15 (parte 1)

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— Claro que existe, que dices ¿quieres escapar conmigo? –preguntó, sus ojos llenos de brillo mientras me veía.

Al principio, la primera vez que me lo dijo aquella vez, a mi no me parecía nada una buena idea. Me asustaba la idea, pensaba que sería de mi familia, hasta que entendí que ellos jamás se preocuparían de mi como yo de ellos.

— Toni... Claro que quiero. Lo he querido por tanto tiempo. –su sonrisa se agrandó y no pudo evitar besarme, lo cual yo le correspondí.

Me tranquilicé más rápido de lo que esperaba, gracias a los consuelos de Toni. Nos pusimos de pie aún algo asustadas mirando a Tadeo tirado en el suelo.
Toni se acercó y checo su pulso por un momento.

— Creo... creo que está muerto. –miró con terror el cuerpo de Tadeo.

— Lo siento. –susurré.

— Yo no. Se lo merecía. –Envolví mis brazos alrededor de ella en forma de consuelo y solo suspiró cansada. — Creo que deberíamos irnos, hay que ir a algún lado, no podemos ir a casa.

— ¿A dónde iremos?

— No te alejes de mi.

Salimos por la puerta principal, de inmediato el frío aire nos pego y nos arropamos con nuestras manos.

Una alta figura a lo lejos se vió corriendo hacia nosotras, Toni se puso frente a mi protectora. Hasta que el chico gritó y vi la mirada de Toni suavizarse. Era Kevin, su mejor amigo.

— Dios mío, Kev. ¿Qué haces aquí?

— Toni... –se sujetó de sus rodillas mientras recuperaba aire y exhalaba rápido–. Llevo buscándote toda la tarde, ¿dónde estabas?

— Pasó algo...

— ¡Lo se! Fui a tu casa para hablar y resulta que tus padres están locos, buscándote a ti y a Cheryl. Toni... lo saben todo.

Abrí la boca sorprendida y miré a Toni quien estaba igual.

— Lo se... –susurró Toni–. Debemos encontrar un lugar para quedarnos.

— Yo también, podemos quedarnos en la casa de mi madre, está en el bosque. No nos encontrarán ahí.

Miré a Toni, su mirada se conectó con la mía y ella me asintió levemente.

Caminamos detrás de Kevin casi por media hora, entre el bosque y la obscuridad. Lo único que aluzaba era una lámpara de queroseno que Kevin llevaba.
Llegamos a una linda cabaña, era pequeña, pero una vez que entramos era más que cálida y acogedora.
Kevin se encargó de prender la chimenea, Toni y yo nos sentamos en el sofá con una manta alrededor de nosotras. Además de nuestros brazos cálidos abrazándose entre sí.

— No tenemos comida aquí, puedo ir en la mañana al pueblo para comprar algo. –dice Kevin soplando entre sus manos para calentarlas.

— Yo no tengo hambre –habló Toni–. ¿Y tu Cher?

La verdad yo tenía hambre, pero no quería ser una incomodidad, así que mejor decidí mentir.
Negué lentamente con la cabeza y pronto miré hacia otro lado.

Get away with me (Choni)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora