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~un ratoncito se paseaba al rededor de una trampa~ - cantaba Rigoberto a los tres gatitos - ~como los humanos eran muy tontos el ratoncito salió ganando~... ~dos raton...

No crees que debería de parar con esa canción - interrumpió Zee la gran canción que el ratoncito había creado - digo, después de todo son gatos y los quieres convertir en ratones - río para acercarse al gran corral lleno de suaves almohadas.

Se que sin tres hermosos mirriaus, pero quien soy yo al no caer en la tentación de corromper los un poco - dijo burlón el ratoncito para luego acostarse al lado de los gatitos.

Zee miraba enternecido ese hermoso momento pero se fijó de que algo, o más bien alguien faltaba.

Si estas buscando a Saint debe de estar durmiendo en la caja de su habitación - hablo el ratoncito mientras se aseguraba de que los mininos estaban dormidos y calentitos - estas bolitas de pelo lo agotaron mucho hoy, así que me dijo que lo cubriera por un rato.

Zee asintió y colocó música para gatitos que los hacia dormir tranquilos.

Ya paso una semana desde que nacieron y tenerlos con nosotros nos ha hecho la vida más que espontánea - sonrió y el ratoncito corrió para posarse en el hombro de Zee - lo bueno es que me encargue de que esos idiotas no se acercaran más a nosotros y esta vez es definitivo - miraba a sus gatitos dormir y le causaba cierta ternura ver como sus pancitas subían y bajaban mientras movían sus bigotes.

Escucharon eso pequeños... Gracias a su padre ahora estarán más seguros - se bajo del hombro y se poso en su pequeña torre de vigilancia - si quieres puedes acompañar a Saint en sus sueños, se que también estas muy agotado por todo el trabajo - murmuro mientras no apartaba la vista de los mininos.

Zee asintió y después de darles otra mirada a sus hijos se fue en busca del gatito que le hacia ronronear.

Cuando llegó a su habitación se transformó en gato para empezar a buscar al señor brillitos - "Dios salva a estos gatos de los nombres que les ponen" - pensó Zee para luego escuchar unos ronroneos que conocía bastante bien.

Siguió el ronroneo hasta dar con su hermoso gatito durmiendo tranquilamente en una caja llena de sudaderas de Saint y de él.

Con cuidado de no despertar a su gatito se acostó al lado de él abrigando un poco ya que estaban en épocas de invierno.

Las horas pasaron y el primero en despertar fue Saint sintiéndose extremadamente cálido al ver como su alfa lo abrigaba - ~Señor Bigotes~ - canturreo un poco molestando a su alfa.

Hummm - se quejó Zee, para luego estirarse un poco y abrir lentamente sus ojos gatunos - que pasa gatito - bostezo y movió su nariz de forma graciosa.

Saint se acarició con el rostro de Zee y luego dejó tiernos piquitos en su narisita.

Tengo hambre y los gatitos no demoran en despertarse para que los alimente - dijo jugando con la cola de Zee - y además hoy decidiremos los nombres de los gatitos.

Zee asintió y salió de la caja para luego sentir como era aplastado por Saint dejando entender que quería jugar en lo que llegaban con sus crías.

Una carrera se formó en toda la casa con una que otra trampa hecha por Saint para poder ganarle a su alfa, cuando llegaron al cuarto comenzaron una lucha por ver quien llegaba primer al corral, sin importarles que los gatitos ya estaban despiertos siendo atendidos por el ratoncito Rigoberto.

Por otro lado Rigoberto no tardo mucho para ir por palomitas y empezar a ver su mejor entretenimiento 24\7, a Saint molestando una que otra vez a Zee y pies de vez en cuando el se les unía.

¿Qyieren mirriaus?... - pregunto el ratoncito a los gatitos que aún no podían decir nada, pero con un maullido los gatitos también empezaron  a comer palomitas mientras que sus padres jugaban.

¡Ya rinde te Señor Bigotes!... ¡Siempre te ganó y esta no será la excepción! - dijo Saint intentando safarse del agarre de su alfa.

Saint al ver que no podía con la fuerza de Zee, decidió utilizar su haz bajo la manga... Su hermosa y deslumbrante cola.

Si sigues así mi hermosa cola se despeinara - hizo un puchero para después empezar a pasar su cola sensualmente por la cara de Zee - si sabes lo difícil que es ponerla hermosa solo para ti - los ojos de Saint destellaban victoria al ver como entre ronroneos Saint hiba debilitando su agarre.

Eres un buen gatito Señor Bigotes - Saint se puso en sus cuatro patas y camino hacia el corral moviendo su cola sensualmente - no que no gatito.

Cuando Zee volvió en sus cinco sentidos bufo por ser tan débil ante su omega, pero que podía hacer la carne es débil y pues a él le encantaba ver a ese gatito feliz.

Sin perder más él tiempo Zee se acercó al corral encontrándose a un ratoncito dormido con una gran panza debido a las palomitas, al igual que los gatitos solo que estos se encontraban rodeando lo.

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Hola como están... Espero les halla gustado este capítulo y perdón por si hay errores de ortografía.
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Nos leemos luego
Bye.

MIRRIAUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora