ღ°~ Polos Opuestos ~°ღ

❀06❀

Esas miradas se sentían por todos lados, pero eso no impidió que los dos se observarán fijamente, los dos miraban cada detalle de sus rostros, mientras que aún seguían juntos, Yoongi se sujeto más a Dahyun acercándola más hacia su cuerpo, por otro lado Dahyun bajo su mirada hacia el pecho del chico, y acurrucó su cabeza en el pecho, los dos hicieron un tierno abrazo.

Al parecer a Yoongi no se había avergonzado o sentido pena, como a Dahyun, más bien le había gustado. Bajó su cabeza hacia la de ella y le acomodó un mechón de cabello en su oreja, esto llamo la atención de la chica y lo volteó a ver con las mejillas color rosado.

—Lo siento. —susurró la pelinegra, evitando contactó visual con él y intentando desatarse del agarre de los brazos de Yoongi y por último haciendo una reverencia.

—¿Porque?. —preguntó confundido el chico, Dahyun lo miró con los ojos entre cerrados, sin más que decir se alejó de su contrarió.

Esté solamente rió ante el acto de la chica y sin más se fue, después de que se fuera Dahyun comenzó a avergonzarse más ya que estaba sola en su habitación, se sentó en su cama y agarró su almohada, en ella gritó todo lo que podía, como cualquier chica lo haría.

Mientras que con Yoongi, el ya había bajado a la planta baja de la casa, en donde se encontraban Jennie y Nayeon haciendo la lasagna.

—¿A dónde vas?. —preguntó Jennie tratando de detener a su hermano, el cuál ya estaba por cruzar la puerta principal.

—A casa. — contestó, encogiendose de hombros, saliendo de la casa directamente a la suya, en el caminó no podía olvidar el beso entre el y Dahyun, había sido hermoso ante los ojos de él, de tan solo pensar en eso, se le dibujaba una sonrisa en su rostro, no cualquiera le sacaba una sonrisa al centro de atención del pueblo, ni mucho menos a un chico serio y antisocial como él.

Al llegar a casa lo primero que vio al cruzar la puerta principal fue a su hermosa pero no querida Mamá, ella estaba con su típica cara de poker y vestidos de diseñador.

—¿Dónde está Jennie?. —preguntó, sirviéndose una copa de vino, el chico no le contestó y procedió a subir hacia su habitación ignorando la por completo. —Tenemos que hablar sobre tu papá. —habló una vez más su Mamá, eso hizo que Yoongi se detuviera por un momento.

—¿Lo metieron preso otra vez?. —pregunto sarcásticamente, rápidamente bufó y siguió subiendo las escaleras llegando hasta su habitación.

En cuanto llegó lo único que hizo fue aventarse hacia su querida cama, lo único que quería era dormir.

Habían pasando dos horas desde lo que le había dicho su Madre, y él no podía conciliar el sueño, estuvo por dos horas completas mirando directamente hacía el techo, hasta que un mayordomo de la casa lo había llamado para que bajará a cenar, esté rápidamente se paro de su cama para bajar hacia el comedor, él seguía con la misma ropa a si que no se había preocupado de que su madre lo regañará.

Al bajar las escaleras y llegar al comedor se percató de que Jennie y su madre ya estaban comiendo, pero algo estaba raro. Su madre estaba vestida de negro, éso se le hacía raro, pues su madre siempre se vestía de colores elegantes, y solamente para ocasión especial usaba el color negro, como para un velorio, entierro o algo que se tratase de negocios.

No le tomó importancia y procedió a sentarse en su asiento, la mesa estaba en silencio, como siempre. Su madre suspiró y procedió a hablar.

—Tenemos que hablar. —dijo la Madre de los dos rompiendo el silencio.

—¿Sobre qué?. — preguntó Jennie con tranquilidad.

—De su padre... —con tan solo decir "padre" la atención de los dos hijos se fijaron en ella.