MIRRIAUS

10

Un lindo gatito corría por un gran campo de flores o más bien estaba correteando a un pequeño pero no tan indefenso ratón, el cual sin querer queriendo con toda la intención del mundo le había arrancado un bigote al Señor Bigotes, por que supuestamente con el bigote se podía hacer magia.

Por otro lado teníamos a un Saint disfrutando del día reposando sobre el suave césped, mientras comía deliciosas cerezas.

Que les están pareciendo las cerezas - dijo Saint acariciando su aún plano vientre - pues aparentemente si, por que desde hace unos días no he parado de pedirlas.

Lentamente volteo a ver en donde se encontraban Rigoberto y su gatito gruñon, sonrió tiernamente al ver como de corretearse tanto terminaron cansados y se durmieron uno al lado del otro.

Se que van a tener un padre muy bueno y no lo digo por que es mi alfa, lo digo por que así lo veo - sonrió mirando su vientre e imaginando se como sería cuando tenga a sus mininos en brazos - se está esforzando tanto para cuidarnos que hasta incluso aceptó que Rigoberto se quedará con nosotros, se imaginan como sería Rigoberto de niñero - se río soltando una gran carcajada de tan solo pensar en como sería Rigoberto con los gatitos.

Pero toda carcajada fue callada cuando escucho unos ladridos y unas voces desconocidas "cazadores" Pensó Saint, para después ir junto a Zee y a Rigoberto.

Bigotes - dijo Saint moviendo lo y haciendo que Rigoberto se cayera.

Que sucede - dijo entre bostezos Zee es tirándose - ya es hora de irnos.

Saint asintió y Zee pudo ver la preocupación en los ojos de su gatito, unos ladridos llegaron a sus peludas orejas y hay fue cuando Zee se puso en alerta y Rigoberto despertó con su cola helada por el susto.

Son cazadores, pero como demonios se atrevieron a meterse en mi propiedad - en un abrir y cerrar de ojos volvió a su forma humana y se puso una moda que había traído aparte - será mejor que se largue rápido antes de que me enfade más con ellos - habló serio mientras un brillo de furia se apoderaba en sus ojos.

No vallas hacer nada que te meta en problemas - habló Saint con los ojos cristalizados, ya que el sabia como eran esos caza híbridos - no quiero que te lastimen por esto.

¿Por esto?... Por esto tu seguridad junto a los bebés esta en peligro y esta bien no haré nada, pero si pondré una cerca eléctrica - dijo tomándolo por la cintura pegando sus frentes - será mejor que nos vallamos y antes de que haga algo de lo cual no me arrepentire.

Y que hacemos con Rigoberto, parece que ni esta en condiciones para caminar - dijo Saint mirando al suelo viendo a un ratoncito literalmente congelado.

Será una experiencia única para ese ratón - dijo Zee pero su minino le contradijo con la mirada - esta bien lo llevaré - lo tomo en una de sus manos y lo metió a la canasta, para luego irse sin dejar rastro a los cazadores.

5 meses después

Un Saint mimado y con un tierno puchero movía de un lado a otro a su pareja intentando despertarlo, ya que sus mininos lo despertaron por los antojos.

Zee~ - dijo Saint aún moviendo lo - por favor no podré dormir con estos antojos - hizo un puchero.

Lentamente Zee empezó abrir los ojos para cumplir con los deseos de su omega, la verdad es que no le costaba nada pero si que sufría cuando a su tierno y lindo omega le daban antojos a las 4 de la mañana.

Se levantó de la cama y se dirigió a la cocina para conseguir lo que su gatito quería y luego volver y consentir a su minino.

Atún y chocolate para mi lindo gatito - dijo entrando con una gran sonrisa, para luego sentarse al lado de su minino.

¡Yeiiiii!... - grito contento Saint mientras daba leves saltitos en la gran cama matrimonial - gracias - dijo para luego darle un tierno y corto beso a Zee.

Saint se dispuso a saciar sus antojos, mientras Zee lo abrazaba por atrás dándole tiernas caricias a su vientre asiendo le ronronear de alegría.

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He regresado de mis cortas
🐮ciones, espero les haya gustado este capítulo y perdón por si hay errores de ortografía.
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Nos leemos mañana
Bye.