Historias vergas

#14 Jack y las habichuelas mágicas ( o Juanito, como prefieran)

Esta era la historia de estados unidos, un niño que venía de una familia muy pobre, tanto que tenían que vender la vaca de la familia para poder tener dinero, a el le gustaba mucho esa vaca pero no podía hacer nada era eso o comerse a la pobrecilla, prefería venderla, pasando por el pueblo alguien le ofreció tres habichuelas mágicas por aquella vaca, en realidad el al ser un niño se ilusiono un montón con las propiedades que mencionaba que las habichuelas tenía sin pensarlo una sola vez cambió a su vaca por aquellas habichuelas que prometían tanto, después de realizar el cambio se fue completamente feliz a su casa con aquellas habichuelas en el bolsillo.

Cuando llegó a su casa el estaba contento por lo que había hecho después de todo le pareció una ganga que le dieran habichuelas mágicas por aquella vaca que para el quizá estaba un poco descuidada, no tardó en mostrarle las habichuelas a su madre.

Mira madre - le enseñó aquellas habichuelas a la señora no le parecieron la gran cosa al principio  - me dieron unas increíbles habichuelas mágicas por esa vieja vaca.

¿Que? - reaccionó en ese momento pero no de la manera en la que el niño esperaba - ¿Diste la vaca por unas habichuelas? - asintió, su madre le dió una bofetada - eres un estúpido por tu culpa hoy nos quedaremos sin comer.

Llorando fue a su habitación donde se encerró, se sentía mal no porque le dijera que era estúpido porque aquello era algo usual sino porque había dejado sin comer a su hermanito, en realidad su hermanito lo admiraba por lo que no le importaba si no comían o algo por el estilo pero el estadounidense sabia que no era algo bueno que se quedaran hambrientos y menos por su culpa.

Usa - murmuró a lo bajo su hermano entrando a la habitación de este.

No vamos a comer nada por mi culpa porque soy estúpido - sin pensarlo su hermano menor corrió a abrazarlo con fuerza - no deberías de abrazarme soy estúpido.

No me importa y no eres estúpido eres mi maravilloso hermano mayor - le daba mucha ternura su hermano menor, lo abrazó mientras esté aún estaba allí - entonces ¿No cenaremos? - negó sintiéndose aún más estúpido de lo que su madre dijo que era - está bien, estaba lleno de todas formas - se acurrucó al lado se su hermano mayor - buenas noches.

Buenas noches - besó la frente del menor para acomodarse y dormir junto a el, dormirían en el piso porque según su madre alguien estúpido como el no merecía una cama y aunque su hermano si tuviera una cama prefería dormir en el piso con el.

Toda la noche estuvo sintiéndose  horrible por no haber pensado que quizá la magia no existia y que había derrochado una buena vaca por unas cuantas habichuelas no mágicas aunque al ver por la ventana de su cuarto pudo admirar que su madre quizá se equivocaba algunas, muchas, veces cuando despertó a su hermano menor ambos miraron aquella altísima planta que sobrepasaba las nubes.

¿Que es eso? - preguntó el menor que nunca había visto algo como eso.

No lo sé - el estadounidense tampoco había visto algo como eso jamás - vamos a ver.

Los dos niños salieron, pudieron ver qué su madre estaba sorprendida por la magnitud de aquella planta, quizá las habichuelas si eran mágicas después de todo aunque prefirió no mencionar una sola palabra de aquello a su hijo.

Podría haber muchas cosas allí - murmuró más para si misma que para los demás - adelante estados unidos escalala.

¿Porque? - preguntó viendo cómo la planta se alzaba ante su vista.

Porque tú vendiste la vaca por unas habichuelas inútiles - el estadounidense creyendo que las habichuelas no habían causado eso solo porque su madre se lo decía comenzó a subir la planta con culpa.