𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 11

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El cielo nublado, daba la sensación de que llovería ese día.

Por toda la casa, se lograba sentir el ligero aire frio que se colaba por las pequeñas rendijas de la puerta principal y las ventanas. Parecía que aún no amanecía de lo opacas y obscuras que se encontraban aquellas nubes.

Dentro del cuarto principal, porque si, esa personita se apoderó del cuarto más grande de la casa, se encontraba Levi, envuelto entre mantas de todos los tamaños y grosores. Nuestro querido Akerman por más intimidante que pueda lograrse ver, no tiene una gran resistencia para los climas fríos.

7:30

Como de costumbre sonó la alarma y Levi, con mucha fuerza de voluntad, logró levantarse de esa cama que lo llamaba para que se dejara caer como si fuera una nube que lo detendría de la caída y quedarse en ella todo el día.

A la hora que él se levanta normalmente ninguno de sus amigos están despiertos aún, por lo que puede salir tranquilo de su casa sin que lo comiencen a atormenta con ritos y preguntas.

Ya que era un día bastante gris, Levi optó por hacerle segunda al cielo y vestirse con esa gama de colores. Se colocó una camisa de vestir de manga larga color negro, un pantalón gris que va pegado a sus piernas con sus zapatos color negro.

Ya estaba preparado para salir, cuando recordó que olvidaba su teléfono. Regresó a su habitación por el, pero cuando lo encendió se percató de que tenía un mensaje de un número que no tenía en sus contactos, por lo que decidió ignorarlo.
Una vez de vuelta abajo, tomó su termo en el que colocó su té, su mochila y salió de su casa.

- Pero qué?! – Así es, frente a la persona que estaba luchando por estar con el, muy cursi lo sabemos.

- Buenos días pequeño! – Y ese era Eren, que asomó su cabeza por la puerta del auto, increíblemente con una sonrisa a pesar de ser lunes por la mañana y agregando que el clima no estaba tan acogedor parecia que tenia un buen humor.

- Que haces aquí? – Cruzó sus brazos y alzó una ceja.

- Deberías de saberlo, o acaso ¿alguien no leyó mis mensajes? – Levi solo pudo hacer una cara de confusión – Enserio no los leíste – Confirmó.

- Espera, ¿el mensaje era tuyo? –

- ¿De quien esperabas que fuera? – Ladeó una sonrisa
Levi rápidamente sacó su celular y presionó en mensaje recibido.

“Buenas noches peque, recuerda que mañana paso por ti,
descansa, besos “

¿Y yo cuando iba a saber que era él? – Pensó

- Peque?, ¿es enserio? – Aunque pareciera que se estaba burlando por aquel apodo, en el fondo no le molestaba del todo que lo llamara así.

- Te molesta? -  De nuevo teníamos esa sonrisa que cierta manera, confirmaba algo, Eren estaba completamente seguro que no le molestaba en los más mínimo.

- Como sea, ¿enserio me llevarás a mi trabajo? – Y comenzó a acercarse a el auto.

- Me tuve que levantar a las seis de la mañana para estar presentable y estar aquí antes de que salieras, y aun así piensas que ¿no te llevaré? –

- Solo aceptaré porque voy algo tarde y no quiero que me diga nada el dueño – Levi acomodó bien su mochila en su hombro y se dirigió a la puerta

- Permíteme – Eren le dio la vuelta al carro para abrir la puerta por Levi.

- Oh, que caballeroso eres, muchas gracias, pero puedo hacerlo solo – Y se adentró en el coche.

De camino a la librería ninguno de los dos dijo una sola palabra, quedaron en un profundo silencio que se veía interrumpido por el sonido del aire soplando por los árboles y los ligeros truenos que ya se lograban escuchar, anunciando que no faltaba mucho tiempo para que comenzara a caer la tormenta que se aproximaba.
Nada era incomodo, increíblemente, ninguno se sentía extraño al estar al lado del otro aun estando en completo silencio.

Mientras Eren manejaba, Levi iba viendo todo lo que los rodeaba, recargando sus brazos en el borde de la ventana como niño pequeño y recostando su cabeza en ellos, una imagen muy tierna que Eren pudo apreciar desde el espejo del copiloto. En ese momento, Levi sintió una tranquilidad abrumadora, haciendo que le recorriera un escalofrío desde la punta hasta el final de su espalda. Hace tiempo que no se sentía de esa manera, y de alguna u otra forma le intrigaba el por qué tenía que ser con Eren.

