#2 bella durmiente

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(El segundo que hice fue el de la bella durmiente, estoy haciendo todos los demás así que no se preocupen)

Un día como cualquiera los reyes del reino de España tuvieron a su primer hijo, lo celebraron con una hermosa ceremonia dónde invitaron a toda la nobleza y plebeyos del reino para que pudieran admirar a su dulce hijo único igualmente fueron invitadas todas las hadas del reino a la fiesta a todas ellas se les regaló unos hermosos cubiertos de plata y oro con diamantes incrustrados, las hadas del reino eran más o menos 12 (imagínense a 12 países latinoamericanos), todas y cada una de ellas invitadas con honores al nacimiento del principe Perú, excepto una que llegó de improviso a la celebración.

Parece que alguien está celebrando el nacimiento de su pequeño bebé - murmuró con algo de amargura por no recibir invitación para asistir a la fiesta del pequeño peruano.

¿Venezuela? - una de las hadas reconoció rápidamente a la mencionada.

Lo siento tanto - la reina inca se disculpó con el hada - creímos que había muerto - murmuró, en realidad sabía que en todo el reino circulaba la leyenda de que estaba muerta - puede quedarse con nosotros a celebrar - le ofreció un asiento para sentarse después de todo allí sobraban muchos de esos.

Gracias - murmuró pero la felicidad se acabó cuando descubrió que las otras hadas habían recibido regalos y ella no, ella no podía comerse la escusa de que no había más después de todo se trataba de los reyes tenían tanto dinero y siempre les sobraban cosas algo le decía que no la querían en su fiesta.

Pasó la tarde fanfarroneando un poco por este tema, al final solo se le ocurrió una cosa que podía hacer, esperó a que todas o bueno, casi todas las hadas le concedieran sus dones bobos al pequeño y asqueroso bebé para levantarse a hacer la misma acción.

Déjenme concederlo un don a su precioso  bebé - los padres aceptaron creyendo que el hada le daría un hermoso don a su hijo  - me han deshonrrado creyéndome muerta y olvidandose de mi después de todo lo que hice por ustedes, les regresaré el favor, Perú si crecerá teniendo todos los dones que mencionaron las hadas, será dotado con gracia y belleza agradando a cada persona quien conozca pero al cumplir los 16 años se pinchara el dedo con el uso de una rueca y morirá.

Los padres del bebé se alarmaron al oír tal cosa, después de haber dicho eso Venezuela se esfumó, todos los invitados de la fiesta se alarmaron por lo que pasó esperando que dicha condena jamás hiciera efecto en un ser tan puro como lo era ahora mismo aquel hermoso bebé.

Yo aún no he dado mi don - comentó una de las hadas se trataba de la ecuatoriana - mi magia no puede deshacer el hechizo de mi hermana  pero puedo modificarlo, Perú no morirá solo caerá en un sueño profundo solo siendo capaz de despertar con un beso de verdadero amor.

El rey y la reina aun teniendo por el destino de su hijo mandaron a quemar todas las ruecas del pueblo, cualquiera que fuera descubierto con una rueca sería castigado y llevado a la horca, tenían que tomar medidas extremas para garantizar que su hijo estuviera bien y no tuviera que dormir profundamente, eso los llevó a cerrar la puertas del castillo por lo menos para su pequeño, no podía hacer nada para extremar precauciones y que nada malo le pasase, tenía de cuidadoras a tres hadas que se encargaban de intentar animarlo de vez en cuando aunque en realidad el que mas lo animaba era alguien más.

Princesa he venido por usted - sonrió galante obviamente jugando con el peruano.

Usa - sonrió al tan solo ver al muchacho que era el único que lo alegraba en los días que pasaba encerrado en este manicomio llamado castillo u hogar.

Buenos días my Prince - hizo una reverencia a modo de juego para después besar la mano del menor - ¿Que quiere hacer hoy?.

No lo sé y deja de tratarme como si fuera el rey, sabes que me gusta que me trates solo como Perú - murmuró con cierta sonrisa, el estadounidense siempre lograba alegrarlo todos los días, o bueno, los días que podía venir.

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