Uniforme #2

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Espero que les guste~

Nota: Leí una vez que hay ciertos restaurantes que tiene la política en la que las que el personal puede defenderse en caso de acoso pero incluso entonces, no lo pueden llevar muy lejos, porque podrían tener problemas legales. Realmente no sé cual puede ser el limite

Nota-2: ¡Muchas gracias a los que en realidad están leyendo este libro!

Nota-3: Me gusta el drama ^_^

Karamatsu no pudo evitar adorar su trabajo hasta cierto punto. Claro, el uniforme podía ser demasiado según muchos pero no le molestaba, había usado cosas más reveladoras en el pasado y era muy cómodo. Por alguna razón, en realidad, le gustaba ser mesero. Tenia un cierto encanto, según las propias palabras de la dueña, que lograba atraer a muchos y la mayoría de los clientes que llegaban eran amables, incluso sus compañeros de trabajo eran amables. Lo trataban bien, con respeto, y eso era algo que realmente le gustaba. También le gustaba la ligera sensación de independencia a pesar de aun vivir con sus padres.

En unos pocos meses, enfrento muchas cosas como mesero. Desde adolescentes encantadas que se sonrojan de solo verlo, de mujeres grandes que le preguntan si no quiere salir con sus hijas o hijos porque tienen su edad, hasta de mujeres jóvenes que en lo llenaban de elogios y le preguntaban si quería conocer a uno de sus amigos porque creía que era gay. Nada de eso realmente lo molestaba, era casi divertido, pero no siempre era bueno.

Tenía clientes extraños. Algunos borrachos que por alguna razón elegían ese lugar para ahogar sus penas en alcohol y comida en vez de ir a un bar, que lo confundían con una mujer en su estado loco de borrachera y le ofrecían que fuera a casa con ellos. No va a negar que les cobro de más unas cuantas veces. También estaban los pervertidos y se refería del peor tipo de todos, los insistentes que no aceptaban un "no" por respuesta, hombres adultos con un nulo filtro vocal y una mente más sucia que las revistas para adultos que tenían la mano demasiado larga para su gusto.

Karamatsu tenía que respirar profundo cada vez que sentía una mano rozar sus piernas o su trasero, apretando los puños con fuerza en un intento de controlar sus deseos de golpearlo.

-¡Agh, esos malditos!- salieron de ahí, un poco más tarde de lo habitual, y Kara sintió una punzada de culpa no solo por la ira ajena, si no también por haber tardado tanto. Por alguna razón, su hermano menor insistía en acompañarlo ida y vuelta del trabajo, a veces incluso se quedaba sentado en una mesa apartada y comiendo algo hasta que fuera su hora de salida, en especial de noche. -¡No te entiendo!- Todomatsu lucia entre desesperado y molesto pero no exactamente con su hermano, si no con los bastardos que sentía que se habían salido con la suya. -Hay, literalmente, un cartel que dice "Si tocas lo que no es tuyo, los empleados pueden golpearte" ahí dentro- era un cartel notable y con letras claras, una advertencia para los que entraban. -¿Por qué no los golpeaste?- él mismo había querido lanzarse encima de ese grupo de hombres que básicamente habían acosado a su hermano, hasta les saco una foto solo para poder recordar sus feos rostros y patearles las bolas si alguna vez los volvía a ver. -Te he visto golpear a tipos más grandes que tu, por un demonio- pateo una roca, gruñendo entre dientes. -Podrías haberle tirado todos los malditos dientes de un puñetazo- estaba furioso.

-Ah, en realidad...- Kara dudo, rascándose la nuca con cierta ansiedad. Entendía y apreciaba la preocupación ajena, llenaba su pecho de tanta calidez que lo hacia sentir mejor después de un largo turno lleno de pervertidos. -...si me defendi...la primera vez- hizo una mueca al recordarlo.

-¿Le rompiste los dientes al menos?- enarco una ceja, confundido ante el nerviosismo del mayor. Eso era algo raro de ver y se pregunto que había pasado realmente en ese momento.

-Algo así- siente sus mejillas arder de la vergüenza que lo empieza a inundar pero al mismo tiempo, su estomago se retuerce con ligeras nauseas. -Lo golpee y lo eche pero volvió unos días después, con un grupo de amigos...- hace una mueca, entre el asco y la molestia. -...dijo que podían darme una generosa propina si yo...bueno..."peleaba" con cada uno ellos- sus dedos se movieron para hacer comillas en el aire, luciendo asqueado e incomodo.

-¿Te refieres a...?- Totty miro a su hermano con incredulidad, pudiendo entender la indirecta con facilidad, sintiendo que una ola de furia lo llenaba cuando el mayor asintió. -¡Esos malditos, hijos de la...!- gruñe, sus insultos ahogados entre su ira. -Si lo vuelves a ver, dímelo. Los mataré sin piedad- no era un amantes de la violencia, ninguno de ellos realmente lo era a menos que fuera una mala situación, pero al diablo, Totty estaba dispuesto a todo si eso significa proteger a uno de sus hermanos. -Me gustaría ser más amenazante para espantarlos o algo así- hizo un puchero. -¿Por qué tuve que nacer tan adorable?-

-Es una bendición y una maldición, ¿no?- Kara no pudo evitar sonreír con diversión, apenas evitando reír. Su hermano menor siempre había amado ser el adorable entre ellos, incluso todos tenían el mismo rostro y la misma edad.

-¡Lo es!- se cruzo de brazos, algo dramático al decir verdad pero al mayor no le molestaba. -Me encantaría que al menos pudiéramos traer a Jyushimatsu Nii-san o Ichimatsu Nii-san. Ellos pueden ser aterradores- en realidad, todos podían ser amenazantes, pero había algo inquietante en la expresión en blanco acompañado con los ojos fríos bien abiertos del hermano de amarillo y la sonrisa sádica que mostraba colmillos junto a una oscuridad en sus ojos de parte del hermano de violeta. Ellos podían dar escalofríos si querían.

-Prometiste no decir nada- lo miro de reojo, enarcando una ceja.

-No lo hare. Solo era un comentario- bufo, su puchero haciéndose más grande. -Además, tendríamos muchos problemas legales si ellos aparecieran. Ambos pueden ser realmente violentos cuando quieren- se estremeció. -No tenemos dinero para pagar un buen abogado o siquiera la fianza, eso sería un desastre- y esta vez, Kara no pudo resistirse, riendo ante el giro extraño de su conversación, sintiendo diversión por alguna razón que no entendía pero sintiendo su cuerpo relajarse. Todomatsu solo pudo sonreír, contento de ver a su hermano más tranquilo.

Estaba contento de estar a su lado y poder ayudar como pudiera, incluso si solo era como compañía.

Love Karamatsu (Osomatsu-san)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora