Pesadilla

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Espero que les guste~

Nota: Si el principio les parece familiar, me base en un comic que encontré por ahí XD

Nota-2: Esto es viejo y publicado originalmente en Fanfiction pero sinceramente me gusta mucho como quedo y lo quise poner aquí ^_^


-¿Dónde...estoy?- Choromatsu miro a su alrededor, enarcando una ceja al verse en una habitación completamente vacía y blanca. Se tensó cuando a sus espaldas escucho murmullos, suspirando de alivio al ver la espalda de su hermano vestido de azul a la distancia. –¡Karamatsu!- lo miro atentamente, notando que su hermano luchaba contra algo entre sus manos. –¿Q-Que estás haciendo?- por alguna razón no podía relajarse, menos cuando Karamatsu se agacho y levanto al del piso. –¡Karamatsu, mírame por favor!- deseo no habérselo pedido en el momento que se volteo: lo veía a los ojos con una expresión cansada, ojeras bien marcadas y una triste sonrisa pintada en su rostro. En una de sus manos temblorosas había un trinchete, el cual era apretado con fuerza. –¿Q-Qué demonios es eso?- pregunto al ver que la otra mano de su hermano sostenía un hilo azulado...conectado a un corazón blanco dibujado en su pecho. Se miró su propio pecho, donde había un hilo similar pero de color verde. Lo tomo suavemente entre dos de sus dedos, acariciándolo con delicadeza y algo de miedo, algo en su interior estremeciéndose por alguna razón. Siguió el hilo con atención, hasta que sus ojos terminaron en el símbolo de su familia dibujada en el piso, donde había una bola de diferentes colores.

-¿Chicos?- se sorprendió al verlos dándole la espalda, todos tenían el mismo hilo dirigido al mismo lugar. Se olvidó de aquello al ver como Karamatsu sostenía el trinchete, con la total intensión de cortar el hilo. –¡E-Espera, detente!- se alarmo al ver que, mientras cada fibra de aquel hilo tan fino, una fila se empezaba a abrir en las muñecas de su hermano. –¡N-No me puedo mover!- intento dar un paso pero parecía que sus pies estaban adheridos al piso. –¡Chicos, hagan algo!- reclamo al ver que la sangre empezaba a correr por los brazos de su hermano, goteando de su codo y cayendo al piso en un ruido sordo. –¡Espera, Karamatsu!- siguió luchando para moverse, viendo como el mencionado solo hacía más fuerza. –¡KARAMATSU!- grito alarmado al ver que había cortado el hilo, la sangre saliendo con más fuerza y el corazón en su pecho rompiéndose, el cuerpo de su hermano volviéndose negro por completo.

-Adiós...hermano- le sonrío, lágrimas corriendo por su rostro y luego...desapareció en el aire.

-¡NO!- cayo de rodillas, todo a su alrededor desvaneciéndose de golpe.

... ... ... ...

Choromatsu se sentó de golpe, su boca abierta en un intento de recuperar todo el aire perdido de la nada. Paso sus manos por sus mejillas, sin siquiera ser consciente de las lágrimas que corrían por su rostro. Miro a su lado, sus ojos recorriendo a las cinco personas acostadas y durmiendo a pierna suelta...no, esperen...eran... eran cuatro. Había solo cuatro personas a su lado. Su corazón se detuvo por un momento, el pánico empezando a recorrer su cuerpo.

-¡K-Karamatsu!- sin importarle si despertaba a alguno de sus hermanos, se levantó de golpe y corrió por la casa, buscando con desesperación a su hermano faltante pero sin encontrar ni una pista de él. Jadeo, tenía que encontrarlo...maldición, ¡tenía que encontrarlo y asegurarse de que estaba bien, de que su corazón aun latía con fuerza! Abrió la puerta principal, dispuesto a irse en piyama solamente a buscarlo, saliendo corriendo apenas pudo ponerse los zapatos. No sabía a donde iba, solo corría por las calles a oscuras y siegas. No se detuvo. Recorrió a su alrededor rápidamente con la mirada, hasta que lo pudo visualizar a la distancia. Karamatsu estaba parado con los ojos perdidos en algún lugar lejano, vestido con aquella chaqueta de cuero criticada por todos ellos...sus brazos apoyados en la barandilla del puente. –¡Karamatsu!- no se detuvo, si no que aumento la velocidad lo más que pudo.