- Es aquí – Soltó con un tono muy suave, la tranquilidad se impregnó en le azabache.

- De acuerdo enano, ya sabes, si necesitas que venga por ti, llámame o envíame un mensaje, todo el día estaré en casa – El más alto giñó un ojo.

- Muchas gracias, pero creo que con que te tomaras el tiempo de traerme basta – Bajó del auto y cerró la puerta lentamente, inclinó un poco su cabeza para despedirse – Nos vemos.

Eren, se despidió con un movimiento de mano, y se quedó ahí hasta que Levi entró a la tienda, desde lejos se percató de que un hombre, parecían de la edad ya que parecían hablar muy cómodamente. Logró observar como Levi se dirigía a un cuarto para colocarse lo que parecía su uniforme, pero lo que más le llamó la atención fue como la mirada de aquel sujeto que en su vida se lo había topado, seguía a su pequeño.

- Ignóralo Eren, solo ignóralo – Puso en marcha el auto nuevamente y se dirigió de vuelta a su casa.

Cuando Eren estaba estacionando su auto, logró ver a una persona parada en la puerta de su casa, bajó del carro para acercarse, talvez era uno de los paquetes que había ordenado recientemente.
- Disculpe, se le ofrece algo, aquí es don – Quedó totalmente congelado cuando la persona se dio la vuelta.

- Eren! – El solo pudo sentir como aquella persona lo rodeaba con sus brazos – Creí que estaba en la casa equivocada ya que nadie contestaba, pero aquí estás.

- …que estás haciendo aquí? – Respondió frio.

El aire soplaba con más fuerza, las nubes parecía que estaban a nada de explotar, los truenos ahora sonaban demasiado intensos, nada agradable a los oídos.
Eren, de brazos cruzados y con un temperamento parecido al de un leopardo a punto de atacar, continuaba esperando por la respuesta.

- Que manera tan cordial de recibir visita –

- No estoy para tus bromas Mikasa – Suspiró con enojo

- Jaja, ay no, y ahora yo soy la bromista, ¿no? – Se burló

Eren solo pudo mirarla con odio, era lo único que sentía en eso momentos, un odio que le hacía recordar demasiadas cosas que solo lograron herirlo.

- Si solo viniste por atención lamento decirte que estas en el lugar equivocado, tengo cosas que hacer, así que vete – Eren la hizo a un lado y se dispuso a abrir la puerta.

- No, quiero hablar contigo, solucionar las cosas. Talvez en el pasado cometimos muchos errores, pero todo este tiempo me dediqué a ser una mejor persona, ya no te tendrás que preocupar por nada bobu – Eren quedó perplejo al escuchar como lo llamó, haciendo que su cabeza doliera, y sintiendo una punzada en su corazón, pues ese apodo lo usaba cuando estaban juntos.

- En tu vida, se te ocurra volver a llamarme así. Mira Mikasa, estos diez años que pasaron desde que me fui de mi casa, han sido los mejores de mi vida, aprendí a superarme e increíblemente me volví a encontrar con personas que creí que no volvería a ver, pero en el fondo de mi corazón anhelaba por reencontrarme con ellas, y ¿sabes una cosa?, tú no eres una de ellas – Dijo esto último y cerró la puerta, dejando a la chica afuera.

Dentro de la casa lo único que logró hacer, fue pensar, pensar y pensar, recargó su espalda en la puerta y poco a poco bajó por completo hasta quedar sentado en el suelo, atrajo sus rodillas a su pecho y escondió su cabeza en ellas. Y comenzó a llorar, ¿cómo una persona con su sola presencia puede destruirte?, tanto tiempo que estuvo bien, él la olvidó, él ya está bien, porque se la tuvo que encontrar de nuevo, él está feliz sin ella, él ya tiene a alguien, él ya tiene a su persona, ¿por qué?

¿Por qué?...



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Y aquí termina el capítulo 11, espero que les haya gustado, no olviden votar y comentar, les amo.737

¡También quería agradecer el apoyo que está teniendo la historia, gracias!      o//////o

Prepárense para el capítulo 12, haré lo posible por publicarlo esta misa noche.  

Nos leemos en unas horas. <3

[𝘌𝘓 𝘝𝘌𝘊𝘐𝘕𝘖 𝘋𝘌 𝘈𝘓 𝘓𝘈𝘋𝘖] ᵉʳᵉʳⁱ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora