Esperamos en silencio mientras nuestro anfitrión corrobora mi participación en la primera carrera mientras se abre paso entre el mar de personas buscando una entrada o inscribiendo a sus competidores. Está en una de las veinte ventanillas de acero que se ubican en la parte frontal del coliseo que es una construcción similar a lo que antes se conocía como el Coliseo Romano, pero esta es casi dos veces más grande y está hecha de metal, concreto y adornada con hologramas que proyectan letras en rojo neón con un fondo de fuego:
EL TORNEO DE LAS SOMBRAS
Luego, las letras desaparecen y proyectan una Génesis Celeris acompañada de otras más mientras la toma se abre. La imagen cambia a otra en la que todas avanzan a gran velocidad por una carretera de cristal que está suspendida a varios metros del suelo, después la imagen se llena de fuego y aparecen varias bestias metálicas: leones, tigres, lobos, jaguares, rinocerontes, búfalos, hienas, osos, entre otros, con un fondo de rugidos. La imagen vuelve a la primera y la propaganda se repite. Siento un pequeño temblor en mis manos al imaginarme tripulando una de esas bestias. Mi mirada se desplaza de ese punto a las alturas y al final de cada columna vertical que sostienen el coliseo, flamean con suavidad las banderas de los países que existieron antes de la Gran Guerra que desapareció a muchos e hizo crecer a otros, como el nuestro. La Gran Guerra fue un punto de quiebre en la historia, fue una época oscura y trágica, pero también de cambios y crecimiento para aquellos países que salieron victoriosos.
Me quedo de piedra cuando veo la bandera de La República de El Gran Japón. Ese es un acto de traición a la patria pues está prohibido todo tipo de propaganda, juegos, conversaciones o idolatrar a este país, pues a pesar de que se ha firmado un acuerdo de paz, La República de El Gran Japón siempre será nuestro enemigo y la razón por la cual fabricamos más armas y soldados. Se me hace extraño ver la bandera de nuestro enemigo al aire libre, a vista de todos y que nadie diga nada. Miro a mi amigo con el ceño fruncido y el rostro desencajado por lo que estamos viendo, sin embargo, a pesar de que también está sorprendido, mueve la cabeza en señal de negación pidiéndome que no diga ni haga nada.
Vuelvo la mirada hacia el grupo de personas que vimos hacia un momento para olvidar el tema.
—Una motocicleta que se transforma en un león mecánico... eso no me lo esperaba —comento.
Gavin me hace un gesto con la mano que tiene libre para que baje la voz. Es peligroso hablar de esto aquí.
—Aquí tienen su propia Deep web, que no se puede acceder desde otro punto si no es Umbra City —contesta mi amigo—. Estoy ahí revisando toda la información sobre las Génesis Celeris y... aquí dice que, son organismos robóticos cuya forma base es similar a una motocicleta y su forma evolucionada es la de un robot con forma de animal salvaje. Es una creación que revolucionó la ingeniería y que es una tecnología que marca un nuevo comienzo. Por ser robóticos, necesitan una persona para ser tripulados. Esta persona recibe el nombre de huésped, pues es el que le da vida y movimiento al robot.
—¿Yo seré el huésped?
—Así parece —sigue leyendo—. La Génesis Celeris es conocida también como "El origen de la velocidad", "El comienzo de la rapidez sin límites", "La creación de un nuevo futuro veloz". Hay una cosa que no entiendo...
—¿Solo una?
—¿Cómo es posible que nosotros no hayamos diseñado algo así? ¿Por qué no sabíamos de su existencia?
—No lo sé, pero lo que sí sé es que yo no sé manejar esas cosas. No sé qué haré.
Gavin me mira levantando las cejas.
—No hace falta que me lo digas. Esas cosas no hay en Nueva York.
—No hay en Nueva York. Entonces, ¿dónde está Umbra City? —le pregunto a mi amigo.
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Renacer ✔️
Science Fiction[Primer libro de la trilogía "Renacer"] Mataron a su hermano, ahora buscará venganza. ••• La República De Las Américas, lo que antes era Estados Unidos, se ha convertido en la potencia mundial después de someter a varios países y proclamarlos como s...
