Chapter 10

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Chapter 10

Alice pensaba seriamente en tirarse por la ventana. No aguantaba más aquel estúpido castigo. Para no decirle a sus padres que había dormido en casa de su novio, Carrie y ella dijeron que habían estado en casa de Noa toda la noche, y además ambas casi no habían sufrido resaca al día siguiente, así que no entendió el por qué de tanto jaleo.

Llevaba dos semanas sin televisión y sin salir, y, aunque sólo la quedaba una semana de castigo ya no aguantaba más. Casi no veía a Alexander y no podía quedar los fines de semana ni con Carrie ni con las demás chicas. Era horroroso.

Al estar castigada tenía más tiempo para pensar, así que periódicamente recordaba "el incidente", la fiesta y los buenos momentos que había pasado junto a Alex.

Ya no podía más. Al menos tenía que intentarlo y...no perdía nada intentándolo, ¿no?

- Mamá, Papá. Quería pediros perdón por lo que pasó en la fiesta de Noa. Como ya sabréis, no volverá a ocurrir. No se lo que nos pasó a Carrie y a mí aquella noche. No somos as...

- Alice, sabemos que no sois así. Un mal momento lo tiene cualquiera. Te entendemos y te quitamos el castigo. Ya has cumplido con las dos semanas, tres ya era un poco excesivo.

No se lo podía creer. ¿Tan fácil había sido? Vaya padrazos tenía. Que suerte. Saltó de alegría y dio un abrazo y beso a los dos. Pensó en llamar a su mejor amiga, pero seguramente aún estaría castigada y no quería hacerla sentir mal como estaba ella unos segundos atrás.

Ya lo sabía. Una bombilla se le encendió en la cabeza. Pasaría el tiempo con Alexander. Subió corriendo a su habitación a coger el móvil para enviarle un mensaje.

- "Hola cielo, me han quitado el castigo. Quiero hablar contigo. ¿Parque de la luna a las 17:30? Te quiero. A."

A los cinco minutos, que para Alice fueron horas recibió la respuesta.

- "Hola peque, ahora mismo estoy con unos amigos, pero me deshago de ellos y te veo allí. Te quiero como un ocho tumbado. Alex."

¿Por qué? ¿Por qué la amaba un chico como aquel? ¿Como un ocho tumbado? Eso se suponía que era un...infinito. Al entender lo que

significaba murió de amor.

Tenía que estar guapa a las cinco y media para salir de su casa y eran las cuatro así que tendría que darse prisa.

Se duchó y alisó el pelo. A Alex le gustaban los pequeños tirabuzones que se le formaban en las puntas, pero ella los odiaba. Se vistió con una mini falda negra, medias transparentes y una camiseta azul celeste y cogió una sudadera blanca y bajó al salón donde se encontraban sus padres.

- Papá. Voy a salir con Alex al parque de la luna, ¿te parece bien?

- Si, pero a las ocho y media te quiero en casa, ¿vale?

- Vale.- fue a darle un beso a sus padres y a Marcus que estaba viendo sus dibujos favoritos en la tele y se marchó.

Al ir caminando hacia aquel dichoso parque que por cierto, odiaba, se dio cuenta de que no pasaba tiempo con su familia. La quería más que nada en el mundo, pero últimamente no se preocupaba mucho por ella. Una cosa más que tenía que añadir a su lista de "cosas por cambiar".

17:44. Alice vio de lejos a un chico rubio y alto. Obviamente era Alex. Salió corriendo a su encuentro pero por el camino se encontró a... ¿Kian? ¿Qué hacía ESE ahí? Lo ignoró y fue hacia Alexander contenta porque había ido.

- ¡Alex! - corrió hacia él y lo abrazó.

- Hola Alice - dijo sonriente.- Espero que no te importe que haya venido Kian. Quería venir a este parque cuando se ha enterado de que yo también venía y no he podido impedírselo.

- No pasa nada. - Lo besó tiernamente y cogió de la mano.

- Vamos a ir a hablar, ¿no?

- Si, ven. - le condujo a un banco un tanto peculiar. La recordaba a algo. Mierda. El "incidente". Por un instante había olvidado que había ocurrido allí. Horrorizada lo condujo a la hierba que rodeaba el parque y se sentaron allí.

- Alex, ¿qué somos?

- No sé Alice, ¿mejores amigos?

- Pero, ya me entiendes. Sabes que no quiero eso, quiero algo más. Te quiero demasiado como para ser sólo tu mejor amiga.

- Alice, no creo que esté preparado para una relación seria.

- Y, ¿entonces para qué me besas? ¿Eh? Ya estamos. Otro que sólo quiere aprovecharse de mí. Otro más con el que me hago ilusiones.

- ¿Otro más? ¿Así como me ves? Me decepcionas mucho. Parece que todavía no eres lo suficientemente madura para mí.

- Si. Creo que no me mereces. Tal vez no debamos vernos más.

- Vale.

Ambos estaban enfadados pero ninguno se movió de su sitio.

- ¿Por qué dejaste de hablarme así de repente el año pasado?

- Eso a ti no te importa.- dijo Alexander enfadado.

- Si que me importa Alexander. Si no, no te lo estaría preguntando. Dímelo por favor.

- Uno de los días por los que pasaba por el instituto a hablar con mi hermano, te vi con Mickel en una clase de informática. En cuanto le vi la cara supe que le gustabas y me puse muy celoso. Para no hacer ninguna estupidez, decidí dejar de hablarte para que pudiese tener algo contigo.

- Pues eres un estúpido porque me rompió el corazón y...ahora aún estando contigo a veces no puedo evitar pensar en él.

- ¿Qué?

- Lo siento.

- Además de ser inmadura eres una zorra. Es bueno saberlo.

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QUÉ PASARAAÁ???? UUU... :D JAJAJAJA!!

Erase & ForgetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora