Get away with me (Choni)

2

Cheryl POV
Nunca había estado hablando tanto tiempo con alguien. Lamentablemente la noche termino y Toni se fue de vuelta a casa, y yo tuve que volver al infierno, de nuevo.

— ¡Levántate mocosa! –siento unas manos moverme bruscamente que me hacen levantarme inmediato de mi pequeña cama.
Con los ojos entrecerrados miró a mi madre con una cara de bruja.

— Madre... –digo con sueño.

— ¡Ve a limpiar el piso! Tu padre tal vez llegue hoy y quiero que todo esté limpio. Y más te vale no hacer ningún ruido porque tu hermano esta durmiendo. –grita enojada y me levanto de inmediato, cuando se pone así de verdad me da miedo. ¿Qué hice para merecerlo?
Tomé la tina y el cepillo de limpiar, me tiré al piso y comencé a cepillarlo. Odiaba esto, rara vez no salía con mis manos adoloridas y aveces con astillas por tallar el piso de madera.

Mi madre entró a la casa de nuevo, cuando pasó por mi lado pateó la tina haciendo que todo el agua se tirara y me mojara un poco.
Me volvió a gritar como si hubiera sido mi culpa y tuve que limpiarlo por segunda vez.
Cuando termine todo entre a la casa agotada, mi madre y mi hermano estaban desayunando.

— Cheryl, necesito que vayas al mercado del pueblo, cuanto antes mejor.

— ¿Para qué?

— Necesito que hagas lo mismo de la otra vez.

— ¿Qué? No, no voy a volver a robar.

— Tu padre no llegará de nuevo, y necesitamos comer algo.

— Aún así me dejas sin comer... –respondí en voz baja y mi madre se levantó de inmediato.

— No me vuelvas a cuestionar, o lo haces o te irá peor. –No me quedo de otra y me fui a poner ropa un poco más limpia.

Llegando al mercado del pueblo había mucha gente comprando, me sentía fatal por lo que voy a hacer pero si no lo hago mi madre quien sabe que hará.
Me acerqué despistadamente hacía ahí y tomé unos rábanos. Todo iba bien hasta que escucho la voz grave de un señor gritarme.

— ¡Niña malcriada! Vi lo que estabas tratando de hacer. –se acercó a mi con furia y no pude evitar sentir mucho miedo.

— Yo...

— ¿Cheryl? –escuché una voz detrás de mi y de inmediato la reconozco, me volteo y veo a Toni parada con un cesto, tal vez vino de compras.
Me siento avergonzada, el gigante señor frente a mi y Toni detrás mío.

— Explica esto niña. –habló con furia den nuevo.

— Oye patan, yo le pedí que tomara eso, que las tomara no significa que las vaya a robar.

— Se nota a leguas que es una Blossom, esos pobres no tienen ni para un pan. –dice escupiéndome en la cara y yo baje la mirada apenada, Toni se puso frente mío.

— Mejor guarda silencio, aquí tienes tu sucio dinero –lanzó algunas monedas al piso y el gigante se fue enfadado–, ¿estás bien?

— Apenada pero si.

— No te preocupes, está todo bien. –quitó algunas lágrimas de mis mejillas y yo sonreí.

— Te juro que no quería hacerlo... mi madre me obligó.

— Se que no quisiste, no te justifiques, y toma esto. –me entregó su canasta de verduras.

— ¿Qué? No... no puedo aceptarlo.

— Si puedes, llévalo para que no tengas mas problemas con tu madre. –en su rostro se formó una sonrisa sincera.

— ¿Pero que le dirás a tu madre?

— Que algún ladrón me lo quito y se fue corriendo. Tu no te preocupes de nada.

— Gracias...

*

— Lo hiciste muy bien, niña. Y solo por eso hoy si te tocara algo. –pellizcó mi mejilla y comenzó a sacar las verduras una por una.

— Gracias... eso creo.

— Largo ahora.

