N u e v e

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Narra Alexandra

Acabé de ducharme enseguida, solo me había hecho una ducha rápida a sabiendas que de lo contrario podría estar media hora de reloj. Salí de la ducha y me sequé con la toalla que había cogido del armarito. Fue en ese momento que me di cuenta de algo, no tenía mi ropa aquí. Sabiendo que no me quedaba más remedio y dando por hecho que en casa me volvería a duchar, me volví a poner la ropa interior que ya traía de casa. El problema era, ¿qué me pondría para volver? A las 03:00h de la mañana nadie se había percatado de que fuéramos con una simple camisa (ni siquiera yo), pero ahora estábamos en plena luz del día y no podía ir semidesnuda por la calle. Entonces recurrí a mi única opción.
-Liam-le llamé desde el otro lado de la puerta-¡Liam!-aumenté un poco el volumen al ver que no contestaba.
-¿Qué pasa?-oí entonces.
-Oye, ¿sigue mi prima ahí?
-No, se ha ido a no sé dónde. ¿Por qué?
-Tengo un problema...
-¿Cuál?
-No tengo ropa para volver a casa.
-Bueno, si quieres yo podría prestarte algo.
-¿Enserio?
-¡Claro!
-Genial-sonreí.
-Espera que te busco algo.
Oí en la habitación como se abrían y cerraban cajones. Enseguida escuché pasos acercarse a la puerta.
-¿Lo tienes?-pregunté al dejar de oírlos.
-Sí-contestó sonriente.
Abrí un poco la puerta con la intención de que se viera lo menos posible de mi cuerpo.
-Gra...-fui a cogerlo, pero Liam lo apartó-¿Qué haces?
-Bueno, he estado pensando que si te quedas con nosotros no te hará falta la ropa. ¿No crees?
-Lo sé Liam, pero tengo que irme. Tengo una mudanza por delante y hoy he de colocar lo de la cocina.
-Puedes hacerlo mañana, venga por favor quedaos.
-Lo siento, pero mañana toca comprar los muebles.
-¿No lo podéis hacer el martes?
-No, Carlos vendrá dentro de poco y para cuando lo haga los muebles ya tienen que estar.
-Ya...-vuelve a acercar la ropa, pero cuando la voy a coger la aparta de nuevo.
-¿Y ahora que?
-Te daré la ropa con dos condiciones.
-¿Vas a ponerme condiciones?
-¿Quieres ir desnuda por la calle si o no?
-No.
-Bien, pues escucha. La primera condición es que cenes conmigo.
-¿Cenar contigo?
-Sí, en mi casa, el sábado.
-Pero, Carlos viene el sábado...
-O cumples esa condición o nada.
-Suspiré-Está bien, cenaré contigo el sábado. ¿Cuál es la otra?
-Esa voy a reservármela si no te molesta...
-Miedo me da lo que pasa por tu mente.
-Rió-No te preocupes tanto, y ahora ¿aceptas?
-Supongo que sí, acepto-dije alargando el brazo para que al fin me diera la ropa.
Cuando la tuve entre mis manos cerré la puerta y miré lo que me había tendido. Había una camisa azul bastante bonita y una vaqueros. Me los coloqué rápidamente y salí del baño.
-Ya estoy, ¿qué te parece?
-Estás preciosa-sonrió-de verdad.
-No mientas, me viene todo enorme.
-¿Qué esperabas?-rió-Pero de verdad estás muy bien.
-Ya...
-Bueno, vamos a por tu prima. Si tanto insistes en llegar a casa... Aunque antes deberías desayunar.
-Ya desayunaremos en casa, no te preocupes.
-Pero...
-Adiós Liam, gracias por todo-le besé la mejilla y salí de su habitación.
Caminé por el pasillo en busca de la habitación de Harry, pero entonces me percaté de que no sabía cual era. Llamé a la siguiente puerta que encontré probando suerte. Enseguida me abrieron.
-¡Alex! ¿Qué haces aquí? Y, ¿qué haces así vestida?
-Liam vino a buscarme a las tres de la mañana, he dormido aquí y ahora no tenía ropa... Oye Louis, ¿cuál es la habitación de Harry? He de ir a por mi prima.
-Es justo la de al lado, pero ¿de verdad ya os vais?
-Sí, estamos muy ocupadas con la mudanza. Pero podéis veniros cuando hayamos acabado, para celebrarlo.
-Me encantará y estoy seguro de que a los chicos también.
-Maravilloso-sonreí-pues nos vemos.
-Nos vemos.
-Y gracias...
-Por nada.
Cerró al puerta y yo toqué la de al lado. Enseguida me abrió un chico rizado en pantalón de pijama.
-Hola Alex, ¿qué tal tu noche con Liam?
-Muy bien.
-Entonces, ¿hubo tema?
-No, no hubo nada. Oye Harry, ¿está ahí mi prima?
-Sí, se está duchando.
-Y luego me critica-susurré.
-¿Qué?
-Nada.
-Hola primita-apareció Car con ropa de Harry.
-Hola, ¿nos podemos ir ya?
-¿Tenemos que irnos?
-Sí Carlota, tenemos que preparar la cocina.
-Jo...-se quejó haciendo un puchero.
-Venga-dije con tono autoritario.
-Vale-alargó la "a"-adiós Harry-fue a besarle la mejilla, pero él se giró un poco y le besó la comisura de los labios. Enarqué una ceja-Emm... Adiós-salió de la habitación y se acercó al ascensor.
-Adiós Harry-la seguí-¿Qué ha sido eso?-le pregunté entonces cuando entramos juntas en el ascensor.
-Ni lo sé, ni quiero saberlo...
Llamamos un taxi el cual llegó enseguida. Este nos condujo hasta casa y una vez ahí nos tocó ordenar todo lo que teníamos de esa solitaria habitación, la cocina.

Caprichoso destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora