ღ°~ Polos Opuestos ~°ღ

❀17❀

El salado olor del mar llegaba con frescura hacia las delicadas fosas nasales de Dahyun. La pelinegra yacía disfrutando de la misma fresca brisa que te daba los últimos días de Jeju, su oscuro cabello se movía al a par del viento que chocaba con su cabello.

La noche estaba claramente estrellada, una de las tantas bellezas que te mostraba la infinidad del cielo oscuro azulado.

—¡Dubu, Dubu!. —la ronca voz de Taehyung se podía escuchar aproximarse hacia la nombrada, quien con una sonrisa en sus labios lo recibió a las frías arenas de Jeju.

—¿Que pasó?. —preguntó con tranquilidad mientras recostaba su cabeza en sus blanquecinas piernas.

—Verás, cómo estamos en nuestro último día en Jeju, yo y Tzuyu decidimos comprar recuerdos. — explicó con entusiasmo, mientras su contraria asentía recolectando la información que le daba su amigo. —Entonces, escoje un color; ¿Rojo o amarillo?.

Cuestionó, esperando una respuesta por parte de su amiga, quien aún seguía pensando una respuesta.

—Amarilla. —le sonrió, mientras veía a su amigo correr hacia el puesto de ropa, dejando a su amiga disfrutando nuevamente de la frías arenas que jugaban con los pies de ella, haciéndola sentir cosquilleos.

Hasta que de reojo miró como su actual pareja se sentaba a un lado de ella, resoplando un suspiro haciendo notar su tranquila presencia. La pelinegra volteó a verlo sonriendo, mientras recostaba su cabeza en el hombro de Yoongi, mirando fijamente hacia el horizonte, y escuchando como las pacíficas olas chocaban entre ellas, como siempre había sido.

—Mi madre quiere hacer trabajar a Jennie. —suspiró nuevamente. —¿Tú qué opinas?.

Aún que su hilo de voz sonaba tranquilo, quizás cuando llegue a casa, su tranquilidad se espume por completo, convirtiéndose en estrés y peleas, o tal vez no.

—No lo sé, depende de como ella vaya a reaccionar. —respondió haciendo una línea con sus labios.

—Si  —dijo por lo bajo, —Eso es lo que temo —hizo una mueca. No sabía cómo lo tomara Jennie, o si ya lo sabía.

La pelinegra subió su mirada encontrándose con la mirada sería de Yoongi puesta en ella, ya se había acostumbrado a que la mirara así, sin embargó no notaba ese penetrante ambiente en sus pupilas, ahora no estaba. Y sin pensarlo, lo abrazo.

Dejando que su pequeño cuerpo cubriera el de él, —No esperes ni te imagines cómo va a reaccionar ella, tampoco como se va a sentir y actuar. —suspiró. —Solo abraza la como lo estoy haciendo, y siempre quédate con ella, no la dejes por más que tu madre te lo diga, sé un buen hermano Yoongi, y proteje la aún cuando tú seas el menor, ella siempre lo ha hecho, ahora tu también hazlo y apoya la.

Segundos después se separó de él, dejándolo desconcertado y confundido con su actuar, aún cuando él no se había movido en ningún momento, incluso cuando Dahyun lo abrazó, él siguió estando en su misma posición, quizás nunca lo habían abrazado de tal forma, ella era la primera en hacerlo.

En su mente seguía pensando en como actuará con su hermana apenas llegué a casa, como mirará a su madre sabiendo tal noticia, o cómo les dirigirá la palabra después de dos semanas, no, aún no sabía eso.

—¿Cómo esperas que haga eso?, Eres la única a la que he abrazado. —dijo mirando hacia el cielo estrellado observando la infinidad de estrellas que observaba en su campo de vista, mientras la marea era tranquila, aún cuando pequeñas olas recorrían el lugar, y la brisa del viento seguía chocando con su cuerpo, aún así seguía siendo tranquilo.

—No lo sé, solamente hazlo, soy mala dando consejos. —se encogió de hombros.

Yoongi solamente asintió, sin decir nada, dejando la noche pasar.