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Toni POV
No puedo parar de bostezar, hoy dormí mas tiempo y mucho mejor. Hubiera dormido más si no fuera por el ruido de abajo, probablemente mi madre esté haciendo el desayuno, o creo que la comida.

Me levanto y me cambio porque si no mi madre me va a reclamar y no quiero eso tan temprano.

— ¿Qué pasa aquí? –pregunté una vez que llegue abajo y veo como unas mujeres desconocidas están midiendo a mi hermano, tiene unas mangas rotas en sus manos. Parece que le están haciendo un traje.

— Buenos días hermanita. –lo miré con disgusto y mire hacia atrás, mi mamá estaba haciendo el té.

— Antoinette, hasta que te dignas a levantarte. El desayuno ya está hecho, solo recalientalo. –pasa por mi lado y le da una copa de té a mi hermano y a las mujeres que lo están midiendo.

— ¿Está bien? ¿Pero qué pasa aquí? –me acerco un poco para ver mejor lo que están haciendo.

— ¿No es obvio? Estamos preparando el traje de tu hermano.

— ¿Para?

— Para su boda, Antoinette. Así que ve a desayunar ya porque también debemos medirlas a ti y a Veronica.

Me voy de ahí realmente confundida, sabía que mi hermano alguna vez se casaría, pero no creí que ahora mismo. ¿Quién será la desafortunada? O tal vez yo lo seré porque tendré que convivir con ella ahora. Que fastidio.

Aun confundida me siento en el comedor para que empezar mi desayuno.
Veronica se sentó a mi lado comiendo una manzana.

— ¿Qué esta pasando? –pregunté por tercera vez hoy.

— Tadeo se va casar, ¿por qué te preocupas tanto?

— En primera; no me preocupo por el, solo quiero saber con quien.

— Mi madre no quiere que te diga.

— ¿Qué? ¿Por qué?

— Porque no, Antoinette. –se levantó con los ojos en blanco como siempre y tiro la basura de la manzana.

— ¿La conozco?

— Mm... no tengo permitido decirte. –se fue dejándome aún más confundida de lo que ya estaba.

Al terminar de desayunar fui a mi habitación para tratar de estar sola. Miré por la ventana y traté de pensar quien era la chica, como casi no hablo con mi hermano, no conozco nada de sus gustos o si le gustaba alguien. La única que era cercana a él era Veronica.

En mi fracaso de intentar pensar en alguien, mejor decidí escribir en mi diario. Lo hacía todos los días y era el único espacio donde podía ser yo misma y desahogarme.

Pasaron las horas y ahora estaba probándome ropa, ropa que compré en el mercado a escondidas de mi madre.
Está por ejemplo un chaleco de cuero, al igual que un pantalón de cuero. Con esto puedo jugar a los vaqueros, pero no hablo en serio.

— ¡Antoinette! –escuché del otro lado la voz de mi madre haciéndome sobresaltar–, es mejor que ya estes preparada porque no tarda en venir la prometida de tu hermano, y no quiero peros porque vas a estar en esa cena. –escuché sus zapatos resonar por el pasillo indicando que se había ido y suspiré de alivio.

Get away with me (Choni)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora