Había una vez un hermoso príncipe llamado Perú el todos los días iba a jugar a su estanque favorito con su pelota favorita, esta era de un color dorado se la había regalado su madre, cada vez que iba observaba a los animales de vez en cuando acercarse a el y les acariciaba, en su mayoría porque había uno el cual siempre observaba pero jamás era tocado por el principe, se trataba de un sapo su nombre era Usa ya no recordaba la ni la primera vez que estuvo en ese lago pero con el tiempo se fue enamorando de la linda personalidad del peruano más aún sabía que al príncipe no le gustaría por ser un sapo, jamás le pidió que lo acariciara por esa razón, el era un sapo feo y Perú un príncipe lindo, con algo de amargura solo se mantenía al margen de lo que pasaba allí mientras se mantenía sentado en un nenúfar.
No, mi pelota - con un movimiento en falso el peruano había perdido su pelota en el lago, ninguno de los animales a su lado se atrevían a saltar allí para recuperarla por lo que el intentó hacerlo por su cuenta.
No se preocupe su majestad - escuchó por fin viendo hacia el nenúfar dónde estaba el sapo que le había hablado - yo la recuperaré - saltó dentro del lago y después de unos cuantos minutos salió de este con la pelota favorita del principe - aquí tiene.
Gracias, gracias - la tomó entre sus manos mostrando una felicidad inmensa después de recuperar su juguete favorito - no se cómo podría agradecertelo.
Podría, tal vez podría - el mismo estaba indeciso si decirle lo que quería - podría ser su amigo.
¿Mi amigo? - preguntó observando a la criatura vuelta a sentar en el mismo nenúfar que hace unos momentos - si, podríamos ser amigos, hasta luego.
En realidad quería decirle otras cosas pero no sé sentía capaz de aprovecharse del peruano aún así se sentía mal por quedarse solo en el lago al final, pasaba el tiempo y el peruano todos los días iba a jugar pero intentaba no perder su pelota para no tener que volver a recuperarla de La misma manera, todo era lo mismo que hacía cada día, jugaba, acariciaba algunos animales y se despedía de todos estos como usualmente pero el estadounidense se sentía inusualmente excluido después de todo no sentía como si lo trataran como un amigo, es más, hasta sentía que era ignorado.
Disculpe su majestad - se cruzó en el camino del principe harto de la situación - yo pensé que nosotros éramos amigos.
Claro que somos amigos - comentó el peruano mirando abajo viendo al sapo que sacó su pelota del lago.
Es que siento que no me trata igual que a sus otros amigos - comentó sintiéndose un poco excluido de las actividades que hacía el peruano con sus otros amigos animales.
Es que eres diferente - se sobó un brazo pensando en que decirle - es decir, especial, eres mi amigo especial - murmuró mirando al sapo.
¿Enserio? - el peruano asintió mientras los ojos del estadounidense comenzaron a brillar, se sentía mejor al saber que era alguien especial para el contrario.
Bueno, me iré a casa - corrió hacía el castillo con rápidez.
Espere todavía no termino - saltó, no era tan rápido pero con un salto firme lograría llegar al castillo.
Y así fue, con un salto firme y constante llegó a las puertas del castillo, estaba algo exhausto pero esperaba que su amigo especial lo recibiera y dejara descansar con el, después de todo eran amigos especiales como una de las ventanas del castillo estaba abierta se colo por allí mientras buscaba a su amigo, cuando lo encontró este estaba a la mesa cenando algo.
Pss - el chico se sintió un poco desubicado cuando oyó aquel susurro - pss - pero afirmó que no estaba loco cuando lo oyó de nuevo y lo afirmó aun más cuando vio al sapo.
ESTÁS LEYENDO
Historias vergas
FanfictionHistorias basadas en algunos cuentos y cosas que se me ocurren. Todas son Usper sin excepción alguna, si no te gusta esa pareja deberías leer algo que sea de tu agrado.