Get away with me (Choni)

6

Toni POV

— ¿Por qué lo olvidaría?

— ¿Por qué no lo harías?

¿Acaso a Cheryl le importa lo que leyó? Porque si es así estoy a punto de morir.

— Cheryl, escucha. No tienes porque hablar de eso, si te incomoda o algo esta bien, pero solo olvídalo. –me bajé de ahí y me dirigí a la cocina para tomar un vaso de agua.

— Yo... jamás había leído nada así, ¿en serio crees que soy muy hermosa? –la miré intentando no hacer contacto visual, ella tenía la mirada abajo y sus mejillas levemente sonrojadas.

— Eres... –me detuve pensando en las siguientes palabras que saldrían de mi boca–, la más hermosa.

Ella me miró, su boca se movía tratando de formular alguna palabra, pero no lo hacía.

Por supuesto que yo tuve que pasar por tanto para aceptarlo, y no es algo qué pasó de la noche a la mañana, es algo que poco a poco surgió.

Flashback
Mi yo de 6 años corría detrás de un pequeño cordero que acababa de nacer en la madrugada, mis padres dijeron que lo sacara al campo abierto para que dejara que su madre alimentara a sus hermanos.

Sostenía con mis manos el largo de mi pequeño vestido para que no se atorara en alguna rama del suelo.

— ¡Oye! Ven acá no puedes ir tan lejos. –Lo perseguía por todo el pasto hasta que el pequeño se acostó a descansar y yo me recargué a un árbol para recuperarme.

Finalmente me senté deslizándome por el árbol, tenía mis ojos cerrados hasta que los abrí y lo que vi me provocó un gran susto.
Una niña estaba viéndome con una gran sonrisa y ella estaba de cabeza, me levanté de inmediato haciendo que nuestras frentes chocaran.

— ¡Ouch! –me tiré al suelo con la mano en mi frente, quite mis manos de los ojos y vi a la niña que colgaba de cabeza en el árbol, ella estaba como si nada. Era pelirroja y tenía un vestido blanco casi como el mío.

— ¡Hola! ¿Cómo te llamas? –siguió balanceándose en el árbol, me comencé a desesperar mucho por pensar en que pasaba si caía.

— No deberías de hacer eso.

— ¿Cómo te llamas? –preguntó ignorando mi preguntas.

— Toni, ¿y tu?

— Cheryl –soltó sus piernas para caer y yo cerré los ojos para no ver, pero ella había caído de pie y totalmente intacta–. ¿Cómo se llama el? –se agachó al cordero y lo acarició.

— No tiene nombre.

— El debería tener, qué tal... Donatilo. –hice una mueca ante su sugerencia.

— Es un nombre muy feo. Yo le pondría... Luna, porque es del mismo color que la luna. –exclamé emocionada.

— ¿Es niña?

— No lo se, le preguntaré a mi papi.

— Está bien –se levantó y sacudió su vestido–. Tengo que irme, mis padres no saben que estoy aquí –susurró lo último–, vivo ahí bajo la colina, por si quieres visitarme algún día.

Corrió colina abajo sin ninguna preocupación de caerse. Yo solo le dije adiós con la mano y volví a mi casa con la pequeña Luna.

Fin flashback

— ¿Quien es la más hermosa? –Veronica apareció por la puerta asustándome, ¿y si ella había estado escuchando la conversación?

Mire por la ventana y vi que ya estaba amaneciendo, probablemente se levantó ya para ayudar a mi madre con el desayuno, y mi madre tal vez ya haya ido al pueblo por la comida.

— Eh... estábamos hablando de que Tadeo me dijo que era la más hermosa. –dijo Cheryl y yo baje mi mirada, claro ¿por qué creí que diría que yo se lo dije?

— Por supuesto, Tadeo te ama.

— Si me permiten, voy a dormir, tengo sueño. –me di la vuelta, no quería escuchar más de esa conversación.

— Claro, vete y huye del trabajo como siempre lo haces. –miré a Veronica con incredulidad, no me iba quedar así.

— Que te importa a ti, al menos no soy como tu que tratas de ser la "mejor hija" para dejarme mal a mi, sin incluir que tu solo estás esperando a que un hombre llegue a pedir tu mano para irte. Disimula un poco lo necesitada que estás. –trató de golpearme pero mis reflejos fueron más rápidos y logré tomarle la mano.

— No te olvides que soy tu hermana mayor, me llegas a poner una mano encima y sabes como te va con mi papá. –solté su mano bruscamente y me fui de ahí sin ni siquiera mirar a Cheryl.

Odio a todo el mundo.

*

El aire golpeaba mi cara con fuerza, mi cabello estaba totalmente revuelto.
Decidí liberar mi mente yendo al árbol de almendro que siempre solía ir y el aire estaba muy pesado hoy, se escuchaban cosas rechinar alrededor por lo fuerte que golpeaba.

Realmente no puedo creer que esto esté pasando en mi vida, cualquiera que supiera lo que pienso, probablemente me mandaría matar o algo así.
No quiero pensar en Cheryl ahora, tal vez si ella no haya aparecido en mi vida... no estaría mal ahora.

Pero tampoco puedo dejar fuera todos los buenos momentos en los que nos hemos apoyado.

— Toni. –volteé hacia atrás y ahí estaba Cheryl con todos sus cabellos revoloteando.

— ¿Ahora que? Ya te dije que olvides todo, si para ti es mejor que deje de hablarte lo haré, viviremos en la misma casa con incomodidad y todo, pero no te hablaré.

— No quiero que dejes de hablarme –rápido descansó a mi lado–, siento mucho lo que le dije a Veronica hoy, no sabía que decir.

— No tienes que decir nada, te lo he repetido cientos de veces.

— Toni, yo te juro que quiero entender esto, quiero entender lo que escribiste ahí, quiero saber como te sientes. Y... tal vez quisiera sentirlo, nunca me he enamorado y el único amor que sentía por mi familia  seguramente murió con sus acciones. –levanté mi mirada del suelo y la miré a los ojos.

Claro que se por todo lo que ella ha pasado, y todo el sufrimiento que le han hecho. Y aún así, ella sigue siendo la persona más dulce y de mejores sentimientos que conozco.

Pero no puedo ayudarla cuando aún es difícil para mi entenderme, encontrarme. Estoy perdida conmigo misma.

— Lo siento, Cheryl, pero no puedo ayudarte.