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Capítulo 1

Toulouse, Francia. Marzo de 1886

Toda mi vida me he sentido diferente al resto, de esas veces que sientes que no encajas, en tu familia o simplemente en el lugar que estás. En las veces que sientes que estarías mejor en otro lugar, con la persona adecuada, con esa persona especial.

No soy igual al resto, eso muchos lo notan, ¿pero en qué?

Quisiera irme a un lugar diferente, no donde estoy ahora mismo. Porque este simplemente no es mi lugar, no encajo aquí.

Este es mi caso, soy Antoinette Topaz, tengo veintidós años y vivo en un típico pueblo medieval y conservador en Francia, llamado Toulouse.
Por supuesto con mi familia; mi padre Noel, mi madre Clarice, y no podría faltar mis intolerables hermanos, los que todos tenemos; mi hermano Tadeo, y mi hermana Veronica.

Mi padre un señor que está en contra de que las mujeres hagan cosas fuera de la cocina, pero aún así el suele ser muy cariñoso con nosotras, y hace todo lo posible para que no nos falte nada. Esta muy metido en la política del pueblo y su sueño más grande es ser el regidor del pueblo.

Mi madre Clarice, una ama de casa que no hace absolutamente nada mas. Y no porque no quiera o cosa por el estilo, mi madre nos mantiene a mi y a mi hermana Veronica muy adentro del trabajo del hogar.
Lo peor para ella sería que mi padre se sintiera decepcionado de alguna de sus comidas o de su trabajo en el hogar. Para ella mantener a mi padre atendido es lo más importante, hablando siempre sobre que el ha hecho tanto por nuestra familia y al igual que nuestros ancestros.

Tadeo es solo un hombre de veintiséis años con muchas pretendientas por todo el pueblo, que lo buscan por su físico y su dinero. No me sorprendería que alguno de estos días pidiera la mano de alguna mujer.

Mi hermana Veronica, ella no es la excepción de cualquier chica de por aquí. Ella siempre a soñado que algún tipo gallardo venga y pida su mano a nuestros padres, y vivir el resto de su vida para servirle. Pero ella es menor, tiene apenas diecisiete años, y según mi mamá ella es perfecta para quedarse a su lado y al de mi padre para siempre, porque es muy buena obedeciéndolos.
A excepción de mi claro, no soy como otras de por aquí. Nunca me ha llamado la atención hacer lo que todas hacen, y soy alguien que no se guarda en absoluto lo que piensa. Mis padres lo saben y solo protestan echándomelo en cara en cada regaño.

— ¡Antoinette! Levántate de ese sofá y ve a cortar algunas margaritas al campo para poner en la cena de hoy. —gritó aquella mujer desde la cocina mientras preparaba pastel de carne, lo sabía por el olor que hasta aquí inundaba mis fosas nasales.

— Pero Clara... es el turno de Veronica. —protesté.

— Tu hermana está picando verduras ¿Acaso quieres sustituirla? Y te he dicho que no me llames así, soy tu madre. —dijo con altanería, ella sabe que el trabajo de la cocina son las cosas que más odio y Veronica es obviamente perfecta porque a ella si le gusta hacerlo.

— ¿Puedes traer gypsophilas? —gritó veronica mientras escuchaba como picaba verduras.

— No, mi madre dijo mar-ga-ri-tas.
— tomé el jarrón de madera donde solíamos poner las flores para decorar la mesa y salí por la puerta trasera.

— ¡Antoinette! —giré mi cabeza y vi a mi madre sobre saliendo por la puerta trasera. — No llegues tarde, hoy vendrá a cenar tu hombre ideal.

— ¿Cuantas veces me has dicho eso?

No espere respuesta y solo camine molesta.

Get away with me (Choni)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora