Subo a su moto, lo agarro por la cintura y emprendemos un viaje por los vacíos de Los Sótanos.
Malcom me ha explicado que seguiremos en línea recta para llegar hacia el otro lado, luego cruzaremos hacia la ciudad por las calles más solitarias y llegaremos a La Cúpula, que es el lugar donde vive.
Él no sabe que yo ya he visitado su casa, y no como una invitada, sino como una ladrona. Aunque él se abrió conmigo, yo aún tengo miedo de que descubra cosas que me duelen, por eso aún no menciono nada relacionado a Rafael, ni el suero, ni mucho menos de Colin.
¿Habrá estado Colin por estos lugares? Siento una punzada de dolor en el pecho al imaginarlo buscando pistas. Y el FBI lo dejó solo. Son unos traidores. ¿Sabrá Rafael de esta traición? ¿Habrá despertado?
Miro hacia el otro lado, mientras el viento azota mis cabellos. Creo que, a lo lejos, ese es el camino que lleva al tren con el Turbo Neón.
—¿Cómo se llama tu madre? —le pregunto.
Él me contesta sin dejar de mirar hacia adelante.
—Natzuki —contesta.
—Es un nombre muy bonito.
—Es japonés.
—¿Tu madre es japonesa?
Él mueve su cabeza en señal de negación.
—Mis abuelos. Después de la Segunda Guerra Mundial tuvieron que refugiarse en los suburbios de Estados Unidos. Ellos fueron empleados en las grandes fábricas de confecciones de aquí y cuando estalló la guerra, fueron exiliados y huyeron por su vida. Sin dinero y sin hogar, no les quedó otra opción que esconderse...
Abro la boca ante la conexión que hago en mi cabeza.
—En Los Sótanos —completo la frase.
—Así es —comenta—. Ellos hicieron su vida aquí y tuvieron a mi madre. Bueno, el resto es historia.
—Entonces, por la guerra fue que la vida de tus abuelos cambió, y eso llevó a que la vida de tu madre y la tuya también sean afectadas.
—La verdad que acá puedo ser un mafioso, una lacra en la vida, pero una guerra... una guerra es otra cosa. Es destrucción, es dolor, es muerte y todo a gran escala —hace una pausa para darme una mirada rápida, luego se vuelve—. No negaré lo que soy. Soy un mafioso y asesino. Lo soy. Y aunque suene irónico, nunca estaría de acuerdo con una guerra. Yo mato por encargo a políticos, personajes importantes, personas de alto rango en Nueva York, pero en una guerra estos personajes nunca mueren porque están custodiados todo el tiempo por todas las Fuerzas Armadas, mientras que los que sufren, son los civiles.
Me quedo callada porque sus palabras traen abajo todo lo que alguna vez pensé y me enseñaron. ¿Por qué no le refuto? ¿Por qué no soy capaz de decirle que se equivoca?
Tal vez, en algo tiene razón.
Él sigue hablando.
—La guerra cambia la vida y no solo de las personas, sino en general. Toda la vida. Y afecta a las generaciones futuras.
—¿Sabías que el Turbo Neón que ustedes tienen es muy peligroso? Si algún país poderoso lo descubriera, podría fabricar armas biológicas que desataría una guerra mundial.
Él asiente sin ánimos.
—Lo sé —susurra—. Y esa es una de las razones por las que difiero con mi padre. Tal vez, por eso es que Los Sótanos es un lugar que, si entras, nunca más sales. Llevarse el Turbo Neón es imposible.
Trago saliva. Nunca más sales.
—Pero...
—Nadie ha salido, pero habrá dos personas que saldrán muy pronto de aquí —me dice.
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Renacer ✔️
Science Fiction[Primer libro de la trilogía "Renacer"] Mataron a su hermano, ahora buscará venganza. ••• La República De Las Américas, lo que antes era Estados Unidos, se ha convertido en la potencia mundial después de someter a varios países y proclamarlos como s...
