Capitulo 33: Volver.

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Un shot, dos shot, tres shot y seguían, los mayores en esa mesa brindaban sin excusa o causa, tomando y sonriendo mientras veían a la gente divertirse y bailar.

-Dinos la verdad Yoongi, ¿Por qué estamos aquí? – Pregunto Jungkook, frunciendo el ceño y la boca cuando por su garganta sintió el ardor de un buen Whisky - ¿No deberíamos estar en un bar cualquiera disfrutando de una buena mamada?

Namjoon sonrió al escucharlo, asqueado y divertido al mismo tiempo, pensar en verlo de esa manera solamente le dio escalofríos.

-Por Dios, hablas como si la virginidad ya no viviera en ti – Susurro Namjoon, ganándose una mirada confundida con la boca abierta por parte de Jungkook. Yoongi solo se limitó a reír.

- ¡Por favor! No soy un niño de colegio, obviamente ya no soy virgen.

-Las muñecas inflables no cuentan.

Namjoon y Yoongi rieron mirando al techo mientras brindaban otra vez, Jungkook solamente mostrando su enojo empujando con la lengua su mejilla.

-Sí, ríanse de mi mientras estoy sentado frente a ustedes, es gracioso – Musito, tomando otro trago, frunciendo el ceño por el sabor otra vez - ¿Qué miras a los lados?

Yoongi abrió sus ojos en contestación cuando había sido descubierto por sus amigos, mirando y ojeando por todo el bar. Lado a lado.

-Creí que alguien vendría aquí a beber un poco, tal parece que me he equivocado.

- ¿Por qué no vas a ver más bebidas? Puedes mirar de regreso – Contesto Namjoon.

Yoongi asintió y se levantó, estaba sobrio, totalmente sobrio, el alcohol no estaba haciendo nada en su organismo, quería emborracharse, aunque sea un poco. Dejo de pensar cuando por un descuido choco con una mujer al punto de hacerla tambalear, la vio de pies a cabeza y eso solamente hizo que se le hiciera conocida la mujer.

Estaba por hablar cuando otra mujer se acercó, abrió sus ojos en grande cuando la vio y pudo reconocer al muchacho por el cual había venido a ese lugar. Rápidamente las vio voltearse de su posición, así que actuó como si realmente estuviera borracho.

-Cuidado preciosa – No tenía idea quien era la pelirroja, pero ni siquiera habían disimulado en cambiar sus colores de cabello, así que pensó que era el pequeño Taehyung – Vaya, hueles genial.

No olía una mierda, pero estaba siendo divertido ver al pequeño y su temblar de piernas.

-Oh, algo cayo por ahí soy tan despistada – La rubia hablo, con un tono sumamente peculiar que hizo al azabache aguantar la risa, el papel de mujeres no les quedaba para nada bien, pero tenía que admitir que sus piernas se miraban genial. Siguiendo el juego de las dos mujeres de espaldas, se agacho a tomar la pulsera, riendo cuando las vio intentar escapar.

-Lo lamento, no quise chocar con ustedes, ¿Puedo invitarlas a un trago? Sería como una disculpa – Reía internamente. Ninguna de las dos, o, mejor dicho, ninguno de los dos disimulaba para nada lo nerviosos que estaban. Como era de esperarse rechazaron su oferta he intentaron caminar apresuradamente, pero Yoongi logro tomar la mano del rubio.

Le encantaba sobremanera ver el nerviosismo de Jimin, el pequeño tenía algo que lograba envolverlo hasta el punto de hacer todo por molestarlo o joderle el día. En este caso, la noche.

-Encontré tu pulsera dulzura, ¿No la quieres de vuelta? – La mano del pequeño, tembló ante el toque y por como lo conocía, sabía perfectamente que en ese momento estaba sonrojado. La cabeza de Jimin se movió en no de respuesta, musitando algo que no pudo escuchar, así que no respondió.

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