dicho su pareja, pero por otra parte tenía miedo de que algún cazador le hiciera daña a la familia que estaba formando.

Ya cuando estaban metiendo la última caja al carro de mudanza, todos estaban listos para partir a la nueva casa de la pareja... El viaje duro varias horas en las cuales la mayoría las paso durmiendo Saint echo bolita en un suéter de Zee, el cual estaba conducía.

Saint cariño - decía Zee mientras movía al perezoso de Saint - ya llegamos tienes que levantarte.

Lentamente Saint fue abriendo sus ojitos gatunos, para luego ronronear y empezar a levantarse con pereza - ~miawww~... Me puedes cargar siento que mi cuerpo me ganá - volvió a tumbarse en el asiento, lo que hizo que Zee sonriera tiernamente por su gatito para luego cargarlo.

Espero que no se nos halla olvidado nada - dijo mientras se dirigía al carro de mudanzas con su minino en brazos - ¡oye tu! - le grito al que se encargó de conducir el carro - espero que no se te halla olvidado nada.

Pero que cosas dices Señor Bigotes - dijo Saint en los brazos de su pareja - el señor Roberto es un profesional en sus trabajos.

Así es señor Zee, por cierto es un placer volver a ver lo - dijo el híbrido Roberto bajando se la gorra.

Usted es él que estaba en el almacén la ves pasada - dijo Zee y Roberto asintió - valla me sorprende mucho.

Como les dije la vez pasada yo soy perro de muchos trabajos y no tiene por que preocuparse por sus cosas, tengo a un gran ayudante que se encarga de revisar que todo este en orden dentro del carro - dijo mirando asia el suelo, donde un pequeño ratoncito los saludo.

Ese ratón - susurro entre dientes y abriendo los brazos dejando caer a Saint, quien chillo al caer de pies con los pelos erizados - cariño perdón - dijo nervioso y luego tomó nuevamente a Saint en brazos - perdón cariño no era mi intención dejarte caer así.

¡Si valoras tus siete vidas te recomiendo que tengas más cuidado!... - dijo lanzándole un zarpazo que no llegará a lastimar lo - ¡gato sangron acaso se te olvida que vengo con mininos abordó!.

De verdad lo siento cariño es solo que ese ratón - miro al suelo encontrándose con el ratoncito sacándole la lengua.

Saint con una de sus peluda patitas le tapó la boca a Zee, el cual lo volteo a mirar.

Ese ratón se llama Rigoberto y para tu suerte tendrás que acostumbrar te a él, ya que se va a quedar con nosotros hasta que volvamos a la ciudad - dijo Saint para luego bajarse de los brazos de Zee y salir corriendo a la nueva casa.

El resto de la tarde fue acomodando todas las cosas y una que otra mirada de desafío por parte de Zee y Rigoberto.

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Hola como están... Espero les haya gustado el capítulo, perdón por si hay errores de ortografía.
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Nos leemos mañana
Bye.
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