Capitulo 23: Psicologia.

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Se podía ver en sus rostros deseo puro.

Jin se levantó del piso movimiento sus caderas con mucha exageración, acercando su cuerpo a la puerta, lo único que hizo fue quitarle el seguro a esta para volver con el moreno – Así es más divertido ¿No lo crees? – Sus manos se pasearon por el torso ajeno desprendiendo en el camino botones descuidados - Te gusta jugar sucio, ¿No es así? Bueno, juguemos en grande – Sus bocas se encontraron otra vez lamiendo sus bocas y lenguas sin pudor o vergüenza, sus cuerpos se conocías mas que sus corazones e almas, y ellos lo sabían.

- ¿Estás seguro de hacer esto bonito? No quisiera terminar sin trabajo y en la cárcel – Bromeo, quitando la camisa del pequeño quien pensó en reírse, pero detuvo la carcajada - ¿N-No te parece excitante follarme con la puerta sin seguro? Para mi es una fantasía completa – Su boca absorbió piel nueva, mordiendo y generando leves colores en su cuello, marcando, disfrutando los gemidos que inundaban el pequeño lugar y el mismo espejo – Tócame Namjoon, no temas a que alguien nos escuche. Es mi propósito – Sonrio haciendo que los rubores del mayo, florezcan en el momento que mostro su sonrisa. Namjoon no dejo hablar al menor, en cambio lo volvió arrodillar mientras tocaba su cabello y ágilmente desabrochaba su pantalón.

El miembro de Namjoon choco descaradamente con el labio inferior del pequeño, cuando estaba excitado era más grande. Jin no lo pensó ni lo pregunto, podía ver en los ojos del moreno que necesitaba su boca y así como le fue ordenado, ello hizo.

Sin apartar el fuerte contacto visual Jin paso suavemente su lengua por el glande, estremeciendo en el primer intento al mayor, paso nuevamente su lengua y supo que era el buen camino cuando el moreno estiro su cuello hacia el cielo dejando ver los dibujos que había ocasionado su boca. Sus mejillas se ahuecaron cuando intento adentrase por completo, disfrutando el sabor y el porte, así como el agarre que soportaba su cabello. Namjoon lo hundió en su entre pierna sorprendiendo al más pequeño, quien no se quejó y siguió trabajando en la satisfacción de su mayor, aunque la suya seguía doliendo, era un dolor que el soportaría tan solo por sentir máximo placer.

Su boca fue bruscamente separada del pequeño quien jadeante se alejó a regañadientes pues el miembro de su mayor palpitaba fuerte en su boca y la sensación era fantástica.

-No me vendré hasta que mi esencia recorra tu pequeño y apretado cuerpo...

Jin sonrió antes de toquetear el miembro del moreno – Haz lo que quieras, pero hazlo fuerte.

-Si lo quieres de esa manera... - Namjoon saco un condón de su bolsillo trasero lo cual impresiono al pequeño, ¿Por qué traería un condón a su trabajo como profesor? Su pregunta fue ignorada por su cabeza cuando el moreno abrió el condón y la punta de este rozo sus labios – Ponme lo con la boca – Su pulgar abrió el labio inferior del castaño introduciendo el principio del condón, su boca se abrió cuando rozo el glande del mayor y con cuidado lo adentro a su boca impulsándose con su lengua mientras el condón se deslizaba, la boca del castaño era gloria, Namjoon lo disfrutaba más de lo que debería disfrutarlo y la ansiaba de manera irracional y el hecho de jugar con el simplemente ya lo era.

Cuando el condón estuvo perfectamente puesto, Namjoon alzo al castaño de sus brazos y le dio la vuelta hacia el espejo, se vieron jadeantes y ruborizados, dispuestos a más y más, el miembro rozo gentilmente con la separación de glúteos del pequeño que en cuanto la sintió jadeo necesitadamente. El rostro del castaño era arte ante los ojos del azabache quien disfrutaba cada vez más fingir embestidas por encima de su pantalón, su entrepierna comenzó a dolor cada vez más notándose del doble su bulto, la falta de atención ante su agradable amigo era tan excitante. Kim Namjoon era excitante.

-Mírame a los ojos y dime que es lo que quieres – Su mandíbula fue tomada por una gran mano que lo obligo a mirarlo mediante el espejo, haciendo que sus ojos se encuentren, las embestidas seguían latentes y los temblores y espasmos no tardaron en venir, haciendo que el trabajo de mantener sus ojos en una sola dirección sea difícil.

Do it for me Donde viven las historias. Descúbrelo ahora