Get away with me (Choni)

15 (parte 2)

Toni POV
— También te amo, Cheryl. Te he amado probablemente antes de conocerte.

Cheryl rió levemente, quitó un mechón de mi cara y lo llevó detrás de mi oreja. Ahora ambas estaban cara a cara, tendidas en la cama con las piernas y manos entrelazadas.

— No puedes amarme sin conocerme.

— Probablemente nuestras almas se conocieron antes que nosotras y se enamoraron. –reí.

— Tal vez. –se mordió el labio inferior nerviosamente y lentamente me acerqué para besarla.

Pero unos segundos después se escucharon fuertes golpes en la puerta, seguidos de algunos gritos.

— ¿Q-Qué fue eso? –preguntó Cheryl nerviosamente.

Me puse de pie rápidamente y me vestí, mi corazón latía fuertemente, tenía alguna idea de quien podía ser. Apuesto a que Veronica le dijo todo a mi padre, y ahora el está aquí...

— Debes esconderte, no salgas por nada del mundo. –dije agitada, Cheryl se levantó velozmente y se vistió también.

— ¿Por qué? ¿Quien es? ¿Qué hay de ti?

— Solo ocúltate –puse mis manos en sus hombros–, te amo, pase lo que pase sabes que te amo.

— ¿Por qué hablas así? Todo estará bien.

— Solo no salgas por nada del mundo. –la ayudé a meterse a un armario.

Corrí por el pasillo hacia la puerta principal y me detuve un momento antes de abrir.
Sabía que era mi padre porque escuchaba sus gritos, y sabía que si abría la puerta mi vida podría cambiar completamente.

— ¡Antoinette! –fui recibida por gritos en cuanto abrí la puerta.

— ¿Qué? –dije simplemente.

— ¿Dónde está? Cheryl. ¿Dónde está? –me hizo aun lado y entró a la casa.

— ¡No está aquí! ¡Dime a que viniste!

— Mientes, claro que debe estar aquí. –mi padre estaba a punto de ir por el pasillo pero lo detuve del brazo.

— ¡Si estuviera aquí jamás te hubiera abierto la puerta y estaría escapando a otro lugar! –exclamé con la voz entrecortada, mis lágrimas amenazaban en salir e hicieron que mi padre parara y me mirara de una forma que no puedo explicar.

— Vámonos.

— ¿Qué? ¿A dónde?

— A casa. Cometiste delitos, Antoinette, agradece que pude hacer un trato con el fiscal y lograr que te quedaras arrestada en casa.

— ¿Cometer delitos? ¡Tadeo fue el que los cometió! El debió ir a prisión y me alegro de verte que esté muerto. –dije con furia, mi padre pareció enfadarse y me tomó del brazo estirándome dolorosamente fuera de la casa.
–¡Basta! ¡Ya no soy una niña, puedo hacer lo que quiera!

— ¡No! Sube a la carreta –negué con la cabeza–, no me orilles a obligarte ¡sube!

Finalmente subí a la carreta y me alejé lo más posible del asiento de mi padre, el subió poco después soltando un suspiro exagerado.
Quedamos en silencio incómodo unos minutos, la carreta seguía parada por lo que hizo todo aún más incómodo.

Yo solo pensaba, si papá se dormía en el camino podría bajar y volver con Cheryl, pero si el no lo hacía... quedaría atrapada para siempre.

— ¿Por qué mataste a Tadeo? –habló de repente haciéndome sobresaltar.