⚡️La venganza⚡️

83 25 37
                                        

—Armas nucleares potenciadas —susurra Rafael.

Creo que he olvidado de parpadear porque mis ojos me empiezan a arder, pero estoy tan asustada que no puedo ocultarlo. De niña, he visto cómo las Fuerzas Armadas se preparaban para una posible guerra, para alguna invasión, incluso para ataques nucleares. Se preparaban para protegerse y defenderse, sin embargo, estos drones anularían todo eso. ¿Qué pasa cuando todo lo que usas para protegerse y defenderse, ahora es nulo?

Mi hermano solo descubrió la punta del iceberg e intentó pararlo, ahora ya no está. Miro a Rafael. ¿Que serían capaces de hacernos si se enteran que hemos descubierto más? Paso la saliva y miro a mi alrededor. Empiezo a tener la sensación de que nos observan.

—¿Por qué usar este tipo de armas aquí? —le pregunto.

Él piensa un poco.

—No creo que sean para Los Sótanos —responde—. Tal vez, Ovax tenga planes mayores. ¿Si me entiendes?

—No.

Siento que el miedo ha bloqueado todo raciocinio en mi cabeza.

—Creo que Ovax piensa atacar Nueva York y luego Estados Unidos. Parece increíble y hasta un chiste mal contado, pero estos drones son armas poderosas que ningún país tiene y podría poner en apuros a las Fuerzas Armadas. Incluso parece que fuera tecnología futurista.

—Son pocos drones a comparación de todo el poderío del país...

—Lo sé. De verdad que estoy siendo lo más objetivo posible, pero estos drones son letales. Basta con que dos de ellos lleguen camuflados a una base militar, y uno desactive el ataque de dispositivos electrónicos y mecánicos, mientras que el otro hace un solo ataque nuclear. Adiós base militar. Tenemos muchas bases militares en el país, pero estos drones son capaces de acabar con ellas como si estuvieran hechas de papel.

Toco tierra. Esto es peor de lo que pensé.

—¿Qué vamos hacer? —le pregunto.

—Por lo pronto, salir de aquí. Mañana tenemos que robar ese dispositivo para saber qué era lo que había descubierto Colin, luego Elthon tiene que ayudarnos a salir para ir a arriba.

—Tengo que llevar conmigo a Malcom...

—¿No te das cuenta que si no ponemos en aviso a Nueva York todo puede acabarse?

—Lo sé, pero yo vine por él y me lo llevo. Tiene que pagar por lo que le hizo a Colin.

Rafael se agarra la cabeza y aprieta los ojos. Luego, suelta un suspiro.

—Está bien —asiente—. Vamos.

Nos volvemos y trepamos por la escalerilla hacia el techo del vagón. Una vez arriba, corremos en contra de la dirección a la que va el tren para llegar al último vagón y saltar, pero unas luces desde el otro lado del lugar nos hacen parar en seco.

—¡Abajo! ¡Abajo! —me ordena Rafael, al mismo tiempo que me toma de la espalda y me hace bajar.

Quedamos tendidos boca abajo mirando hacia los vehículos que se acercan. Son cuatro vehículos oscuros que avanzan en línea diagonal para darle el alcance al tren.

Entrecierro los ojos para ver con más claridad y al hacerlo, los vellos de la nuca se me erizan. Es el Jeep de Elthon.

—No puede ser —susurro.

Rafael se vuelve para mirarme.

—¿Qué pasa?

—Es Elthon. El Jeep de la derecha es de Elthon.

Renacer ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora