Pecado o Aprendizaje.

La noche de anoche.

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Mis pecadores.

La verdad.

Sabía que tenía que ceder ante él, necesita una explicación, lo entiendo. No es un tema del que me encante hablar o recordar, lo haría por él.

Bajo un poco mi cabeza, tomo una bocanada de aire y lo dejo salir en forma de suspiro, no sé por dónde empezar.

-Dime. - interrumpe mis pensamientos. Estira una mano y me la ofrece para que me acomode al lado de él, acomoda un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

-Bien. - alzo mi rostro para mirarlo con cierta calma. - como ya sabes él es Nicolás, un amigo que tuve durante un tiempo, lo amé como si fuese mi familia. Le prometí lealtad, le di mi confianza como a nadie en mucho tiempo y el solo me fallo como mejor pudo, utilizo lo que más odio en mi contra, las mentiras. Yo estaba para él, pero él para mí no. Me hizo daño, me dolió lo que hizo, lastimándome en el proceso como nadie se había atrevido a hacerlo. - hago una pausa recordando todo. Dios, sale un suspiro más fuerte esta vez. Miro a Axel dejándolo hablar.

-¿Lo amabas? En pasado ¿ya no lo haces? - dice curioso.

-Sí, así es, lo amaba. Después de lo que sucedió lo seguí amando, pero me di cuenta de que no lo necesitaba y yo ya no era lo que todos creían. Así que si, lo amaba en pasado. - le doy una sonrisa de medio lado.

- ¿Qué fue lo que te hizo? - pregunta con comprensión aun así a través de sus ojos vi coraje.

-El solo me mintió. Él lo sabía, sabía que las mentiras podrían destruirme y encima de todo lo hizo. Ese amor, afecto, cariño y demás que sentía por él se fue, solo queda lealtad, pero no para seguirlo u obedecerle, es para apoyarlo porque mi confianza ya no está en él. Nicolás no fue ningún amor, nunca lo vi cómo te veo a ti al igual que él tampoco, pero si rompió mi corazón. - entonces volví a sentirme vulnerable.

-Pensé que él tenía otros motivos. - dice riéndose suavemente. - él te lastimo, no lo volverá a hacer, lo sabes y lo sé. - toma mi mano entrelazándola con la de él. - Así que antes de mi te lastimaron mucho, agradece que llegue porque no lo voy a permitir. Gracias por explicarme, Lourel.

-Anteriormente me decían que era frágil, fácil de romper, me deje convencer por lo que suponían de mí, ya no es así, desde hace mucho tiempo atrás no lo es. - levanto mi rostro recordando quien soy. Lo miro perversamente y llena de seguridad.

-Esa eres tú, mi hermoso ángel negro. Tu controlas tu vida, tus decisiones, quien eres. Recuerda eres la dueña de tu destino, nadie más. - dice para luego darme un beso.

Axel es un gran apoyo a pesar de que a veces sea un completo idiota. Eso me hizo reír.

Sé que él tiene más preguntas, quiere saber más, pero el entendió que sería en otro momento. ¿otro momento? Así que caí en cuenta.