Toni de verdad hizo algo muy lindo por mi, y no es la primera vez que lo hace, hasta ahora ella es la única persona que he tenido como amiga, si es que ella quiere serlo o se considera mi amiga.

El fresco aire me pega en la cara en cuanto salgo de casa, el atardecer es muy lindo y más si lo ves desde la colina.
Camine hacia ahí, sujete mi vestido para que no se atorara en las plantas, llegue al único árbol de almendro que había en la colina y mire hacia el pueblo. La casa de Toni no está muy lejos de aquí, se podía ver muy bien desde donde estoy.

— ¡Cheryl! –habló una voz detrás de mi espantándome, me giro y veo a Toni riendo.

— ¿Qué hace aquí? –pregunté sentándome en el pasto, ella hizo lo mismo después.

— Nada, solo quería venir a ver si te encontraba por aquí, ¿cómo te fue con tu madre?

— Ella me felicito, eso creo. Me dijo que hoy si me daría comida. –digo alegre, mi madre no suele hacer cosas así por mi, y que lo haga me emociona un poco...

— Me alegro mucho, Cher.

— ¿Y qué pasó con tú madre?

— Se enojó, pero se la creyó –rió fuerte–, además fue a comprar más.

— Yo lo siento, no tuviste que darme eso...

— Ya te dije que no te disculpes, solo era comida.

Mire su rostro y de nuevo tenía una sonrisa sincera, aunque sentía que yo me estaba aprovechando de ella por todo lo que me ha dado, aunque sólo sea comida como ella dice.

— No quiero aprovecharme de ti.

— Shh... no quiero escuchar nada más de eso. –me dio una palmada en la espalda, iba a contestar pero la voz de mi madre me interrumpió. Creo que me llamaba para la cena, pero se veía muy preocupada. En cuanto me vio con Toni la saludo muy educadamente, lo cual me sorprendió, pero viniendo de mi madre se que ella sabe que Toni es de una familia con algo de dinero.

— ¿Qué pasó madre? Te veo preocupada. –hable una vez dentro de nuestra pequeña casa.

— Un mensajero vino... tu padre murió, Cheryl. –habló con tristeza y una gran ola me golpeó. Mi hermano estaba en la silla de la cocina con la cabeza agachada y alcohol a su lado.

— Pero... ¿cómo? ¿Qué? No puede ser... –a pesar de los maltratos yo de verdad los quiero, son mis padres y como voy a odiarlos.

— Es una lástima, yo amaba a tu padre y ahora ya no está –se limpia las lágrimas como si nada y vuelve a mirarme–, está no es la única noticia de hoy.

— ¿De qué hablas? –pregunté confundida.

— Como sabes... no tenemos dinero, y mucho menos tendremos con tu padre muerto.

— Yo... tal vez podría trabajar para ayudarnos...

— ¿Tu trabajar? Mi dios no me hagas reír –agache la cabeza avergonzada–. Tu tendrás que casarte, y llevo negociándolo con alguien por un tiempo.

— ¿Qué? No, pero yo no quiero casarme.

— Ingenua, lo harás quieras o no. Pero a partir de mañana te iras a vivir con el, y como serás su mujer el nos dará dinero porque somos tu familia.

No podía creerlo, mi madre me vendió... a un desconocido sin importarle lo que yo quisiera. Esto es lo peor que me ha hecho, y no debería sorprenderme.

— ¿Quien es el? –hablé con la voz entrecortada, las lágrimas ya se habían hecho presentes.

— Tadeo.

— ¿Tadeo? ¿Que Tadeo? –pregunté con miedo, en mi mente ya tenía una idea de quien era.

— ¿Qué otro Tadeo con dinero hay en el pueblo? El será tu esposo. –cerré los ojos, aún con incredulidad pregunté si esto era verdad. Por supuesto que lo es, mi vida no pudo ponerse peor, hasta ahora.

Tadeo Topaz es el hermano de Toni, ¿qué pensara ella de esto?