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Una enfadada Toni miraba a Cheryl, la había encontrado con su preciado diario. Y Cheryl estaba muy asustada nunca había visto a Toni así.
Aunque Toni nunca podía enfadarse con Cheryl, le molestaba que estuviera leyendo su diario, tiene tantos secretos ahí...

— Toni, yo lo siento... –habló la pelirroja con la voz entrecortada, esta vez no podía echarle la culpa a su madre porque ella fue quien decidió leer su diario.

— ¿No fui clara cuando dije que no tocaras mis cosas? En especial mi diario, no me molestaría si hubieras tocado las otras cosas, pero mis diarios...

— Puedo explicarlo.

— No, sal de mi habitación por favor. –Toni se estaba quemando por dentro al hablarle de esa manera a Cheryl, pero su enojo le estaba ganando a sus sentimientos por ella en este momento.

— Toni...

— ¡No quiero verte! ¡Ni a nadie! Sal por favor. –enfurecida gritó y Cheryl avergonzada salió de la habitación.

Cuando la puerta se cerró Toni lanzó con furia el pequeño diario hacia la puerta. No le molestaría que Cheryl leyera su diario, lo que le molesta es lo que pudo leer, Toni sabe perfectamente lo que leyó y se siente verdaderamente avergonzada. Probablemente ahora la ve como un fenómeno.

*

Pasó un gran rato, ya era hora de la cena y todos estaban en la mesa preparados para comer, excepto Toni.
Cheryl seguía con un nudo en su garganta, se sentía culpable por todo, la comida se le dificultaba en pasar y tener a Tadeo a su lado siendo "cariñoso" no ayudaba en nada.

— ¿Dónde se metió ahora esta niña? –comentó Clara al ver como Toni faltaba en la mesa?–, Cariño, ¿podrías ir a hablarle? Ya sabes que cuando se pone así a ti es al único que te hace caso. –preguntó a su esposo, el asintió y se levantó de la mesa. Aun no servían la cena porque esperaban a Toni y para Noel era muy común que Toni pasara por esto.

— Hija –tocó la puerta de la habitación de Toni, no obtuvo respuesta por unos segundos y volvió tocar–. Princesa, ven a cenar, la comida ya está.

— Déjame en paz. –exclamó con la voz llorosa.

— ¿Ahora que tienes?

— Nada, déjame sola.

— Tienes que comer algo, solo has estado presente en el desayuno.

— No tengo hambre.

Noel se fue de ahi con el animo algo bajo, el siempre lograba convencer a Toni, pero hoy si es algo grave.

— No tiene ánimos de nada, no se que le pasa, pero si está mal. –dijo Noel sentándose de nuevo en el comedor, con eso Cheryl se sintió aún peor.

Sin duda ver besarse con otro a la chica con la cual
te fue difícil encontrar tus sentimientos hacia ella y sumando que posiblemente ya sepa lo que sientes por ella, son dos golpes muy bajos.

Llegó la obscura noche y era hora de dormir para todos, como Toni se negaba a salir Cheryl tuvo que dormir con Veronica.
Pero dormir no era algo que estaban haciendo Cheryl y Toni. Ninguna de las dos podía conciliar el sueño, Toni no se movió de aquel rincón en el cual lleva desde la tarde ahí.

"Cheryl debe estar odiándome en este momento" se repetía Toni en la mente, no creía poder volverla a ver a los ojos.

Por otro lado Cheryl decidió levantarse, estaba decidida a pedirle perdón a Toni.
Con sigilo abrió la puerta y salió por el pasillo, con cuidado de que el piso de madera no rechinara llegó hasta la puerta de Toni.
Con los nudillos toco suavemente en la puerta, esperó un minuto y no obtuvo respuesta así que decidió hacerlo de nuevo.

Toni se sobresaltó un poco y asomó la cabeza por arriba de un mueble, eran altas horas de la madrugada, ¿quien querría verla ahorita? Decidió no abrir.
Cheryl se recostó contra la puerta en vista de que no obtuvo respuesta de nuevo, tal vez Toni estaba dormida.

Pronto escuchó la manija moverse y se levantó rápido, la puerta se abrió y dejó ver a Toni quien se sorprendió por ver a Cheryl ahí detrás.

— Hola... –susurró Cheryl.

— Hola –Toni apretó los labios–, yo... iba a buscar algo de comer, ¿quieres venir? –Cher asintió y Toni se adelantó, la pelirroja la seguía por detrás.

Una vez que llegaron a la cocina Toni tomó una fruta y se sentó incómoda sobre la barra de desayuno.

— Siento haber leído tu diario, no fue mi intención, es que la curiosidad me ganó...

— Ya no importa... –Toni fijó la mirada en el suelo.

— Si importa, yo hice mal, invadí tu privacidad. Yo nunca hubiera hecho eso, pero... mi madre me dijo que revisara tus cosas para encontrar algo de valor y dárselo a ella, una vez más me obligo. Y no puedo excusarme con que mi madre lo hizo porque yo decidí leer tu diario.

— Odio a tu madre. –sonrió un poco.

— Lo se, yo también la odio.

— Solo ya no hay que hablar de esto ¿okey? Olvida lo que leíste ahí.

— ¿Por qué lo olvidaría? –Toni la vio a los ojos con sorpresa.

— ¿Por qué no lo harías?

Get away with me (Choni)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora