#9 Pocahontas

149 21 0
                                    

Estados Unidos de américa era un fiel sirviente de la corona inglesa e hijo del el rey, por lo que era el príncipe pero eso no le impedía tener un hambre voraz por las expediciones e investigaciones cuando supo que su padre partiría en busca de nuevas tierras no dudó un solo segundo en pedir ir en este viaje para explorar cosas antiguas de cualquier tipo de civilización que antes pudiera haber existido o que todavía existían, eso era lo que más le emocionaba encontrar personas que pudieran alimentar su curiosidad  y le enseñaran sobre sus culturas, aunque realmente no sabía lo que había allí estaba muy emocionado por encontrar la tierra prometida por los soldados.

Por otro lado, Perú era el hijo del jefe de la aldea, el amaba a su aldea y su cultura conectada con la naturaleza pero le gustaba ser más un espíritu libre, vagando por aquí y por allá cosa que lo conectaba más con la naturaleza, había oído rumores de personas que veían en gigantes casas flotantes, ellos tenían canoas pero no sé comparaban con los enormes barcos  de los británicos, y que exploraban la tierra,  a el siempre le pareció curioso eso siempre quiso ver eso aunque su padre dijera que esos hombres que habitaban en casas flotantes eran malos y si alguien los veía debian de echarlos a el solo le parecía curioso.

Bueno, nuestra historia en realidad empieza cuando aquel barco arribó en el territorio del pueblo del peruano, el fue curioso cuando vio el gran barco y decidió acercarse pero a una distancia considerable, veía como bajaban muchas cosas que el no tenía ni idea de para que funcionaban ni porque las personas raras usaban artefactos para su vida cuando para el solo vivir era todo un tesoro aunque no mentía cuando decía que  amaba ver la funcionalidad de aquellos aparatos.

¿Que es eso? - le preguntó su hermano cuando lo vio en los campos de maíz llevando un artilugio extraño que parecía ser una semilla grande de metal - ¿Se puede plantar?.

No sé - abrió aquello percatandose que dentro de estas había unas manecillas que apuntaban a una letra algo desconocida para el, la N - es un artefacto que apunta en una sola dirección.

¿De dónde lo sacaste? - lo tomó en sus manos un poco desconcertado por el funcionamiento de este.

¿Recuerdas las personas raras de las casa flotantes? - murmuró viendo la expresión de su hermano menor que ahora era una asustada.

No, no, no, dime qué no lo hiciste - tiro el aparato comenzando a murmurar cosas en un idioma un poco más antiguo - ¿Donde los viste?.

¿Acaso importa? - en realidad a el solo le importaba descubrir para que servían sus productos tan raros.

Perú por favor, ellos son peligrosos - murmuró citando lo que su padre les había dicho - entiéndelo no sabes nada de ellos.

Por eso, ¿Cómo sabes que son tan peligrosos si no los conoces?  - no le importaba en lo absoluto, se escondió tras un arbusto - cómo quieras, siempre le dices a papá.

Ugh no le diré a papá pero más te vale que no sean peligrosos - emocionado abrazó al menor para después salir corriendo de allí con una sonrisa - ten cuidado Perú.

El peruano regresó a dónde había encontrado aquel artilugio que le había llamado la atención que al final pues no sabía que era, allí también estaba un hombre que al parecer venía buscando lo que había perdido, era nada más y nada menos que estados unidos, alimentaba a un cuy que estaba por allí con las galletas que traía en su mochila, el peruano estaba asombrado con el hombre, nunca había visto a alguien de la apariencia del estadounidense en su aldea además de que le tentaba ver los objetos que podía tener en esa clase de canasta que se llevaba en la espalda, se tropezó sin querer llamando la atención del contrario, el estadounidense al verlo solo pensó que nunca en su vida había visto a alguien tan hermoso.

Historias vergas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora