Lourel Fiore y Axel Grace.
Complicado. Emocionante. Y a tiempo el uno para el otro.
¿Por que? Porque no es pecado, es aprendizaje.
¿Su propia destrucción o salvación? Tal vez ambas.
Somos la casualidad, llena de intención.
¿Es justo lo que necesit...
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Esa noche eterna.
- ¿Por qué no me dices, Lourel? ¡Habla conmigo! - me grita.
No puedo mirarlo a los ojos.
- ¡Diablos! Al menos mírame.
Mis ojos van directos a los suyos. Está angustiado.
No puedo creer que esto me pasara. Estoy condenada por ser mujer, a ¿ser acosada?
¿Bebí demasiado? ¿Salí muy tarde? Pero si estaba cerca del apartamento. ¿no debí salir sola? Llevo una sudadera, no mostraba mucha piel. ¿lo provoque? No, yo solo iba por comida. ¿debí dejar que Axel me acompañara? Mierda, por poco y me sucede lo mismo otra vez.
¡Otra vez!
Axel.
El me volvió a salvar, indefensa me sentí. Me acorralo y empezó a hablar asquerosamente, yo solo estaba un poco ebria, pero realmente consiente, tenía hambre y la comida no llegaba. Solo tenía hambre y no podía esperar.
Mi demonio guardián protegiéndome, sin querer que saliera sola. Por suerte el me siguió. Yo no hubiera podido protegerme.
Estoy en un trance, sé que me está hablando, pero no sé de qué en realidad.
-Eres una de mis debilidades, dime, no te cierres en tu mundo, temiendo decirme que sientes, que piensas. - agarra una de mis manos, están temblorosas. - estas fría.
-Otra vez. - suelto.
- ¿Otra vez qué?
-Otra vez esta mierda. Puedo soportar lo que me dicen en la calle, en cualquier lado, pero esto, no, me acorralan, mi yo fuerte se esconde. Solo tenía hambre, Axel. - subo mi mirada a él. - y aún tengo hambre.
Siento su mano en mi rostro, mis ojos pesan, las lágrimas empiezan a tomar parte de mí, no las dejo salir. No quiero llorar por esto. No hizo nada grave conmigo, ¿verdad? No me toco del todo, solo se acercó y paso sus manos por mis brazos, luego llego Axel y lo detuvo.
-Axel...- suspiro. - gracias por no haberme escuchado y bajar.
-Mi ángel, siempre seré tu guardián, en el infierno, en el cielo, seré tuyo. - encuentra el modo de abrazarme, en seguida estoy como una bebé en él. Su espalda contra el sofá, yo acurrucada en sus piernas y mi rostro en su pecho. Me siento segura, no quiero moverme de aquí.
Me duermo.
-Shh, sigue durmiendo. - escucho.
Veo la televisión aun prendida, una sombra se esconde debajo de mi cama. No le presto mucha atención. Sigo durmiendo.
Siento unas manos en mi estómago, algo esta hundiendo una parte de la cama. Abre los ojos, ¡abre los ojos!, no puedo, es como si estuviera dormida pero lucida. Doy vueltas, sí, hay alguien conmigo en la cama, lo confirmo. ¿Qué hago? Alguien está tocándome, quito sus manos de mí. Ya, se fue. Me cubro con la sabana de pies a cabeza.
Quedo dormida, de nuevo. Me despierto, bajo mi mano a mi short, ¿esta desabrochado? Pero ¿en qué momento? Bien, no hay problema, solo abróchatelo otra vez.
Me duermo. Hay una mano en mi vientre, tocándome, bajando su mano. ¿Quién es? ¿Qué está haciendo? Me levanto de la cama, quito las sabanas, alguien se esconde bajo la cama, logro ver sus manos, ESAS manos.
¿Qué se supone que debo hacer? Ya dormí, ya me cubrí, ya lo ignoré.
Me hago la dormida, esa persona tendrá que volver a salir en algún momento. Estando en lo correcto, lo hace, sale por la puerta del cuarto como si no hubiera hecho nada. Pero ¿hizo algo? O era mi mente exagerando lo que estaba pasando.
Me pongo de pie, miro mi cuerpo, mi short esta sin abrochar, DE NUEVO.
Tomo aire y miro la puerta. ¿Qué acaba de pasar?
Me despierto de golpe.
Agitada, mi rostro esta mojado. El pecho me arde. Axel esta aun abrazándome en el sofá, pero lo levanto de un susto.
Me observa.
¿Cuánto tiempo ha pasado desde que nos dormimos? Creo que poco, porque él ya me hubiera llevado a la cama. Imagino que se quedó dormido al mismo tiempo que yo.
Pienso en lo que soñé.
Solo tenía 7 años, era una niña. Al parecer esos recuerdos siguen atormentándome. Ese sueño, fue una pesadilla.
Como desearía que pararan. Que mi mente no me atormentara.
- ¿Qué soñaste? - pregunta Axel.
¿Debo contarle? Pocas personas lo saben, ¿me vera como la niña que fue abusada de pequeña?
Confió en el. Relájate y déjate desahogar un poco con él
Me deja hablar solo a mí. Su rostro tiene ira, frustración, y a la vez con dolor. ¿le duele lo que le dije?
-Fortaleza y debilidad. Eso eres y está bien. Tu pasado, te atormentara, créeme lo sé.
"Tu pasado te atormenta, lo sé"
¿Cómo te ha tratado a ti el pasado, Axel Grace?
Caos y control. Eso somos nosotros dos.
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Nota de autora:
Muchas personas, no solo mujeres sufren de abuso.
En este caso me centre hoy en la mujer.
Muchas se ahogan en sus mentes, queriendo hablar pero no pueden, si lo hacen son escuchadas pocas veces. Busquen ese apoyo de su caída, y si no lo encuentran, sean su propio apoyo. Sean fuertes, y derrúmbense de vez en cuando, esta bien. En algún momento se necesita.
