S i e t e

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-¡Me pido el cuarto de la derecha!-gritó Alexandra nada más llegar.
-No es justo, yo me había pedido esa habitación-me quejé.
-Eso es mentira...-rió.
-Bueno bien, pero ahora me la pido.
-Pero yo me la he pedido antes.
-Yo también la quiero.
-Vale-se rindió por fin-pero ten en cuenta que esa habitación es la grande y por lo tanto tendrás que compartir la habitación con Carlos, la otra es muy pequeña para dos.
-Pe...Pero...-suspiré-¡Vale! ¡Tú ganas! ¡Me voy a la habitación individual!-cogí una de las maletas y empecé a subir las escaleras.

Narra Alexandra

-Perdone señorita, he de marchar y...
-¡Oh! Por supuesto. Disculpe-pagué al hombre que llevaba el camión de mudanzas.
-Gracias, adiós.
-Adiós-sonreí.
Entré en casa y vi lo que sería el salón. Pero, ¿cómo cabía tanta caja en mi habitación? me pregunté al ver la casa llena. Suspiré mirando el trabajo que nos quedaba por delante y empecé a caminar hacía la primera caja.

Una hora más tarde...

Carlota se unió pocos minutos después. Llevamos las cajas con nuestra ropa a las habitaciones; la caja de los champús, maquillaje... al baño; las películas en el salón y así todo lo que había. Lo malo era que no teníamos muchos muebles, solo los que venían con la casa, además era muy tarde.
-Oye, ¿nos pedimos unas pizzas?-propuse mirando el reloj.
-Claro, ¿por qué no? Pide una de cuatro quesos para mí.
-Muy bien, ¿por qué no preparas los sacos de dormir mientras pido las pizzas? Podemos ver una película en el ordenador si quieres.
-¡Genial!-se alejó.
...
Las pizzas llegaron enseguida y juntas nos sentamos en nuestros sacos para cenar y ver una película. Ya nos habíamos puesto nuestros pijamas; tanto ella como yo solíamos dormir con una camisa larga que nos compramos para dormir cómodas.
-Dime una cosa primita, ¿por qué no compramos los muebles antes de mudarnos? Mañana no podremos ir a comprarlos y hasta el lunes no podremos comprar una cama para cada una.
-Sí, la verdad es que debimos tenerlo en cuenta. No sé cómo se nos pasó.
-Bueno-se encogió de hombros-solo espero que esto no me cree mucho dolor de espalda.
-Esperemos...
Cenamos mientras veíamos "El diario de Noah". Ya la habíamos visto varias veces, pero seguíamos llorando con el final.
-Es tan bonito-opinó Car mientras se quitaba una de las lágrimas que se derramaban de sus ojos.
Yo estaba igual, quitándome una lágrima. Iba a hablar, pero mi móvil me interrumpió.

-¿Si?-pregunté sin mirar quién era.
-¿Alex? ¿Estás llorando?
-¿Eh? No, no, claro que no lloro-sonreí quitándome la última lágrima.
-Parecía que sí.
-Venga Niall...-empecé a quejarme.
-Solo quiero saber qué te pasa.
-Estaba viendo una película muy bonita, nada más.
-¿Segura?
-Por supuesto.
-¡Ves que llorabas!-rió y yo con él.
-Dime, ¿por qué llamabas?
-Me preguntaba cómo había ido la mudanza. ¿Cómo estáis?-preguntó.
-Muy bien, la mudanza ha ido de maravilla. Aunque debimos tener en cuenta los muebles.
-¿Los muebles?
-Sí, nos los hemos comprado y ahora dormimos en el suelo.
-Pero eso no es por los muebles, es porque sois tontas.
-¡Oye!
-¿Qué? Si no tenéis donde dormir solo teníais que decírnoslo y os venís con nosotros.
-No podemos aceptar...
-¿Por qué no?
-Porque no queremos molestar.
-No molestaréis.
-Niall no tenemos coche, además estoy segura de que tenéis una habitación por persona y no cabremos.
-Por eso no te preocupes. Podemos venir a buscaros y...
-¡Qué no Niall! Nos quedamos aquí.
-No permitiré que durmáis en el suelo. Ni yo ni Harry los permitiremos-dijo-Y Liam tampoco-dijo esta vez en un susurro.
-Buenas noches Niall, nos vemos mañana.
-Alexan...

