Capítulo 11

198 28 1
                                        


Kyuhyun sonrió mientras se reclinaba contra la encimera de la cocina y veía a Sungmin pasear de un lado a otro. Sungmin estaba palmeando suavemente la espalda de Donghae mientras intentaba conseguir que el niño eructara. Hae había devorado medio biberón. Si no eructaba, vomitaría.

Cuando Sungmin se giró y empezó a cruzar la habitación de regreso, su sonrisa era vacilante, tímida. Había sido de esa manera durante los últimos dos días. La parte tímida, no la parte sonriente. Las sonrisas iban y venían según el humor de Sungmin. La parte tímida parecía estar sólo dirigida hacia él, lo cual encontraba adorable.

Pero incluso siendo tan tímido como era, Sungmin nunca estaba demasiado lejos de él. No podía decir que eso le molestara mucho. Le gustaba tenerlo cerca. Le gustaba tener a Sungmin en su cama aún más.

Después de que su madre le diera un severo aviso de no lastimar al "dulce chico", nadie había pestañeado tan siquiera cuando había trasladado a Sungmin a su dormitorio.

Habían pasado solo dos días, pero ya sabía que le gustaba tener al hombre durmiendo al lado de él. La agenda nocturna de alimentación de Donghae era un poco difícil de llevar, pero acurrucarse con Sungmin cuando ellos regresaban para dormir valía más la pena, que cualquier pérdida de sueño.

Estaba cavilando en el hecho de que darle más tiempo a Sungmin para pensar las cosas no era la manera de avanzar. Sungmin lo sopesaba todo. Empezaba preocupándose por las cosas que incluso no eran un problema, a menudo provocando que casi entrase en pánico.

Besarlo hasta que sus ojos se ponían vidriosos parecía ser la mejor manera de combatir eso, y estaba por la labor de permitirse besar a Sungmin por cualquier cosa. Sungmin era sorprendentemente sensual en la cama. Puede que no tuviese mucha experiencia, pero estaba más que dispuesto a aprender. Y él estaba más que dispuesto a enseñarle.

El ruidoso eructo que salió de la boca de Donghae lo hizo reír.

—Eso tuvo que sentarle bien.

—¿Verdad? —Sungmin soltó una risa cuando se paró delante de Kyuhyun—. Hace que su papi esté orgulloso.

Kyuhyun sonrió mientras cogía al bebé, acomodándolo sobre su pecho.

—¿Todavía no es la hora de la siesta?

Sungmin arqueó una ceja.

—¿Para ti o para él?

Kyuhyun soltó una risilla mientras erguía un poco más alto a Hae en su pecho y empezaba a palmear su espalda suavemente. Sabía por experiencia que eso lo ayudaba a dormirse.

—Quizás los tres podríamos tomar una siesta, ¿eh?

La sexy sonrisa de Sungmin hizo que le diese un vuelco el corazón.

—Me encantaría.

Sonrió antes de inclinarse para darle a Sungmin un rápido beso en los labios. Esa era otra cosa que disfrutaba sobre tenerlo a su alrededor.

Podía besar al hombre cuando quisiera, y quería hacerlo bastante cada vez que veía al atractivo hombre.

—¿Por qué no agarras un par de botellines de agua y veremos si podemos conseguir acostar a Hae?

Sungmin asintió con la cabeza, justo cuando se giraba hacia el frigorífico, Henry llegó corriendo ondeando un papel en el aire.

—Tenemos problemas, hermano.

Kyuhyun se tensó.

—¿Qué clase de problemas?

Los ojos de Henry se desviaron hacia Sungmin.

CHO KYUHYUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora