Get away with me (Choni)

14

Toni POV
— Piénsalo –habla Kevin interrumpiendo mis pensamientos–. Planeo irme en dos semanas, un barco de importación zarpará, y va directo a Canadá. El lugar de mi amado.

— Kevin, ¿y que harán allá? ¿Cómo sobrevivirán?

— Hay toda una vida diferente allá, Toni. El también piensa dejar de ser un cadete para estar conmigo.

— ¿Puede dejarlo de ser así nada más?

— No lo se. Me prometió que lo haría. Solo... quiero que pienses, que si quieres un futuro con Cheryl... probablemente sea allá. No aquí donde ella tiene un esposo y tu una familia terrible, sin ofender. No me queda nada aquí, solo tu.

Realmente nunca me había puesto a pensar en mi futuro, probablemente yo creía que me quedaría toda mi vida en casa.

— ¿Y si Cheryl no quiere lo mismo?

— Entonces piensa en lo que tu quieres.

— Yo quiero ser una autora publicada, quiero que la gente lea y reconozca lo que escribo.

— Y todo eso dudo que puedas tenerlo aquí, tu padre esta totalmente en contra de que las mujeres hagan algo sobresaliente por su cuenta. Estúpido.

Me quedé callada, Kevin tenía razón. Si quería hacer las cosas que quiero tenía que salir de este pueblo mierda.

— Dame una noche para pensarlo bien.

*

Volví a casa no muy tarde después.

Me sorprendió el hecho de que hubiera mucho silencio una vez que entré, el olor de comida me hizo saber que probablemente mi madre estaba preparando la cena.
La luz aún de pared junto al despacho de mi padre me indicó qué tal vez el estaba ahí encerrado resolviendo papeles.

Pero de inmediato lo que quise hacer era hablar con Cheryl. Estaba ansiosa y emocionada por decirle que se fuera conmigo, no resultó muy bien la primera vez, pero espero que ella solo haya estado asustada.
La busqué por todas partes y ella no estaba. Fui directo a la cocina para preguntar por ella a mi madre.

— Salió con Tadeo –ella respondió–. No dijeron a qué hora volverían, pero suelen llegar para la cena.

Gruñí y salí de la cocina para ir afuera. Estaba obscureciendo un poco y el viento era algo frío por el tiempo, era lo único que se escuchaba, relajante y pacífico. Hasta que una voz me asustó.

— ¿Buscas a Cheryl? –era Veronica, rodeé los ojos y me giré para verla.

— Claro que no –mentí–, solo se me hizo raro no verlos en casa.

— Tus mentiras no funcionan conmigo –tragué en seco–. Se muy bien lo que sucede.

Me quedé atónita, no se lo que significaban sus palabras pero definitivamente no era algo bueno.

— No se de que hablas. –susurré.

— ¡Oh vamos! ¡Cheryl y tu!

— ¡¿Cheryl y yo qué?! –grité de vuelta.

— ¡Las he escuchado! ¡Cometen una aberración! Y no creas que me quedaré callada.

— ¡Tu no sabes nada! ¡Eres una entrometida como siempre! –mi voz se empezó a entrecortar, faltaba poco para explorara en lágrimas, pero no podía verme débil contra ella. Esto era grave, ella sabía de nosotras, y ya no podía taparlo con nada más.