-¿Choromatsu?- Kara enarco una ceja, viéndolo con confusión. Soltó un chillido poco varonil cuando el cuerpo ajeno lo tacleo con fuerza, el piso recibiendo un gran beso de parte de su trasero. –Ite...- murmuro, para después fijar su total atención en el cuerpo que estaba sobre él, aferrándose a su ropa. –¿Qué pasa, brother?- le palmo la cabeza, escuchándolo jadear y...¿sollozar? –¿C-Choromatsu?- tembló cuando el otro se sentó y no lo miro. –He-ey, ¿Qué...?-

-¡Cállate!- gruño, esta vez lanzando sus brazos por el cuello del mayor, abrazándolo con fuerza. –Solo...cállate- murmuro lentamente, solamente afianzando su agarre al sentir que el otro le correspondía el gesto. No supo cuánto tiempo estuvieron así, con una de las manos temblorosas de Choromatsu acariciando el cabello del mayor y con la otra aferrada a su ropa, mientras que el otro simplemente le acariciaba con suavidad la espalda. Una suave brisa corrió, el mayor reaccionando al sentir al otro temblar.

-Maldición...- se separó de golpe, sacándose rápidamente la chaqueta y poniéndosela en la espalda a su hermano, quien dejó escapar un tembloroso suspiro. –¿Qué estabas pensando al venir así hasta aquí, buraza? Puedes enfermarte- lo miro con seriedad.

-Lo siento...- murmuro lentamente. –Karamatsu...- el otro lo miro con curiosidad, atento a sus palabras. –...Vamos a casa...- hablo con una ligera sonrisa, la calma por fin llenando su cuerpo entero.

-¡Muy bien!- asintió con una gran sonrisa.

... ... ... ...

Choromatsu se recostó, no sin antes correr prácticamente de una patada al profundamente dormido Osomatsu. Palmeo el lugar recién echo, Kara cambiándose rápidamente y dándole el gusto de acostarse ahí, a su lado.

-¿Estas bien?- pregunto Kara en un susurro, preocupado.

-Si...solo...fue una pesadilla- la imagen de su hermano con sangre en sus brazos y una sonrisa triste en su rostro se le vino a la mente, haciéndolo fruncir el ceño.

-Don't worry, brother- le sonrío con confianza. –No dejare que nada te lastime-

-Lo sé y gracias- sonrío ligeramente, sus ojos fijándose en la mano de su hermano...la mano completamente sana y sin heridas de su hermano. Suspiro, agarrándola y entrelazando sus dedos, su corazón calmándose un poco ante el toque. Apretó ligeramente la mano ajena, acariciándola con el pulgar con aire ausente. –Si alguna vez algo de molesta...tendrás que decírmelo, no importa si el problema es pequeño-

-E-Esta bien- murmuro, sorprendido ante aquellas palabras.

-¿Lo prometes?- lo miro a los ojos.

-Yo...- trago, dejando escapar un suspiro y devolviéndole la mirada con confianza. –Lo prometo- se sonrieron mutuamente. –Buenas noches, buraza- bostezo, sus ojos cerrándose lentamente y su respiración calmándose.

-Buenas noches...- lo miro fijamente, acercándose un poco más y besándole firmemente la frente. –...Karamatsu Nii-san- miro sus manos entrelazadas, sonriendo ligeramente y cerrando los ojos, dejándose llevar por el sueño.

Un pequeño extra XD

Osomatsu tenía sus ojos fijos en la revista que tenía entre manos, Karamatsu se miraba en el espejo de mano y hacia diferentes expresiones, Ichimatsu jugaba con su gato junto a un sonriente Jyushimatsu y Todomatsu sonreía mientras jugaba con su celular, ninguno dispuesto a romper el silencio del cuarto.

-Estoy en casa- hablo Choromatsu entrando y dejando su bolso a un lado.

-Bienvenido...- murmuraron distraídamente.

-Bienvenido brother~- le sonrío Karamatsu, viéndolo acercarse y sentarse a su lado. Choro sonrío al ver que dejaba su espejo a un lado, dispuesto a darle su atención.

-Ten, te traje algo- saco una cajita de su bolsillo, entregándosela a su hermano. El de verde simplemente rio ligeramente al ver los ojos de su hermano iluminarse, una sonrisa de felicidad pura dibujándose en su rostro.

-¡Pockys!- agarro la caja entre sus manos, mirándolo con emoción contenida. –Gracias~-

-No es problema- sonrío, su mano yendo directamente a la cabeza del mayor y acariciándosela con cariño, viéndolo sacar uno de los dulces con cuidado. Kara rio, extendiéndoselo al menor y sonriendo al verlo aceptar sin decir nada más. Los demás Matsuno los miraban fijamente, casi podían ver el aura llena de dulzura y cariño alrededor de esos dos.

-Yo también quiero...- fue el único pensamiento que apareció en la mente de ellos, sus ceños frunciéndose pero los otros dos no les prestaron atención, simplemente siguieron en lo suyo.

Love Karamatsu (Osomatsu-san)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora