MIRRIAUS

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Todo en la nueva casa de Zee y Saint era completamente tranquilo, solo se podían escuchar los cantos de los pájaros que seguramente serán la cena de Zee más tarde, debido a que lo levantaron exactamente a las 6 de la mañana.

Mañana me gustaría llevarte a un campo de flores que hay cerca de nuestra casa - dijo Zee mientras acariciaba las orejas que sobresalían de Saint, ya que ellos si podían sacar sus orejas y colita mientras están en su forma humana.

Me gustaría transformarme en gatito para jugar allí, pero claro que iré con tigo - dijo Saint mientras se acurrucaba más en el pecho de su pareja - me gusta tanto cuando te quedas un buen rato con migo - esta vez soltó su ronroneo, haciendo que su alfa se pusiera contentó.

También me gustaría jugar con tigo en el comportamiento de flores, pero sabes que tu embarazo lo debes en tu forma humana - imitó a su gatito y también saco su cola y orejas - sabes que lo que hacemos es por nuestros gatitos - ronroneo y empezó a repartir besos por todo el rostro de su mínimo.

Discúlpenme por molestar en un momento tan tierno, pero es tiempo de que el joven Saint tome su almuerzo Señor Bigotes - dijo el ratoncito Rigoberto, quien ahora llevaba un moño negro en su cuello.

Por si no lo sabias Señor Rigoberto yo también vivo aquí y también debo de tomar el almuerzo - dijo Zee teniendo una batalla de miradas con el ratón.

Por otra parte Saint estaba que no se aguantaba más la risa y se levantó antes de que se le escapara una carcajada.

Escúchame ratón si vamos a tener que convivir por un largo tiempo vamos a tener que dejar las cosas en claras - habló dominante Zee para luego transformarse en su lado gatuno - Saint es mío y la única razón de que no estés en mi merienda es por que Saint te tiene mucho cariño.

Pues yo tampoco es que está muy feliz de tener que vivir con tigo, la única razón de que acepte es por que no quiero que nada le pase - el ratoncito dijo esto último en un hilo de voz y con sus manitas jugando con el moñito que tenía colgando en su pequeño cuello.

A Zee ese momento se le hizo muy tierno y algo que apreciaba mucho era que alguien le brindará una mano para cuidar a su gatito mimado.

Sabes... en el momento que ví a Saint crei que él me hiba a comer algo que seria normal - habló Rigoberto con una tierna sonrisa - pero simplemente no lo hizo, apesar de toda la hambre que tenía no se atrevió a tocar me un solo pelo y por eso fue que decidí ayudarlo cuando me necesite como ahora.

Es muy lindo que Saint sea así con tigo - le sonrió a Rigoberto y se sentó a su lado - me agrada saber que el tiene a alguien como tu, tan puro con tus sentimientos.

No estas celoso de que el me quiera tanto a mí - dijo el ratoncito ya entrando más en confianza.

Pues no me gusta cuando se le acercan tanto pero no puedo hacer nada - soltó una risa - como sabrás Saint tiene su lado tierno y su lado que da miedo.

¡Zee!... ¡Rigoberto!... - grito Zee desde la puerta - ¡Roberto acaba de llegar con unos pollos!.

Pollos - dijo en forma pensativa Zee - yo nunca pedí pollos - volteo a mirar al ratoncito, quien se veía más que culpable.

En mi defensa esas gallinas son de las que dan los mejores huevos y necesito muchos nutrientes - dijo el ratoncito con una mano en el corazón y la otra levantada.

¡Te quieres robar los huevos de las gallinas!... - dijo Zee hechando se a reír, pero esa risa se fue a la goma cuando el ratoncito le dijo que había utilizado su tarjeta de crédito - ¡toda mi empatía hacia ti se ha esfumado!.

El ratoncito entre risas se hecho a correr por toda la casa siendo perseguido por Zee.

Yo se que se quieren solo que no se han dado cuenta - dijo Roberto en la puerta al lado de un Saint hecho risas.

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Hola como están... Espero les halla gustado este capítulo y perdón por si hay errores de ortografía.
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Nos leemos mañana
Bye.