ღ°~ Polos Opuestos ~°ღ

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Minutos después Dahyun se puso en marcha a su casa, mientras que Yoongi se quedaba a poder observar aquella belleza que le brindaba la naturaleza.

Sin más que decir, al día siguiente la rutina era normal, Dahyun se despertaba, desayunaba, se daba una ducha y se vestía, lo único que seguía era ir a su trabajo, el cual consiguió hace menos de un año. Su trabajo era normal, era una simple mesera en una cafetería, mientras que Nayeon trabaja de asistente para el alcalde del pueblo.

Era un día nublado, al parecer el clima no pareciera tener el mismo ánimo que tenía Dahyun, puesto que se sentía algo extraña tras aquel reencuentro con Yoongi, sin embargo la mayoría de sus sentimientos no la hacían sentir extraña con la presencia del chico, al contrario, la hacían sentir cómoda.

Eran al rededor de las 4:30 de la tarde, Dahyun saldría en solo cinco minutos de su turno agotador, y así poder ir a casa a descansar, no sin antes hablar con los dos tortolitos, aún que, una vez que lo pensó, seria mejor no ir, ya que Taehyung se acordaría de la sala de cine y Dahyun no quería pagar una noche entera la sala, solo para ver algunas que otras películas.

Pero si le veíamos lo bueno en eso, es que Tzuyu y Taehyung también podrían tener su cita.

Los cinco minutos de espera ya habían acabado al igual que su turno. Agarro todas sus cosas y se dirigió hacía su casa, dónde se supondría que estaría Chingu ahí.

El día anterior, Yoongi y Dahyun habían quedado de acuerdo que ella lo cuidaría un cierto tiempo, al igual que Yoongi, así que después de tantos años, le tocaba a Dahyun cuidar de Chingu.

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Yoongi se encontraba en su despacho, el cual antes fue de su difunto padre. El trabajo se acumulo conformé los minutos pasaron, sin olvidar el viaje que partió de Tokio hasta Breackfast, fue bastante difícil para el chico tener que lidiar con grandes responsabilidades.

Sin embargo, claramente algo pareciera re compensarlo, por obvias razones, claramente era Dahyun. Esa chica le reflejaba paz en la vida de Yoongi, tal vez ella fue la razón por la que regreso.

Eran al rededor de las 5:00 de la tarde, el sol comenzaba a esconderse y claramente el sueño y el cansancio inundaban los párpados del chico

—Hermano, ¿Vendrás a cenar?. —preguntó Jennie entrando al despacho de su hermano, desconcentrando lo del sueño que estaba por tener.

—¿Eh?, Ah sí, claro. —respondió, —En cinco minutos bajo. —su hermana le mostró una sonrisa, él hizo el mismo gesto y observó como su hermana salía en dirección al comedor, dónde seguramente ya le estaría esperando su respectiva madre con su expresión típica de poker.

Yoongi soltó un suspiro profundo y agotador, listo para levantarse de su asiento y dirigirse hacia el comedor. Al llegar al lugar, su madre y su hermana parecieron haberse adelantado, el chico se dirigió hacia el asiento al lado de Jennie y se sentó en el sin pronunciar alguna palabra. Pasaron al rededor diez minutos, dónde solamente se podían escuchar los cubiertos chocar entre ellos mismos.

—Veo que no regresaste solo para vernos. —habló su madre rompiendo aquel silencio que le parecía cómodo a Yoongi, sin alguna palabra que vieniera de su madre, hasta que habló ella claramente.

—¿A qué se debe tu pregunta madre?. —preguntó esté con la mirada fija en la nombrada.

Jennie suspiro fuerte al notar como una pelea entre ellos, se aproximaba.

—Lo que quiero decir, es que no viniste para vernos a mí o Jennie. —hizó una pausa, —Viniste solo para ver a esa chica. —dijo mientras se detenía de comer y dirigía su mirada hacia su hijo, el cual ya hacia mirándola.