Teenagers -Ultima Generación-

Capítulo 9 -Stacy-

Detective: que fue lo que paso

X: mi historia es un poco más corta 

Mientras Natalia esperaba a Jean en la estación, Jean iba en el auto pensando en que pudo haber pasado, Cassandra se torturaba pensando cual era el problema, mientras Gavin creía que lo habían visto en el bosque, Liam pensaba que Natalia estaba muerta, Ryan se preocupaba por los resultados de la prueba, mientras Alana cometía el peor error de su vida y Declan no creía lo que sus ojos veían; yo despertaba y resurgía de la muerte... pero empecemos desde el principio. 

Soy Stacy Giselle Roberts Campbell, nací el 5 de agosto del 2000 y mi vida era igual que la de cualquier niño; hasta que conocí a Liam. 

Nos conocimos dos días después de que se mudó a California, tenía 7 años y yo tenía 6, nos hicimos amigos desde que nos conocimos. Un día en la escuela, estaba dando clases de matemáticas, -lo recuerdo porque nunca me gusto esa clase- empezamos a escuchar a los niños gritar "pelea, pelea, pelea "la profesora salió y todo el salón salió tras de ella; cuando salimos al pasillo estaba Liam peleando con Griffin, uno de 6º. 

La profesora los separo y Liam se fue por un lado y Griffin por el otro, yo fui tras Liam para ver que estuviera bien. 

S: ¿estás bien? 

L: si, solo me duelo el ojo y...al parecer perdí un diente. 

S: ¿Por qué peleaste con él? 

L: empezó a fastidiarme, le di un golpe él lo regreso y entonces empezó la pelea 

Después de eso empezamos a hablar y entonces falte a todos mis clases, cuando llegue a casa mis padres me regañaron y me castigaron, digamos que eran un poco estrictos; eso fue lo primero que hice diferente desde que conocía Liam. 

Luego cuando cumplí 8 junto con Liam nos escapamos de casa, íbamos en el auto de su padre; fue un total desastre, de hecho, me sorprende que sigamos con vida. Cuando llamaron a Josh para que fuera al lugar en donde había sido el accidente, Liam y yo nos miramos preocupados o al menos yo lo estaba, porque sabía que me vendría un gran castigo. 

Con Liam no nos dejaron ver durante un año, papá y mamá se enojaron tanto que le dijeron a Josh y a Verónica que metieran a su hijo en un siquiatra. Cuando cumplí 11 años me escapé de casa, Liam y yo aun nos veíamos a escondidas, porque a mis padres todavía no les agradaba que nos habláramos. 

El día que me escape de casa fue el 12 de octubre de 2010, recuerdo la fecha porque ese día fue que inicio mi infierno. Cuando volvía de casa de una amiga, vi a un Señor llevando a Liam en sus hombros, Liam estaba inconsciente y entonces creí que se lo estaba llevando a la fuerza y fui a ayudarlo. 

Cuando llegué a donde el Señor empecé a darle patadas, tenía 11 años solo a mí se me ocurría que iba a poder con un hombre de unos 38 años talvez; y como era de esperarse no puede detenerlo. Cunada tenia a Liam en el auto empecé a gritar y entonces hizo lo mismo conmigo, solo que a mí me metió en el maletero. 

Golpe y golpe con la esperanza de que la puerta se abriera, pero claro que eso no iba a pasar. Estaba asustada y sentía que me estaba quedando sin aire, entonces me dio un ataque de pánico y empecé a golpear más fuerte.

 De repente el auto se detuvo y pasaron como unos 30 segundos cuando se abrió la puerta y entonces el Señor me cargo en sus hombros. Empecé a patearlo, a golpearlo en la espalda, le pedí que me bajara e incluso grite para ver si alguien me escuchaba, pero no había nadie por esa calle a esa hora. 

Cuando entramos al lugar visualice que era un laboratorio, deje de golpearlo porque sabía que era inútil hacerlo; luego fuimos hasta el final del laboratorio y entramos a otro parte del mismo. El Señor seguía caminando cuando de lanada vi a Liam en medio del laboratorio atado a una silla y entonces volví a gritar patalear, para ver si así Liam lograba despertar.

Aquel Señor ve bajo de sus hombros en un cuarto y luego salió de allí, el cuarto era aprueba de sonido; podía gritar y gritar, pero Liam nunca me escucharía ni tampoco me vería; yo podía verlo y oírlo, pero él no a mí. Desde ese día aquel cuarto se convirtió en mi hogar, el me trataba como un animal; un animal enjaulado y aislado de todo, solo pasaba la comida por un pequeño agujero y daba la vuelta y se volvía a ir.