Love Karamatsu (Osomatsu-san)

Gata #4

Espero que les guste~

Nota: Capitulo largo porque estaba de inspiración XD

Nota-2: Creo que salía diferente a los anteriores pero igual me gusto como quedo ^_^

Ninguno de ellos se movió ni un poco. Oso y Choro se mantuvieron en frente, nerviosos pero firmes al mismo tiempo. Ichi quería adelantarse para gritarle a su hermano que dejara de jugar, aunque en su interior sabía que nada de esto era falso, pero termino por apretar los dientes con enojo. Jyushi estaba tieso en su lugar, aferrándose con algo de fuerza a la manga del buzo morado de su hermano, con sus ojos bien abiertos mirando fijamente al de ojos rojos. Todo se acurruco detrás de ambos, asomándose con algo de ansiedad y esforzándose por no temblar.

-Se ven muy tensos~- rompió repentinamente el silencio. Los hermanos vieron como el de buzo negro se agacha para agarrar el bate tirado a un lado, enderezándose y apoyando el bate en uno de sus hombros, mirándolos con sus ojos rojizos. -¿No quieren jugar?- sonrío con maldad, acercándose un paso. El de rojo y el de verde se tensaron, empujando ligeramente a los menores tras ellos, tragando en seco y sin saber que podía pasar.

-Por mucho que me gustaría que los golpearas hasta la muerte, debo detenerte- escucharon un repentina voz femenina y entonces, pudieron verla. Ella tenía el cabello negro y largo hasta por debajo de los hombros, vestía una remera sin mangas, shorts y sandalias, todo completamente blanco.

-Ho vamos- sonrío, golpeando ligeramente el suelo con el bate que tenía en sus manos. -¿No puedes mirar hacia otro lado? Solo un ratito- sonrío, dándoles escalofríos a los Matsuno.

-Nop- gruño. -Lárgate demonio...ahora- sus ojos, uno de sus azul y el otro verde, parecían brillar ligeramente. -Su alma no te pertenece-

-Quizás ahora no...- sonrío enormemente, dejando caer el bate y alzando las manos. -...pero al final, será todo mío~- su risa resonó por la habitación, solo para que a los segundos se detuviera y los ojos de Kara se cerraran, inclinándose hacia adelante. Los hermanos estaban congelados en su lugar pero ella fue rápida en agarrar al de buzo negro, suspirando.

-Lo siento Kara...- murmuro, alzando al mencionado sin mucha dificultad y dejándolo suevamente en el sofá.

-¡¿Qué rayos fue eso?!- Osomatsu fue el primero en adelantarse, luciendo molesto.

-Uff, me olvide de ustedes por un segundo- hizo una mueca, para después suspirar. -Eso fue un demonio-

-¿Un demonio?- Choromatsu enarco una ceja, sin poder creerlo del todo.

-¿Nii-san?- Jyushimatsu se acerco a Kara, mirándolo con preocupación.

-Él...¿estará bien?- pregunto Todomatsu, viéndose nerviosos y algo inseguro.

-Por ahora, solo esta inconsciente...- asintió ella, acercándose para apoyar su mano en la frente del de buzo negro. -...aunque, no creo que dure mucho- hicieron una mueca ante eso, sin entenderlo del todo pero sin gustarle como sonaba. 

-¿Quien eres tu?- Ichimatsu entrecerró los ojos mientras la miraba, acercándose un paso

-Eres Kira- los ojos de Jyushi se abrieron con sorpresa al notar el collar azul que rodeaba el cuello ajeno.

-¡¿La gata?!- los demás la miraron con gran sorpresa.

-Eres más observador de lo que esperaba- sonrío ella con diversión. -Soy Kira y soy un ángel guardián- por un momento, la sombra de grandes alas aparecieron tras ella y con una aureola sobre su cabeza, desapareciendo a los pocos segundos.

-¿Por que nos pasan cosas tan raras?- suspiro el de verde con una ligera mueca.

-Ustedes son imanes para las locuras- Kira se encogió de hombros.

-¿Qué estas haciendo?- pregunto el de rosa al ver ella acercaba su mano al pecho del Matus inconsciente.

-Me llevare su alma antes que ese demonio pueda- respondió sin mirarlo.

-¡No puedes hacer eso!- el de amarillo fue rápido en agarrar las muñecas ajenas, alejándolo de Kara. Kira simplemente enarco una ceja, mirándolos fijamente.

-¡Lo vas a matar!- gruño el de morado con el ceño fruncido y apretando los puños con fuerza.

-¿No es lo que ustedes querían?- la pregunta los sobresalta, dejándolos tiesos y con un mal sabor en la boca.

-¡Por supuesto que no!- responden al unísono después de tartamudear con confusión y nerviosismo.

-¿En serio?- los miro sin creerles, soltándose del agarre Jyushi y alejándose un paso. -Porque muchas de sus frases me dicen lo contrario- hizo una ligera ceña con las manos, los cinco sorprendiéndose al escuchar sus propias voces resonar por la habitación y sin poder ver de donde provenían. Hicieron una mueca cuando sus propias voces repetían sus frases, deseándole la muerte al de azul. Ellos podían recordar diciéndole eso.

-¡Solo eran bromas!- chilla el menor.

-Mmm, llevo mucho tiempo muerta...- fingió confusión. -...porque, que yo recuerde, las bromas son para divertirse, no para abusar verbal y físicamente de alguien- ellos hicieron una mueca, sintiendo que la culpa los empezaba a invadir.

-¿No hay otra manera de ayudarlo?- pregunto el de rojo repentinamente.

-Depende- Kira los miro de reojo. -¿Lo hacen por amor, por culpa o solo porque quieren tener a su "tapete" de vuelta?- gruño lo último con enojo.

-¡Amamos a Karamatsu Nii-san!- Jyushi alzo los brazos con una gran sonrisa.

-Ese bastardo no puede dejarnos tan fácilmente- bufo Ichi entre dientes.

-No podemos fallarle esta vez- hablo Todo con seguridad.

-Necesitamos arreglar lo que hicimos mal- asintió Choro.

-Ninguno se puede quedar atrás- sonrío Oso.

-Última oportunidad- dijo Kira después de unos segundos, sintiendo que ellos lo estaban haciendo por cariño y algo de culpa. -Si meten la pata, me lo llevare-

-Bien- asintió el mayor.

-Genial- sonrío ligeramente, llevando las manos a la cintura. -Les daría una advertencia pero...- su sonrisa se agrando, dándoles un mal presentimiento. -...pero eso no seria divertido~- río. Los Matsu la miraron con confusión pero antes de poder preguntar, se encontraron flotando en un espacio completamente negro. Y luego...simplemente cayeron a nada.