Chapter 7
La hizo caso y se escondió en su armario.
Alice fue a abrir la puerta y se encontró a Caroline llorando.
- Por fin decides contármelo, ¿no?
- Creo que debo hacerlo. Lo que pasó con él no tuvo nada que ver conmigo. Tuvo que ver contigo.
- Caroline, yo sólo quería que me lo contases si tenía que ver contigo. Quería saber si te había pasado lo mismo que me pasó a mí. No creo que deba saberlo.
- Vale, pero cuando quieras saberlo y estés lista avísame.
- ¿No quieres pasar?
- No, tranquila.-se dio la vuelta para irse.
- ¿Caroline?
- ¿Si?
- No pierdas el tiempo. Mickel no vale la pena.
- Gracias.-dijo sonriendo a medias.
Alexander ya se aburría en el armario. Había observado toda la ropa que tenía Alice y desde la rejilla había visto su habitación. Era beis y morada. Al principio le había parecido un poco infantil, tenía una cama blanca y grande con una mosquitera que le caía por encima. Era similar a una habitación de princesa y río porque contrastaba mucho con su personalidad aventurera y juguetona.
De repente la vio. Se tumbó en la cama y suspiró. La oyó susurrar algo, pero no comprendió lo que decía. Lentamente se quitó los pantalones y fue hacia su baño.
Alexander salió. No sabía cuál era el jueguecito al que pretendía jugar Alice pero abrió el picaporte de la puerta sin hacer ruido y asomó la cabeza. Ya estaba sin camiseta. Sólo tenía un sujetador rosa claro y unas braguitas negras con corazones rosas fucsia. De repente ella le vio y lanzó un grito.
- ¡ALEXANDER! Pero, ¿que haces?
- Estaba escondido en tu armario, ¿no te acuerdas?
- ¡Oh! Es verdad. Lo siento.- Alice se sonrojó al recordar que él había estado en su armario todo ese rato y había estado viéndola y...aún lo hacía.- ¡NO ME MIRES ASÍ!- cogió una toalla y se tapó con ella.
- Alice, soy humano. Con ese cuerpecito...es inevitable no mirarte.-dijo acercándose poco a poco a ella.
- Tu lo que eres es un pervertido.- dijo ella también acercándose a él.
Él la cogió por el brazo y arrancó la toalla que tenía puesta para poder verla. La observó de arriba a abajo sin dejar escapar ningún lunar, manchita, curva...
A Alice no le importaba que él la mirase, pero que lo hiciese tan minuciosamente como si fuese una muñeca la ponía nerviosa. Para hacer que dejase de mirarla lo besó. Al principio fue un beso lento, pero las cosas empezaron a calentarse y Alice no pudo resistirse a quitarle la ropa a Alex. Al quitarle la camiseta vio su trabajado pecho, tenía un lunar justo encima del hombro. Su boca empezó a recorrer su cuello lentamente para llegar hacia él. Alex parecía fuera de sí. Quería cogerla, abrazarla, y hacerla sólo suya. La cogió en brazos y llevó hacia su cama. Sus bocas se volvieron a encontrar, buscaban la lengua el uno del otro con desesperación. Ella gimió.
- Alex. Me estás aplastando.-dijo contra su boca.
- Perdona cielo.-dijo sonriendo.Se levantó y la cogió para ponerla encima suyo. Ella sonrió y fue otra vez hacia su boca.
Él quería ver más. Quería verla tal y como había venido al mundo. Mientras se besaban él le acariciaba la espalda, lo que hacía que Alice tuviese escalofríos. Llegó hasta el broche que le permitiría verla y lo desenganchó. Ella dejó de besarle repentinamente y lo miró.
- Tienes unos pechos preciosos Alice.
- Ya lo sabía cariño. Mucha gente me lo dice.
- ¿De verdad?
- No bobo.- volvió a acercar sus labios a los suyos y lo abrazó.Rió con ganas como no lo había hecho desde hacía mucho tiempo.
Él también rió.
- ¿Y a ti que te pasa?
- Me haces muy feliz, Alex. ¿Por qué te reías tu?
- Me ha hecho gracia tu ocurrencia.
- Pero, ¿A que te ha gustado?
- Claro.
- A ti te va a gustar aún más lo que voy a hacer yo.- Él enarcó una ceja y la atrajo hacia sí para besarla otra vez. Esta vez más suavemente acariciando su lengua lentamente. Ella le recorrió la encía con la suya. Fue raro pero excitante. Vio como iba bajando poco a poco por su abdomen hasta llegar a los jeans que llevaba puestos.
Lo miró como pidiendo permiso y con los dientes intentó desabrocharlos.Él veía excitado lo que intentaba hacer, y al ver que no lo conseguía la apartó levemente y se los quitó él mismo.
- ¿Tienes ganas?
Al ver que se relamía los labios nervioso, se dio que no estaba lista para hacer el amor con él. Quería tanto a Alex que la dolía el corazón y podía hablar del sexo sin pelos en la lengua, pero no era capaz de hacerlo en ese momento.
- Alex, ahora no puedo hacerlo. Lo siento.
- Tranquila. No tengas prisa. Estas cosas vienen solas, Alice.
- Te quiero.
- Y yo a ti.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- HOLAAA :D ME GUSTA MUCHO ESTE CAP PORQUE...ALEX ES TAN, TAN, TAN DULCEE QUE TE MUEERES!!
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Erase & Forget
Teen FictionAlice intenta olvidar aquel terrible "incidente" que ha marcado su vida mucho más de lo que puede llegar a imaginar. Un tiempo después de este suceso, conoce a una serie de chicos que harán que su vida pase de la felicidad al caos. Una tarde, al s...