Una semana después
Christopher a comenzado a tener un tipo de bromance con JeongIn, este siempre lo albrazaba y le besaba las mejillas, o le acariciaba el cabello, lo tomaba de la mano y hacia todo junto a él. ¿O será simplemente por la condición de JeongIn? No sabría explicarlo, simplemente sabe que se siente feliz al lado del menor.
Christopher empezaba a preguntarse ¿Qué se sentiría ser amado? No como su madre o su padre. Sino, por una persona distinta, alguien que se preocupe por él o que simplemente camine de su mano junto a la pradera o en cualquier lugar, que nadie los juzgue o que sean sólo ellos dos en el mundo.
Era ridículo, con JeongIn y una pareja, sería muy complicado, nadie lo amaría a él y a JeongIn, nadie aceptaria tener una... carga como él, aunque JeongIn no es una carga, más bien es como... una cruz que llevar con tu dia a día. Pero la gente lo vería como una carga.
¿Pero que tal si esa persona es JeongIn?
Felix dió la idea de ir a hacer un día de campo, hay un tipo de centro de recreo, que sería divertido, y todos aceptaron, pero JeongIn se le ocurrió la idea de ir de campamento, lejos de la ciudad, dormir todos juntos en tiendas y al aire libre.
Christopher recordó que su padre le pidió que JeongIn viviera su vida, además de que sería lindo ir a dormir fuera, nunca lo hizo, al menos le daría ese recuerdo a JeongIn.
A la hora del paseo, todos fueron a una montaña, un lugar aparte, donde nadie molestará y no fuera ilegal o estuviera prohibido estar. Era un lugar tranquilo, las cuatro horas de viaje valieron la pena.
Bajaron del auto, montaron un campamento bien hecho, con dos tiendas, una fogata que creó ChangBin con ayuda de internet
El día se fue entre juegos de las traes, ricos sándwiches que preparó Felix y Chris, frutas frescas, limonada y helados de agua (ya que JeongIn es intolerante a la lactosa).
A la noche, calentaron la sopa que llevaron en un fogón encima de la fogata, al rededor de esta, todos reunidos y acurrucados, abrazados y contando recuerdos que dejaron en su antiguo hogar.
Para el postre, comieron galletas con marshmallows y barritas de chocolate, era un postre delicioso para JeongIn. Christopher le daba pequeños trozos a JeongIn en la boca, este sonreía y besaba la mejilla del mayor
A la hora de dormir, JeongIn le dijo a Christopher si lo quería acompañar a caminar, él aceptó, dudoso por la invitación, pero lo hizo, Felix y ChangBin se fueron a dormir luego de que todos ayudasen a pagar la fogata y recoger lo que habían creado.
— Hyung —Llamó JeongIn mientras colocaba su gorro de peluche color gris—. ¿Usted me ama? —Preguntó el chico con cabello rojo.
.
—¿U-uuh? Sí claro, JeongIn.— No hyung, no de esa forma, sino... como a-algo más.
— ¿Por qué dices eso JeongIn?
— Sé que soy un estorbo para usted hyung, sé qué estoy... enfermo —Christopher se paralizó, nunca había visto a JeongIn así, sus ojitos oscuros se acuaron y parece que está apunto de llorar, se veía que le faltaba de cierta manera el aire—. Pe-Pero quiero sentir que se siente ser amado, quiero poder desconectarme con alguien, que ese alguien venga a mi mundo, no que yo venga a este.
Christopher se quedó perplejo, no sabía que JeongIn pensará de esa manera.
— ¿Recuerdas lo que te confesé a los doce años hyung?
— "Quiero que vengas a mi mundo y que me entiendas de una vez" —Repitió las palabras que le dijo JeongIn—. Lo hago, lo recuerdo, cada día de mi vida.
Christopher entrelazó sus dedos con los de JeongIn, besó su mano con dulzura, dejando en claro que es lo que siente por el menor, que hace tiempo se sentía de la misma manera.
— ¿Hyung? —Con lágrimas en sus ojos, la luz de la luna, la brisa nocturna, los sonidos de la naturaleza, todo era... simplemente hermoso, sus hermosos ojos que adornaban su bello rostro, no tenía comparación. No por el llanto de JeongIn, si no por lo que estaba por pasar.
— Te amo, Innie, desde que eras un bebé te amé, te amo y te amaré, no te dejaré solo, a pesar de ser como eres, yo te cuidaré y te voy a proteger. Te lo prometo.
— ¿Lo promete Hyung? —Sus sollozos eran evidentes, su hipo, sus lágrimas se desbordaban, Christopher tomó sus mejillas y limpiando las saladas gotita provenientes de sus cuencas con sus pulgares, acercándose lentamente hasta su rostro, quedando totalmente unidos, besando los labios del más bajito, con cuidado, con mucha delicadeza, con dulzura y amor. Un simple roce se convirtió lentamente en un apasionado beso sin siquiera haber abierto ambas bocas, se podía sentir en el aire lo acelerado que estaba el pulso de cada uno.
— Daría mi vida por protegerte, Innie. —Susurra al separarse, sumamente bajo, con una voz ronca y suave, una sonrisa minuciosa se le escapó, antes de frotar sus narices sin soltar las mejillas de JeongIn. El menor por otro lado, no podía si quiera verle, estaba muy apenado, pero feliz, sentía que tenía todo en la vida sin necesidad de nada, ya deseaba ir a casa y contarle a sus padres sobre ellos.
Ambos se en caminaron a la tienda de campaña y durmieron abrazados, sus cuerpos unidos, mimos, besos y cumplidos que se decían el uno al otro, JeongIn jugaba con el pelo de Chris, ese era su delirio, para que poco
a poco, JeongIn después de tomar su medicamento diario, quedara profundamente dormido en los brazos de Christopher.
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ᴀᴜᴛɪsᴛᴀ / ᚒ໑᮫۫ຳེ᳕ᴄʜᴀɴɪɴ༣᮫ࣤᤳᚒ
Romance❝Las normas han cambiado, apartir de hoy, solo un hijo por famlia exceptuando los que ya nacieron. Los niños con enfermedades mentales y biológicas deberan ser abortados, de lo contrario, los padres serán enviados a prisión y sus hijos serán ejecuta...