Colgué y puse el móvil en silencio.
-¿Quién era?
-Niall, solo quería saber que tal la mudanza.
-Que mono, es el único que ha llamado.
-Era el único que tenía nuestro número, además creo que lo a puesto en altavoz.
-¿Y por qué no me has dejado hablar con ellos?
-Porque después de discutir he decidido colgar. Y ahora a dormir que mañana tenemos que colocar lo de la cocina, la única habitación con muebles ahora.
-Está bien, buenas noches prima.
-Buenas noches.
Nos acomodamos en nuestros sacos y minutos después nos quedamos dormidas.
El sonido del timbre nos despertó. ¿Quién llama si nos acabamos de mudar? Miré el móvil mientras me levantaba, eran las 03:00 am ¿¡Quién llama a esas horas de la mañana!?
Me levanté adormilada y con un gran dolor de espalda, al final no podía aguantarlo.
-¿Si?-pregunté desde el otro lado de la puerta.
-Soy Liam.
-Ya le he dicho a Niall que no quería que vinierais.
-Ábreme por favor.
Suspiré y le hice caso.
-Hola Liam Smith, ¿qué quieres a las tres de la mañana?
-Hola Alexandra Garcia, ¿por qué estás tan irritante a las tres de la mañana?
-¿A lo mejor por qué me has despertado? ¿O por el terrible dolor de espalda?
-Bueno pues por eso estoy aquí. Vamos al hotel a dormir.
-Liam...
-No me obligues a cogerte en brazos. ¡Venga Alex, ya he hecho el camino hasta aquí!
-Volví a suspirar, esta vez en señal de rendición-¡Vale! Deja que vaya a por Carlota.

Narra Liam.

Al fin conseguí que Alexandra se rindiera. La verdad es que era muy cabezota, pero no me molestaba, es más me gustaba. Era raro estar con una chica que no sabía quién era, y aún más si su prima era directioner, pero me alegraba saber que ella era mi amiga por mí.
Enseguida las dos primas salieron adormiladas. Estaban adorables medio dormidas. Y Alex estaba terriblemente sexy con esa camisa de pijama. Estoy seguro que no se había percatado de que solo llevaba eso.
Sonreí solo pensar que pasaría si se diera cuenta y juntos nos dirigimos a mi coche. Conduje en silencio todo el tiempo, ellas no hablaban y con lo cansadas que debían estar no me extrañaba. Puse la radio, flojita, para no dormirme, ¡yo también tenía sueño!
La verdad es que la culpa era mía. Después de la llamada el rubio quiso ir a buscarlas, pero Zayn le convenció de que era tarde, que ya iríamos a buscarlas por la mañana. La cuestión es que pensando en ellas no había podido pegar ojo y por lo tanto había decido ir a por ellas.
Nada más llegar miré a mi derecha. De ahí el silencio, se ha quedado dormida. Sonreí.
-Oye Char, tu...-ella también se había quedado dormida.
Llamé a Harry para que me ayudara con ellas. Después de despertarlas una vez no quería hacerlo otra. Enseguida llegó y cogió a Carlota en brazos mientras yo llevaba a Alexandra.
-Se las ve tiernas, ¿verdad?-sonreí.
-Más que eso-dijo Harry.
Las llevamos hasta la puerta de nuestras habitaciones y entonces nos miramos.
-¿Dónde duermen?-preguntó el rizos.
-No lo sé...
-Bueno, no sé dónde dormirá Alexandra, pero Carlota dormirá en mi habitación... conmigo.
-Harry Edwards Styles Cox, ni se te ocurra...
-Nos voy a hacer nada raro, solo dormir. Lo juro.
-Está bien, y que Alex duerma conmigo-vi como movía las cejas de arriba a abajo-sin nada raro Harry-añadí.
Cada uno se adentró en su habitación con una de las chicas. A partir de ahí no sé lo que hizo Harry, pero yo tumbé a Alexandra en mi cama. Se removió en ella.
-¿Liam?
Mierda, la había despertado.
-Sht, duerme.
-¿Dónde dormirás tú?
-En el sillón de aquí, no te preocupes.
-Oh no, de eso nada-se levantó.
-¿Qué haces?-pregunté acercándome a ella.
-Es tu cama, dormirás tú en ella.
-No pienso dejar que duermas en el suelo.
-Yo tampoco-Nos miramos seriamente unos minutos-Bueno... podemos dormir juntos. Así no hay peleas.
-Pero...
-O eso o nada.
-Está bien.
Cada uno se tumbó a un lado de la cama. Apartados. Estaba un poco nervioso y ni siquiera sabía por qué.
-Alex-susurré.
-¿Qué pasa?-susurró ella ya más dormida que despierta.
-Siento lo de tu novio.
-No pasa nada, lo has hecho por mí. Creías que me protegías.
-Pero no debí pegarle, lo siento de verdad.
-No pasa nada. Y ahora déjame dormir, por favor.
-Reí-Buenas noches Alex.
Pero ya no obtuve respuesta, se había dormido...

Caprichoso destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora